martes, 28 de diciembre de 2004

Fin del año, fin del tiempo

Quiero que me abraces, sentir tus manos, tu calor. Acurrucarnos en la cama, el uno contra el otro, y dejar pasar los días, estos días. Quiero sentirme pegado a ti. Dentro de ti. Y que el tiempo corra. O se pare.

Porque aunque sea por un momento, quiero sentir que no estamos solos. Tal vez me engaño, tal vez somos tan diminutos, tan insignificantes, que es posible que hasta no seamos. Pero, aunque sea un instante, me revuelvo contra ello.

Y quiero pensar que estando juntos, podemos borrar de nuestras mentes lo inconcebible. Aunque ha pasado. Y seguirá pasando. Y seguiremos limpiando nuestras conciencias. Enviando un aguinaldo. Pero al menos durante un segundo, cerremos los ojos y soñemos.

Y abrazados, susurrémonos canciones. Que las empiece Sam Beam, y luego nos atrevemos a seguirle. Con fuerza y suavidad. Hierro y vino. Iron and Wine. Nos lo han regalado. Para que no lo olvidemos. Para que se nos ponga la piel de gallina. Con sonidos tan básicos como la vida. Con sangre en cada estrofa. Alt-folk. Lo-fi. Soft-rock. Qué mas da. Sentimiento, bálsamo, sensación. Y quiero compartirla.

Y aunque a veces lo desee, no dejes que me quede sordo. Para escuchar el placer.
Y aunque a veces lo desee, no dejes que me quede ciego. Para verte.



Suena la corriente: "Our Endless Numbered Days" - Iron and Wine

jueves, 23 de diciembre de 2004

Noche de whisky (o whiskey)

Pero no me diga usted que no tenía a nadie. Con quien cenar. Con quien brindar. Con quien hablar. Bueno, algunos sí había, pero que más da, no era el momento, no era el día, no era la noche.

Hace años pasé una noche como la de mañana solo. País extraño, recién llegado. Sin conocer a (casi) nadie. Sin mis cielos, ni mis tierras, ni mis cosas, ni mi gente. Daba para una novela de derrotados, de perdedores. Pero no era tal el tema. Iniciaba algo nuevo, aunque de momento, solo.

Y no quise celebrarlo de ninguna manera. Sándwich de queso y jamón. Cerveza. Y en aquel concreto momento, guitarras de Paul Westerberg, que me tenía arrebatado. "Dyslexic Heart". Y luego, whisky, rebajadito con una uña de hielo. Noche perfecta, oiga.

¿Y ahora? Pues sí, bien, nos juntamos, pero por mí como si lo hiciéramos en Abril. Sólo me interesa que nos veamos. No la parafernalia.

Pero borreguitos que somos, al final participamos.
Pues eso, vamos allá.
Que ustedes lo cenen bien.



Suena la corriente: "14 Songs" - Paul Westerberg

martes, 21 de diciembre de 2004

18-XII-2004 : Una noche mágica

No, yo no estaba. Una vez más cuando se me espera. La distancia, que tanto separa (o dejamos que separe). Julio Rescuer, que ya ha aparecido por estos papeles en alguna que otra ocasión, me manda unas letras que reproduzco.

Sirvan de homenaje a Paco de la Calle.

"La simpática y espigada Norah, muy enrollada como siempre, se asoma a la puerta del camerino improvisado en uno de los locales de ensayo del "Rock Palace", para increparnos dulce pero firmemente: "¡Venga tíos hay que salir ya!". Nerviosos como veinteañeros antes de dar su primer concierto, unos talluditos Rescuers de 2ª generación, formados por Ramón (cantante y guitarra), Vicente (guitarra y coros), Tito (bajo), Macanás (batería) y Julio (órgano, maracas y coros), nos encaminamos hacia el escenario para homenajear como se merece al entrañable Paquiño nuestro antiguo bajista, que falleció el pasado mes de abril debido a un cáncer.

Parecíamos rejuvenecer a cada paso que dábamos, para cuando llegamos al escenario habíamos conseguido retroceder en el tiempo los 16 años que han transcurrido desde la última vez que tocaron los Rescuers.
La sala estaba abarrotada de viejos amigos, crápulas impenitentes y bellas damas de la noche madrileña, much@s de ell@s ya honorables padres y madres de familia, que esperaban impacientes el histórico reencuentro.
Yo llevaba en la mano las viejas maracas en las que pinté el nombre del grupo en letras psicodélicas llameantes, espontáneamente me salió la vena bruja y las alcé al cielo agitándolas para abrirnos paso entre el concurrido público y de paso convocar a los espíritus (sin duda Paco y Lee Robinson estaban allí). Además, en el cinturón y en mi corbata de bolo llevaba unos abalorios de cuerna de ciervo que actuaban como receptores y canalizadores de la energía cósmica.

Tras unas sentidas y breves palabras de presentación, agradecimiento y en honor a Paco comenzamos a tocar los acordes de "We are the Rescuers", para continuar con "Pink House Club", "Don´t keep the shock", "Move to the jungle", "If you wanna love me", "Shaking around" y "I love you `cause I´m drunk", la cosa no salió mal del todo, a juzgar por los aplausos y por los gritos de la gente pidiendo más cuando salimos del escenario.

A continuación, el incombustible Kike Turmix y sus huestes - los Pleasure Fuckers - (con Norah y Mike a las guitarras, Barnaby al bajo y Ángel en la batería) irrumpieron en el escenario con su legendaria contundencia para deleitarnos con algunos de sus éxitos, finalizando con el imprescindible clásico "You´re gonna miss me". Paco nunca tocó con ellos pero, como dijo Kike, eran amiguetes y además los Fuckers ha sido el único grupo, de momento, que se ha atrevido a versionear una canción de los Rescuers – "Pink House Club" - que por supuesto tocaron esa noche.

Después de estos dos potentes entremeses, si bien ya algo rancios debido al implacable paso del tiempo, vino el plato fuerte, con la frescura y la juventud de The Holdens, único grupo en activo de los que tocaron, fue la última banda en la que militó Paco, antes de que le sorprendiera la muerte, y con la que sin duda obtuvo sus mayores éxitos.
Muchas gracias a Lucía (la bella teclista) por prestarme su Farfisa, con el que consiguió hipnotizarnos a todos al ritmo frenético de sus caderas. Junto con el resto de sus compañeros estuvieron fabulosos, con un espléndido sonido repleto de ecos de bandas míticas e idolatradas como Cynics, Stomach Mouths o Yard Trauma, sin que ello les reste ni un ápice de originalidad y personalidad. Es una lástima que no hayamos podido compartir escenarios e ideas en los años 80. Además el cantante y líder –Nacho Kroll- tiene un cierto parecido físico con el difunto y homenajeado Paco de la Calle.

Se echó de menos la actuación programada de José Lanot (Ex –Teatro Negro de Praga, ex–Sex Museum, ex –Potro, ex –Wonderboy, etc) quien fuera líder de Los Potros, el segundo grupo en el que militó Paco, tras la disolución de los Rescuers en 1989. Jose, que además de ser un músico genial es ante todo un gran tipo, no pudo actuar debido a una inoportuna gripe.

También eché de menos a Gonzalo Lagarto, 2º batería de los Rescuers, que estaba de boda; a Jesse, nuestro primer batería, que vive en Canarias; a Oscar, primer guitarra solista, al que sustituyó Vicente; y a Tono, el primer bajista y al que sustituyó Paco.

En resumen, fue una noche realmente mágica e inolvidable ¡Muchas gracias a todos los que la hicisteis posible! Especialmente a Norah ("alma mater" del evento, dueña del local y del camión de cervezas que nos bebimos), Andrea (mi mujer, que grabó en vídeo la actuación e hizo fotos durante los escasos momentos en los que no estaba enseñando el álbum de fotos de nuestra hija); y a mis amigos Carlos, Fernando y Miguelitro por contar con su presencia y apoyo."

Navegado por Julio Rescuer



Suena la corriente: "Stranded in Madrid" - The Cynics

domingo, 19 de diciembre de 2004

Thunder Road


A P.

CV, hermano.



Suena la corriente: "Thunder Road" - Bruce Springsteen

sábado, 18 de diciembre de 2004

Inventos

Corren por las redes. Se propagan. Son motivo de conversación en cenas embriagadas por ambientes espirituosos. En tiempos muertos en el coche. En ratos tontos en el trabajo. En degustaciones de vegetales humeantes. Incluso alguno, entre revolcones.

Una manera como otra cualquiera de llenar silencios. Preguntas estúpidas (o no tanto) que generen palabras. Aunque sean banales.

Y para ti, ¿cuál es el invento más importante de la humanidad? (Ponerle fechas, queda al arbitrio de los interlocutores).

Dice el tópico que la gran mayoría contesta que el avión. Algún moderno dirá que la Red. El soñador, los vuelos espaciales. El cauto, la penicilina. El beato, la religión. El charlatán, el teléfono. El insomne, la electricidad. El desplazado, el coche. El orejas, el rock. Y paro, porque puedo no parar.

Pero yo lo tengo muy claro.
La camiseta.



Suena la corriente: "The dirty south" - Drive-By Truckers

miércoles, 15 de diciembre de 2004

Sobre nubes

Quiero conducir sobre las nubes mientras voy en su busca. Porque es mi cielo. Mientras huelo a gasolina, y cientos de guitarras atronan mi cueva, quiero sentirme alguien especial.

Ya sé que no podré buscar cobijo bajo el puente. Aún cuando llueva.

Pero por un día, por un mísero día, quiero conducir sobre las nubes.

Volar, lo que es volar, ya lo hago con Ella.



Suena la corriente: "Clouds" - Buffalo Tom

martes, 14 de diciembre de 2004

Mi gentuza

Pues sí, decía "ayer" aquello de que en el kiosko no todos los coleccionables son puro deshecho, cuando el domingo me encuentro otro incunable, otro imperdible para mi nostalgia.

La competencia (claro está) se marca esta vez el título más querido por mí de toda la filmografía del omnipresente Almodóvar. Ya sé que no será su mejor película, pero Laberinto de Pasiones, casi como último paso antes de su etapa, llamémosle, madura, supuso una bofetada en una ciudad que a duras penas aún se sacudía la caspa.

Y es que para los que en aquella época nos bebíamos la barra del Rock-Ola, las persianas de La Bobia, en el Rastro madrileño (mientras comprábamos el último vinilo o la chapita más nueva) o los deliciosos cutre-pubs de Malasaña, ver a toda esa gentuza en una pantalla grande, en un cine a oscuras, era un auténtico placer. Al menos les considerábamos nuestra gentuza.

Y por supuesto que hay escenas que ya están grabadas. Como el enorme Luis Ciges en pleno incesto semanal, la turbadora Sexilia (Cecilia Roth era algo más que una musa), o mi añorado Poch vendiendo a puerta fría.
Eran nuestra gentuza.

Hace ya tiempo que no he vuelto a verla. Y reconozco que me pregunto qué tal habrá envejecido. Pero qué más da. "Arrebato" me daba el mismo miedo, y me desasosegó de la misma manera. Además, qué coño importa. Como dijo Almodóvar: "Una película que no aportará nada a la cultura de nadie".

Y nadie buscaba ser cultura.
Los chicos querían diversión.



Suena la corriente: "Dios salve al lehendakari" - Derribos Arias

sábado, 11 de diciembre de 2004

El mal está en los fluidos

Volver a recuperar los alocados fluidos corporales, las ansias militaristas, el pasado nazi postrado en silla de ruedas y con un brazo con vida propia, el cowboy cabalgando a lomos de LA BOMBA con su sombrero tejano al aire, y a un presidente con aquella gloriosa conversación telefónica "Dimitri, me escucha, Dimitri? Yo no le oigo..."

Volver a sorprenderme de la cantidad de estupideces que se cometen cuando se traducen los títulos de las películas ("Teléfono Rojo volamos hacia Moscú", ¿?)

Volver a reconocer que aunque "La naranja mecánica" y "2001" significaron mucho para mí, creo que ésta es la mejor película de Kubrick (vale, vale, junto a "Senderos de gloria", tal vez)

Volver a disfrutar de unos inmensos George C. Scott (histriónico), Peter Sellers (genial), Sterlyng Hayden (loco sublime) y Slim Pickens (todo un ídolo).

Volver a recordar los tiempos en que LA BOMBA hacía temblar a más de medio mundo.

Volver a certificar que la locura militar no ha cambiado tanto.

Volver al kiosko y comprobar que no todos los coleccionables son basura.

Volver a disfrutar (después de tanto tiempo) de "Dr. Strangelove or How I learned to stop worrying and love the bomb".

Todo un placer.


P.D.: no tengo ninguna duda de que el abuelo Vega llevaba pelucón. Lo juro.



Suena la corriente: "Travels in the south" - Chris Stamey

viernes, 3 de diciembre de 2004

Suicidio para un fin de semana (largo)

Vamos, que nos vamos.
Porque al menos eso es lo que parece. Llamas (llamo) a cualquier sitio, y te dicen que ha salido de viaje, y que ya no vuelve hasta el jueves. Siempre hemos ido estirando los días festivos (o bien, encogiendo los laborables), pero ahora que vienen cinco, la cosa es más descarada.

Y aquí, como a mí me gusta, sin saber mucho qué coño voy a hacer. Y eso es una delicia. Viajar. No viajar. Hacer algo. Hacer nada (que también es un auténtico placer). Eso sí, seguro, seguro, estar con Ella. Y es suficiente.

Y si el domingo campo por estos lares, trataremos de echarle un vistazo al estado físico actual de una vieja lumbrera, un viejo amigo de altavoces saturados, Alan Vega, quien junto a su compinche Martin Rev formara hace ya unos años el dúo Suicide. Ellos me hicieron escuchar los sintetizadores con otras orejas y comprender que el punk, post-punk o la etiqueta que se te ocurra tenía muchos trajes que ponerse.

El festival Música Ex Machina nos lo acerca como parte de su experimental propuesta.
Pues eso, que ustedes lo pasen bien.

Ah, y fumen, fumen muchísimo (ahora que cada día nos encierran más, y más, y más, y…)

P.D.: Ayer iba a escribir sobre este tema, pero me dio bastante asco. Así que vía Escolar.net, queda apuntado.



Suena la corriente: "Suicide II" - Suicide

miércoles, 1 de diciembre de 2004

Segunda edición

Leo en varios sitios, "el mejor grupo del mundo". Algunos afinan más, "el mejor grupo de surf", "los reyes del garaje instrumental". No son de allá, ni de más allá. Aquí al lado les tenemos. Los Coronas no cantan. Para qué, si saben llenar un escenario de rabia, de alegría, de frustración juvenil (tantos que ya no lo somos). Fernando Pardo domina la guitarra y la escena. Como ya lo hacía (y lo hace) con sus Sex Museum (algunos dicen "los reyes del garaje no instrumental". Mejor "un enorme grupo de rock").

Y después unos suecos, casi los padres de otros muchos suecos. Porque recuerdo haber visto a los Nomads hace bastantes años en Madrid, creo que en la sala Rock-Club (escenario añorado, porque un día yo también lo sobé). Aquella noche mis tímpanos sufrieron (disfrutaron) como no lo habían hecho en mucho tiempo. Aquello sí era volumen. Ahora no me parecieron tanto. Tal vez ellos son más viejos. O mis tímpanos están más castigados. Pero igual los disfruté (otra vez "un enorme grupo de rock").

Y es que en estos tiempos de Festivales, no todos tienen cabida. Igual no hay tantas orejas sabias. O bolsillos holgados. El B.A.R. se topó con la realidad. Y decidió sobrevivir a base de cambios, a base de ideas. Cine, del bueno, "psicotrópico", loco, mutante. Fotos. Exposiciones. Varias salas de la ciudad. Varios días de una semana. Y claro, música.

Ay, lástima que un humilde (humildísimo) asalariado no pueda dedicar siquiera todas sus horas nocturnas a lo que le gusta. Y no estuve siempre que quise. Y no vi a David Lowery. Esta vez con Camper Van Beethoven. ¿Será alguna otra vez?

¡Jodida la vida por cuenta ajena!



Suena la corriente: "New Roman Times" - Camper Van Beethoven

jueves, 25 de noviembre de 2004

Piraterías de agua dulce

¡Albricias!
Miro la bandeja de entrada y veo un correo del ínclito Joaquín Sabina (no, no es que mantenga un excitante relación epistolar con el canalla o ex canalla, sino que algún día me di de alta en su lista de correos, sin recordar muy bien los motivos).

Pues dicha lista de correos rompe su silencio para comunicarme que Sabina me pide que me baje sus canciones únicamente desde sitios legales.

Ay, Joaquinito, Joaquinito, usted y yo, que hemos compartido trago nocturno en país más o menos exótico (no creo que usted lo recuerde, pues casi ni yo lo consigo), aunque yo no alardee de amistad, porque realmente no nos conocemos, fue circunstancial, pero dicha circunstancia no impidió que compartiéramos y discutiéramos la idoneidad de algunos lugares… eh, …, mmm, digamos que nocturnos, donde usted, como buen crápula, decidió ampliar su círculo de amistades circunstanciales, lugares de canallería como aquéllos, donde fue capaz, como buen hidalgo, de reconvertirlos en lugares de caballería, a tenor de confidencias que escuché por boca de alguna señorita, también nocturna, que me relató días después con gran cariño sus andanzas, usted, que ha cantado a palacios y lupanares, a gentiles y malandros, a bondades y maldades, …, me viene hablando ahora de legalidades, piraterías y bajezas varias.

¿Acusaciones? ¿Suyas, o de su señor feudal, uy, perdón, su compañía discográfica?

En fin, que no seré yo quien me permita rebatirle, que al fin y al cabo no dejo de ser un simple usuario, un grumetillo cualquiera. Pero lea, lea usted, por donde van mis pensamientos, mis inquietudes (gracias Jorge!).

¡Jesús, un correo de Joaquín Sabina! ¡Pidiéndome algo! ¡Y yo con estas pintas de pirata!
¿Volverá a beber conmigo?



Suena la corriente: "Love songs for patriots" - American Music Club

miércoles, 24 de noviembre de 2004

Bendita pereza

Nada, nada, ya no es necesario optar por métodos digamos revolucionarios, rupturistas, drásticos para acabar con el sistema. La inventiva del ser humano es tan grande que ahora se nos propone hacerlo desde dentro, de manera relajada y cómoda. Eso sí, por medio de un método que lleva utilizándose (que llevamos utilizando) desde tiempos muy antiguos.

La francesa Corinne Maire, elevada a musa contracultural por no pocos medios, nos propone en su libro "Buenos dias, pereza" una serie de estrategias para sobrevivir en el trabajo de una manera simple: cruzándonos de brazos y convirtiéndonos en parásitos. Propone que utilicemos en nuestro provecho la empresa que nos emplea, frente a lo habitual, que sea ella la que nos utilice, y nos explica cómo trabajar lo menos posible nos beneficia y va minando poco a poco el sistema. Al fin y al cabo, como afirma, los trabajadores, más desmotivados que nunca, sólo tienen una meta: cobrar a fin de mes.

Yo, utópico y romántico, siempre vi con nostalgia los adoquines volando sobre las calles de París aquel lejano Mayo, las flores de la revolución de terciopelo aquella primavera en Praga, los humos hippies protestando contra la guerra de Vietnam, los barbudos echando al sátrapa desde el Malecón, los muros humanos contra los tanques en Tiananmen, los melenas protestando por un mundo mejor en Seattle. Nada de esto siguió adelante, y lo que lo hizo, se desvirtuó.

Yo, como siempre, culo inquieto pero con posaderas bien asentadas, revolucionario de pacotilla, contracultural desde el sistema, vamos, burgués de tomo y lomo, si no de conciencia, si de actuación, pocas veces he movido un dedo.

Pero mira por donde, igual esta vez me apunto al carro. Además, la acción propuesta es altamente gratificante. Bendita pereza.

Mmm, las enseñanzas del bueno de Peluche empiezan a cuajar.



Suena la corriente: "Origin Vol. I" - The Soundtrack of Our Lives

viernes, 19 de noviembre de 2004

Un poco shiego

Ay, la nostalgia! No deja de ser un caparazón en el que resguardarnos cada cierto tiempo. Y por ello muchas veces poco recomendable. Se suele estar tan a gustito.

El caso es que no hace mucho, buscando nuevos afluentes para este río, me encontré con un ramal que casi hizo que se me saltara alguna lagrimita. Todo el mundo tiene jirones de su pasado enganchados por las esquinas.

Y Derribos Arias son una parte muy importante de ese pasado que aún es presente. Cuando la gente se decantaba por grupos pop, punk, siniestros, babosos, las lloradas "hornadas irritantes", ellos amalgamaron lo mejor de cada casa con ese toque desquiciado tan particular. Lograron llevar la locura intrínseca del rock a límites difícilmente controlables.

Comandados por el donostiarra Poch, uno de los personajes más fascinantes que haya pisado un escenario, con su inseparable Alejo Alberdi, y el contrapunto del bajo de Juan Verdera (la formación clásica), fueron una excitante disonancia en el panorama musical del momento.

Personalmente siempre les consideré una especie de Velvet Underground propia, capaces de no tomarse en serio, sorprendidos ante la simple posibilidad de que pudieran llegar trascender, caóticos en escena, brillantes compositores de piezas pop desequilibradas, magnéticos sin proponérselo.

Poch dejó de navegar en 1998, víctima de una enfermedad degenerativa y hereditaria. Pero yo no recuerdo eso. Prefiero verle en el escenario de Rock-Ola, con su andrajosa gabardina y sus gafas sujetas con esparadrapo.

Y por supuesto, escuchando su ciertamente desaliñada discografía, que nunca hizo honor a lo que no pocos pudimos disfrutar en directo.

Y hoy, un día de frío, de niebla, de lluvia, recordando a algún amigo muy querido que lo está pasando muy mal, a otros amigos muy, muy queridos que tratarán de desbarrar en otro escenario, en fin, a toda mi gente de la que a veces me siento muy lejos, trataré de esbozar una sonrisa:


"Prefiero estar un poco shiego
que ver todo como es…
"


Suena la corriente: "Branquias bajo el agua" - Derribos Arias

miércoles, 17 de noviembre de 2004

Simetrías

Yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas,…

No sé, es una filosofía que nunca he entendido. No tiene final. No tiene escapatoria. Pero los que están inmersos en ella parece que se lo pasan pipa, aunque al dar la cara esbocen muecas de dolor, incomprensión o infelicidad.

Que unos fundamentalistas islámicos descerrajen un tiro en plena sien a una pobre trabajadora de una ONG es un hecho que no tiene ninguna explicación racional. Y menos que lo hagan en nombre de un dios y un futuro. Y una liberación.

Que unos fundamentalistas cristianos descerrajen un tiro en plena sien a un pobre anciano herido y desarmado es un hecho que no tiene ninguna explicación racional. Y menos que lo hagan en nombre de un dios y un futuro. Y una libertad.

Porque es mentira que para esa gente exista un dios, un futuro, una liberación, una libertad. Ninguna de esas palabras les desea a ellos.

Este post es prácticamente simétrico.
Porque ambos bandos, hoy más que nunca, son simétricos.



Suena la corriente: "Copper blue" - Sugar

viernes, 12 de noviembre de 2004

Papelones musicales

Oh, sí, bravo, qué maravilla, el número uno ha sido todo un éxito, se ha agotado en los kioskos, el nivel musical del país crece, ya somos la revista musical más vendida,… , bla, bla bla.

O como decían en una cuña radiofónica los días del lanzamiento, "ahora la juventud sabe y entiende más de música".

Y es que Los 40 ya tienen su revista. Y continúa el mamoneo de quienes se consideran representantes únicos del devenir del pop o el rock. Lo que no sale no existe, lo que no programamos es marginal, el buen gusto está en nosotros.

Y me hablarán de las diosesitas del momento, los nuevos cantantes del 0,7 %, del coranzoncito dulce que tiene el aguerrido rockero, del poder de las máquinas, del sentimiento. ¿Sentimiento? ¿Dónde?

Hace poco veía una grabación del especial sobre música que hicieron a raíz del nosecuantos aniversario de la constitución. El ínclito Luqui iba presentando lo que ocurrió. O lo que él decía que ocurrió. Porque el revisionismo atroz que nos invade en todas las facetas, también llega hasta aquí.

Hablaba el tal señor de las radios que fueron cruciales en aquellos años de finales de los 70 y principios de los 80. La maravillosa Onda 2, de Radio España. Quién de los que vivimos aquello puede olvidar a Gonzalo Garrido y su "Dominó", Mario Armero y su "Revólver", Rafa Abitbol, Juanito de Pablos, Patricia Godes (reina del soul). Radio 3, ya cuando desembarcaron Jesús Ordovás, el propio de Pablos.
Y ahí que me sale el tal Luqui, y comenta que también, y por encima de todo, Los 40.
No jodas, Los 40. ¿Pero es que apoyaron, al principio del todo, cuando un grupo lo necesita, a todas esas bandas? ¿Sonaron maquetas de Mamá, Nacha Pop, Tos, Los Bólidos, Los Zoquillos, Ejecutivos Agresivos, Los Cardíacos, Esqueletos, Siniestro Total y tantos, tantos otros?

Venga ya. Fueron esas otras radios, y multitud de emisoras piratas, en las que más o menos, muchos poníamos nuestros granitos de arena, rayábamos nuestros propios vinilos. Y no, Los 40 no tenían revista. Eran cientos de fanzines los que iban alimentando las ganas de leer música, e iban ayudando a crear poco a poco una cierta cultura musical, tras el largo y castrante vacío de muchos años.

Oh, bien, pero ahora ya somos mejores, ya tenemos nuestra nueva revista. Vale, Luqui. Eres un fiera.

Me voy a mi cueva. Que en el nuevo Ruta 66 está el Steve Earle en portada.
Jodidos extravagantes que somos!



Suena la corriente: "Strangers" - Ed Harcourt

miércoles, 10 de noviembre de 2004

Me tienes

Te saqué a bailar sonando una canción country. Porque siempre quise hacerlo y nunca lo hice. Creo que eran los Burrito en un momento relajado. Pero la pista era mi habitación. Te había amado como nunca lo había hecho, y me habías amado como nunca lo había sentido. Y quería tener tu piel, tu olor, tus pechos, tu pelo pegados a mí.

Y quería no parar de moverme. Y quería una armónica, una mandolina, un banjo. Quería una guitarra. Un vaquero, un chulo de pistolas, era yo. Pero seguro, muy seguro, simplemente por tenerte a mi lado.

Y sonaba el gruñón Dylan. Primero I’ll be your baby tonight. Y luego salté sobre la cama y bailé. I want you. I want you. I want you. Sé que la escribió para ti.

Y le conté al oído al viejo Hank Williams que no pare. Que me siga haciendo dar vueltas. Que nos regale notas. Que nos regale risas. Que nos regale llantos.

Porque aunque llueva fuera, aunque mis botas estén sucias, aunque el oeste (y el este, y el norte, y el sur) me/nos cansen, me tienes.

Y soñaré cuando Young cante tu canción. Que ya sabes que para mí sólo es tuya.

No lo olvides.
Me tienes.



Suena la corriente: "Alone with his guitar" - Hank Williams

lunes, 8 de noviembre de 2004

Sonidos del interior

Yo no soy objetivo. No tengo por qué serlo. No cobro por escribir sobre cualquier tema en un periódico. Alguna vez sí lo hice (escribiendo poco y cobrando poco, cosa que para un no-periodista, no está nada mal). Se trataba de recomendar un concierto para esa noche en la ciudad en la que entonces vivía. Tenía la enorme ventaja de que no me obligaba a asistir a dicho evento. Ventajas de la "pre-crítica". Eso sí, trataba de dar salida a la mayor de mis malas babas. Incluso me dijeron que en alguna discográfica me tenían por un amargado al que nada le gustaba. Y no se daban cuenta de que, muy posiblemente, la mayoría de las cosas que editaban no merecían la pena.

Pero no la merecían desde mi punto de vista. Porque repito, no soy objetivo, y no me da la gana serlo. Y menos en una barcaza como esta que surca un río que empiezo a considerar como mío.

Y este viaje me ha traído como pasajeros a personajes con los que he llegado a intimar. Y con alguno, aunque todavía poco física, empieza a nacer una amistad.

Jero, de Cielo Vacío, está ya más que unido a este viaje desde el principio (bastantes veces nos hemos encargado de hacerlo presente). CV está cumpliendo alguno de sus sueños. Y me alegro. Y yo pienso, veremos como ando de objetividad.

No la necesito. Reno son capaces de crear ambientes, de tocar fibras sensibles, de ejecutar con pulso sensaciones que me gustan. Sus influencias son claras, pero las mezclan con finura, como para que no se noten. La primera vez que oí una canción de ellos, me evocaron muchos sonidos. Especialmente de Galaxie 500. Y como degustador de todo lo que hace el caballero Dean Wareham (por cierto, perece que Luna se despiden con su último "Rendezvous"), ya quedé enganchado. Pero también me vienen Bob Dylan, Television (sí, han hecho que los recupere tras tantos años), la Velvet, Big Star (quien me regala en directo el "September Gurls" del señor Alex Chilton ya me tiene muy ganado), guitarras arrastradas, armónicas sucias, melodías etéreas…

Y sin embargo, cuando terminan, me queda el sabor, el regusto de Reno. Sus influencias han bailado con ellos, han participado en ese juego de danzas que supone la unión de varias personalidades, pero se han retirado a tiempo para dejar un todo propio.

He tardado en escribir esto. Lo sé. Una vez más, el coche se ha convertido en mi sala de audición. Empieza a ser algo habitual.

Y una vez más, no he querido ser objetivo. Porque no me da la gana. Porque huyo de ello como de la peste. Porque mi subjetividad es mi forma de sentir.

Gracias, CV.
Ahora soy yo el que espera. Es mi turno.



Suena la corriente: "M&M" - Reno

jueves, 4 de noviembre de 2004

Arbustos

Pues ha resultado que al final no he sido yo el contento, sino él. Y no digo que no me sorprenda. Pero en estos momentos, más me asusta.

Veo todo muy negro. Pero qué le vamos a hacer. Mis próximas lágrimas no van a ser por ellos, pase lo que pase.

Seguiré con mis cosas queridas, como decía ayer.

Y puestos a convivir con arbustos, me dedicaré al más suavecito.
Al más querido.



Suena la corriente: "Is the actor happy?" - Vic Chesnutt

martes, 2 de noviembre de 2004

Compás de espera

Hoy es uno de esos días en que todo el mundo parece mirar hacia el mismo lado. Al menos, el mismo lado del mapa. ¡Elecciones en U.S.A! ¡Válgame Dios! ¡Qué nervios! Al fin y al cabo, es casi como si fueran elecciones locales, teniendo en cuenta lo que nos afectan.

El caso es que no tengo muy claro si el mismísimo Dios habrá hablado esta noche con Bush, tal y como él dice que suele hacer. Ni si Kerry se habrá pegado un atracón de hamburguesas rebosantes de ríos rojos de ketchup conyugal.

A mí que me da que ninguno de los dos es algo más que un simple mediocre. Pero con tanto poder, como que esta mediocridad asusta aún más. El de ahora ya lo ha demostrado. El de ahora es uno de los seres más peligrosos del planeta. Así que espero que mañana pueda estar algo más contento. Yo, digo. No él.

Y bueno, saldrá la caverna hablando como siempre de los "good americans", de los "españoles de bien" y demás zarandajas para excluir a los que no pensamos como ellos, y nos llamarán "antiamericanos".

Bien, me enciendo un cigarro. Americano. Me sirvo un vaso de bourbon. Americano. Me pongo un buen disco. Americano. A ver, cuál puede ser. Con qué quiero acompañar este mi "antiamericanismo". Puede estar bien "Borderdreams. La ruta del americana". Tal vez estén hablando demasiado de él (claro, "demasiado" en los ambientes marginales, izquierdosos y antiamericanos, que diría la caverna. Para ellos todo es así). Pero no deja de ser un buen compendio de nombres muy aprovechables (y muchos nada nuevos, por cierto).

No, casi no. Me quedo con alguien un poquito más grillado. Howe Gelb me parece lo suficiente. Sus Giant Sand ya tienen nueva colección de locuras, "Is all over... the map". Ayer yo, conduciendo, bajo una lluvia torrencial, esquivando algún que otro coche que volaba de lado a lado, y después de dejar a Ella tras un fin de semana (largo) lleno de corazón, fumaba un cigarro y lo disfrutaba.

Sí, definitivamente, Giant Sand para esta noche de miedo (y esperanza).
Que sí, que ya, que soy un antiamericano.
Que te den, cavernario!



Suena la corriente: "Is all over... the map" - Giant Sand

jueves, 28 de octubre de 2004

Hoy hace un día espléndido

Hoy hace un día espléndido. De esos días de otoño, en los que aún parece que la tierra está indecisa, no sabe si abandonar definitivamente el verano y entregarse al invierno, o remolonear unas semanas más. En cama ajena. En tierra de nadie. Como a mi me gusta.

Y ese otoño parece que quiere quedarse, se aferra a lo que ve. Se agarra con vientos y lluvias, con fríos y calores, con dádivas, pero también con robos, hasta el punto de no dudar en quitarnos una hora este próximo fin de semana.

Recuerdo que de pequeño tenía pavor a la lluvia. No sólo a las tormentas, como muchos otros, sino simplemente a la lluvia, conque esta fuera únicamente una primera gota. Era algo que yo no podía controlar, caía de arriba, sin entender por qué.

Hoy son otros miedos los que tengo. Es el mismo otoño el que llega. Son otros ojos a los que me agarro.

Hoy hace un día espléndido.
Hoy llueve.



Suena la corriente:"Kissin Time" - Marianne Faithfull

lunes, 25 de octubre de 2004

Septuagenario

Alguna vez he leído por ahí (si no cito fuente es porque no la recuerdo, y no me gusta atribuirme ideas ajenas) que cuanto más joven es uno, más interés siente por los grupos, y que a medida que su edad se eleva, tiende más a los solistas (aquéllos que hayan echado a volar su imaginación más libidinosa, desistan, que simplemente hablo de música).

En fin, no deja de ser una sentencia bastante relativa, porque son tropel los grupos a los que podría citar y con los que aún mantengo relaciones sentimentales. Pero echando un vistazo a mis últimas incursiones, sí reconozco que los solistas son mayoría. Tampoco es que vaya a negar los años que, año tras año, me van cayendo, pero vamos, como que quiero creer que no influyen en mi selección personal.

Porque lo que me une a los sonidos que me sirven de suero es más una cuestión que viene de dentro, y a pesar de mis paseos por las cercanías de ciertos límites, espero no estar muy podrido por ahí.

Pero claro, por otro lado, me doy cuenta que espero ansioso el echarme sobre pecho y espalda (mejor entre oreja y oreja) el nuevo "Dear Heather" de un ya septuagenario Leonard Cohen, y que casi prefiero hablar de él antes de escucharlo, por esos miedos a la decepción que este tipo de reencuentros me producen.

Joder, 70 años ya!
Bueno, venga, vale, prometo la semana que viene desempolvar mis viejos vinilos de los Undertones. He dicho los viejos vinilos, no a ellos (que también tienen ya sus años).



Suena la corriente: "I'm your man" - Leonard Cohen

jueves, 21 de octubre de 2004

Estacionamiento limitado

Me da miedo contar, sumar, los minutos que a diario dedico a (tratar de) aparcar el coche, de dejarlo olvidado por un tiempo después de un día (y otro, y otro, y…) con más desasosiegos de los juiciosamente recomendables.

Una vuelta, y otra vuelta, viendo cómo el reloj avanza, cómo me cruzo varias veces con otra gente que está en las mismas, cómo cada vez se me hace más insufrible el tiempo que tardo en poder refugiarme en mi espacio, en mis cosas, en ese útero sobre el que poseo el control.

Ayer me dio todo igual. No se si fueron 60, 90 o más los minutos empleados. Fumaba. Paraba. Seguía. Volvía a fumar. Me alejaba. Volvía. Miraba tiendas. Disfrutaba neones, ruidos, pasos lentos o rápidos, voces, gritos, risas, llantos.

Ayer podía haber pasado horas sin encontrar un lugar donde dejar descansar al monstruo de cuatro ruedas. Porque ayer, ahí dentro, rodeado por cristales en lugar de paredes, sonaba Nick Cave, sangraba "Abattoir Blues", lloraba "The Lyre of Orpheus".

Y yo no necesitaba nada más.



Suena la corriente: "The Lyre of Orpheus" - Nick Cave

sábado, 16 de octubre de 2004

"Besos más dulces que el vino"

El cabronazo lo ha vuelto a hacer. Si algo tengo claro, es la música que quiero que me acompañe en el apocalipsis del mundo (o de mi mundo). Quiero la voz de Tom Waits como fondo sonoro enmarcando la escena de unos ojos cínicos viendo lo ya previsto, cómo todo se va al garete.

"Real Gone", su última rodaja, ha vuelto a atraparme como sólo él sabe hacer. Son canciones en las que el blues, el folk, el country, el rock, se desprenden de oropeles al uso para mostrar su cara más leprosa, su esencia más rítmica, su esqueleto completamente descarnado.

Nos ofrece cánticos propios de una legión de esclavos recogiendo algodón dos minutos antes del fin de todo. Nos asusta con su particular visión de la sangre africana que corre por cualquier ritmo latino (Marc Ribot algo tendrá que ver). Nos muestra a Nashville después de la hecatombe. Pero también nos hace llorar y sentir el dolor/placer de cualquier desamor/amor.

Y como guinda del pastel, adorador como soy de quien sabe cerrar un trabajo clavando espinas en la piel, nos regala un escalofrío, "Day after tomorrow (en apoyo al movimiento Moveon.org) que debería ser escucha obligada para cualquier soldado desplazado a cualquier guerra (aunque una muy en concreto) de las muchas que sangran este principio de siglo, que cada vez parece más el fin de un tiempo.

Por mi parte, sigo con mi whisky y su ritmo.



Suena la corriente: "Day after tomorrow" - Tom Waits

jueves, 14 de octubre de 2004

Los maricones somos mayoría

Leo en el periódico una frase que me hace salir de mi habitual (último) letargo:

"Pobre Europa, los maricones son mayoría".

Si estar en contra de tipejos como Berlusconi y la bazofia humana que atiende por sus ministros es ser maricón, por supuesto que lo soy, somos muchos los maricones.
Si estar en contra de los ángeles exterminadores que se juntaron en las Azores (Barroso estaba olvidado, y es de la misma calaña) es estar en contra de la libertad, lo estoy.
Si estar a favor de un aborto libre, uniones entre quienes se amen y adopciones realizadas desde el corazón, es ser un fundamentalista ateo, lo soy.
Si sentir vergüenza ajena por los desfiles de exaltación militarista, por mucho que me los quieran vender como ejemplo de concordia, me convierte en un vendepatrias, lo soy.
Si más de la mitad de las veces que leo la prensa y veo las noticias, me cabreo, y eso es que soy un amargado, pues lo soy.

No tengo banderas ni patrias, más allá de las prendas y el lecho que comparta con Ella.
No tengo ningún tipo de fe, más allá del cariño por mi gente.
No siento ningún himno, más allá de la música que me acompaña (lagrimita por la muerte hace unos días de Bruce Palmer, bajista de los inolvidables Buffalo Springfield).

En fin, seguiré aquí, con mis soledades.



Suena la corriente: "Do I have to come right out and say it" - Buffalo Springfield

miércoles, 6 de octubre de 2004

Deudor

Le debo besos a Ella.
Le debo cariño a mi gente.
Les debo tiempo a mis amigos.
Le debo horas a la noche.
Le debo música a mi cerebro.
Le debo alcohol a mi hígado.
Le debo un sentimiento sobre Reno a CV.
Les debo un gracias y algo más a los Mistakens.
Le debo dinero al banco.
Le debo trabajo a mi jefe.
Le debo atención a este Río.

Mi balanza comercial está echa una ruina.


Suena la corriente: "She pays the rent" - The Lyres

viernes, 1 de octubre de 2004

Tribus urbanas

Los que vivimos la música como algo más que un mero entretenimiento, algo más que un mero hilo musical de fondo, algo más parecido a una Banda Sonora que remarca los tiempos álgidos de nuestra vida y amansa los momentos relajados, sabemos que esa música influye en nuestros estados de ánimo, y éstos en la elección de aquélla.

Y como también sabemos que no somos otra cosa más que simples (o complejos) animales, pues nuestras diferencias no son muchas.

El caso que es que unos estudiantes de un colegio de Las Palmas de Gran Canaria se han dedicado a hacer unas pruebas sobre la influencia de diversos estilos musicales en unos lindos animalitos, unas ratas que se han tirado diez días, a razón de doce horas diarias, escuchando diversos estilos. Por supuesto, el estudio tiene resultados, y la interpretación de los mismos puede ser una ardua tarea.

El grupo sometido a la escucha continua de canto gregoriano, adelgazó de forma considerable; las que se dedicaron a la música latina, sufrieron accesos de sed incontenible; quienes escucharon isas canarias, aumentaron sus niveles de azúcar en sangre y engordaron; y las que sufrieron doce días de heavy metal entraron en un estado de agresiva hiperactividad.

En fin, yo creo que las gregorianas se hicieron ascetas, las latinas dominaron el merengue y las canarias se pasaron con el mojo picón.
Pero nada me explica por qué las jevilongas se pusieron hiperactivas.
Riff.
Raff.
¿Hiperactivas? Pero, ¿movían sus melenas al viento?



Suena la corriente: "Rat race" - Dr. Feelgood

martes, 28 de septiembre de 2004

Keep me in your heart

Hay canciones, discos, intérpretes que son capaces de tocar la fibra sensible que cada uno tenemos (aunque la tratemos de ocultar). Yo tengo cientos, y algunos hasta olvidados. Olvidos esos que se convierten en recuerdos escalofriantes cuando un presente cualquiera los recupera.

Hay otras canciones, discos, intérpretes que siempre están ahí, cuando los necesitas, nunca terminan de irse, se agarran a ti como si en ello les fuese la vida.

Muchos días (o más bien, muchas noches), cuando necesito sentir, gira y gira en el equipo el último disco de Warren Zevon antes de dejarnos. Y siempre es capaz de emocionarme. De la primera a la última canción, de la primera a la última guitarra, de la primera a la última letra. Ya hace un año que se largó, y no se si serán las circunstancias en que grabó "The Wind" (sabiendo que le quedaban simplemente varios meses para completarlo), pero consigue que yo sienta. Y se lo agradezco.

Coincidiendo con este aniversario, el mes que viene parece que estará en la calle un homenaje en toda regla, "Enjoy every sandwich", en el que participan, entre otros, Steve Earle, David Lindley (hey, qué hay de nuevo, viejo, fuiste uno de los primeros tipos que vi en directo, creo que yo tenía 16 años, hace mucho, mucho), Ry Cooder, Jackson Browne, Pete Yorn, Bob Dylan, Bruce Springsteen, Pixies, Billy Bob Thornton,...

Un día, alguien, a mi lado, lloró mientras escuchaba su versión del "Knockin’ on heaven’s door", y no me extraña. Aunque aquella vez tal vez fuera mi culpa. Lo siento. Pero yo lloro (un whisky ayuda) mientras suena "Keep me in your heart".

Yo lo hago. Y terminar un disco de esta manera, es todo un sueño.



Suena la corriente: "El amor de mi vida" - Warren Zevon

jueves, 23 de septiembre de 2004

No me gusta que me maten

Paseaba por una especie de parque, no tengo muy claro si era al aire libre o cerrado. Había bastante gente, pero tampoco recuerdo si se celebraba algo especial o simplemente era una multitud paseando sus rutinas.

Empezaba a dar vueltas en la cama. Me suelen agobiar las multitudes. Nada importante, problemas míos con la raza humana.

De repente decidí que me marchaba y me dirigí hacia una especie de salida, sin concretar si era una puerta o una desembocadura en una calle de dimensiones grandes.

Me sentía más relajado. Iba hacia espacios más respirables.

Me crucé con un grupo de gente. Estaban como en corro. Y sin saber por qué, les mantuve la mirada. Y algo debí ver. Porque desde ese momento, sabía que estaba en problemas.

Mis movimientos en la cama los imagino más convulsos, a tenor del estado en que estaba el edredón.

Comencé a caminar a paso más rápido, casi corriendo. Instintivamente, subí por una escalera, y decidí esconderme tras el posamanos. Un coche, a buena marcha, se dirigía hacia el lugar donde me encontraba, y pasó bajo la escalera.

Gotas de sudor empezaron a empapar mi frente. Supongo. La almohada estaba mojada.

Me incorporé tras el posamanos, y ya fuera del coche, el grupo con el que me había cruzado antes me miraba desde abajo. No se si en un acto reflejo de una valentía inexistente o de una cobardía suicida, bajé por las escaleras hacia ellos. Este malentendido había que aclararlo. Realmente no tenía ni idea de qué coño es lo que había visto que estuvieran haciendo.

Supongo que el corazón latía más fuerte de lo normal. Intuía que algo iba mal. Muy mal.

A medida que me aproximaba a ellos, sabía que estaba en serios problemas, pero algo me empujaba a seguir de frente. Por otro lado, no había manera de salir corriendo.

Aún ahora mismo, odio no haberme despertado en este preciso instante.

Sin mediar palabra, un tipo con barba rala saca de entre su camisa un periódico y lo pone frente a él. Sé que detrás de esas hojas impresas hay algo. Puedo escuchar el ruido del percutor mientras se levanta.

Bang. Bang.
Joder, vaya estropicio, en todo el estómago.
Estoy muerto.



Suena la corriente: "Bang Bang" - Iggy Pop

miércoles, 22 de septiembre de 2004

El nuevo profesor

Hola mami.

La seño nos ha mandado hacer una redacción sobre los nuevos profesores que tenemos este año en el cole.

Hay uno que nos ha asustado mucho. Es un señor bajito (nos han dicho que no nos oiga, que creo que le molesta mucho), con bigote, y que todo el rato pone los pies encima de la mesa.
Habla como si estuviera enfadado con nosotros, no entiende cómo no podemos entenderle, y tiene un acento rarísimo. Nos ha contado que un señor muy malo que va haciendo daño a todo el mundo lleva más de mil años peleando contra él, pero que él es un caballero muy fuerte y que lleva mucho tiempo peleando por el bien de su religión y de su país, y que aunque es muy viejo, va en tren y en avión. Bueno, creo que no le hemos entendido bien, pero es que es un tío muy raro, ya te he dicho.

También dice que solo hay un señor muy fuerte y muy listo, tanto que tiene mucho dinero y mucho petróleo, y que es tan fuerte que pelea para tener más dinero y tan listo que hace creer que lo hace por los demás. Todos los que no están con él, son malos, y además dice que le habla dios durante el desayuno, o algo así. Ya sabes que no le entiendo muy bien.

Nos cuenta que le han robado, que el tenía una cosa muy bonita, que le hacía sentirse muy bien y muy fuerte, pero que vino un señor con zapatos, se montó en un tren con unos moros, y le robaron todo. Y encima nadie le defendió. Creo que quería darnos pena.

Alonsito y yo le llamamos a este nuevo profesor "el bisagra", porque creo que se está todo el día agachando delante del dire.

Pero tengo que decirte que me da miedo.
Me gustaría que papá y tú me sacarais de aquí. Ya se que decís que es por mi bien, pero eso mismo dice el profesor nuevo.



Suena la corriente: "No guru, no method, no teacher" - Van Morrison

lunes, 20 de septiembre de 2004

Los huevos de Steve

Imagino que escribir una letra como la que transcribo a continuación tiene que ser arriesgado, tal y como están las cosas:



I used to listen to the radio
And I don’t guess they’re listenin’ to me no more
They talk too much but that’s okay
I don’t understand a single word they say
Piss and moan about the immigrants
But don’t say nothin’ about the president
A democracy don’t work that way
I can say anything I wanna say

So fuck the FCC
Fuck the FBI
Fuck the CIA
Livin’ in the motherfuckin’ USA

People tell me that I’m paranoid
And I admit I’m gettin’ pretty nervous, boy
It just gets tougher everyday
To sit around and watch it while it slips away
Been called a traitor and a patriot
Call me anything you want to but
Just don’t forget your history
Dirty Lenny died so we could all be free


Ese pensamiento único de extrema derecha que desde los Estados Unidos (con la inestimable ayuda de monaguillos de tres al cuarto, pero peligrosos, muy peligrosos) tachará esas letras de satánicas, obscenas, injuriosas, antipatriotas, propias de algún joven punk antisistema, de alguien sumido en el marginalismo social, de algún compañero de viaje de Bin Laden.

Bien, tiene casi 50 años, ha crecido en el profundo Texas, grabado con las mayores luminarias de Nashville, compuesto música con profundas raíces americanas, creado sabrosas rodajas de country y rock.

Steve Earle ama profundamente su país, su cultura y su música, pero odia lo que está pasando. Y sabe expresar lo que muchos sentimos. De sobra lo demostró en su anterior "Jerusalem", describiendo el estado anímico en que quedó su país tras el 11-S (aunque desde una perspectiva distinta a la oficial, claro está).

No tengo ni idea cómo puede estar funcionando comercialmente su nuevo martillazo a las conciencias "The revolution starts... now", pero mira, casi que me lo imagino. Aunque yo pienso desgastarlo, y a conciencia.
Gracias, amigo; huevos, desde luego, te sobran.



Suena la corriente: "The revolution starts... now" - Steve Earle

jueves, 16 de septiembre de 2004

Johnny Ramone (8 Octubre 1948 - 15 Septiembre 2004)


Huérfanos.
De nuevo.
Una vez más.



Suena la corriente: "Beat on the brat" - Ramones

miércoles, 15 de septiembre de 2004

Oigo caras, veo voces

Os voy a contar una cosa. Sí, soy una puta estrella del rock. Pero además es que soy un jodido genio. No sé si os habéis dado cuenta de ello, pero yo lo tengo muy claro. Soy lo que se dice un autor prolífico, y además el porcentaje de jodidas bellezas que salen de entre las cuerdas de mi guitarra es altísimo.

Y bueno, los mamones de los críticos andan ahora cabreadillos conmigo, pero qué más da. Aún guardo las alabanzas sin fin que escribían cuando me consideraban la estrella emergente de lo que habían etiquetado como alt-country.

Qué tiempos aquéllos de los jodidos Whiskeytown. Y además, por si no lo sabéis, en el argot de mi ciudad Whiskeytown es la manera que tenemos de decir que uno se está emborrachando. Porque en mi calidad de estrellona, me encanta emborracharme. De hecho, me pasaría el día bebiendo, fumando, al fin y al cabo, de eso se trata, no, sexo, drogas y rock&roll. Y siempre ha sido así.

Vamos, que el otro día di un concierto en una ciudad por Europa, no sé muy bien, está nebuloso, pero creo que era Vitoria, casi como la de los Kinks, o algo así. Quince minutos de inicio cojonudos. Los palurdos no daban crédito. Pensaban que me iban a ver en plenitud. Abrid vuestras jodidas mentes. Que soy una jodida estrella. Y claro, empecé a escuchar voces, a ver cosas raras, y me di cuenta, que sí, Ryan, que tú no eres el cabronazo del Bryan, y estos jodidos aldeanos tal vez no lo sepan.

Ah, y esta mierda de músicos que me acompañan, qué coño se han creído. Paso de ellos, paso de vuestra jodida cara, paso de todos. Yo lo que quiero es emborracharme. Yo lo que quiero es seguir siendo una estrella. A ver si pueden seguirme.

Recordad esos quince minutos. Recordadlos y moriros. O vivid para contarlo.
Os quiero, aunque vosotros a mí no.
Fucking crazy man.
Estoy jodidamente chalado.
Como vosotros. O no?



Suena la corriente: "La Cienaga just smiled" - Ryan Adams

lunes, 13 de septiembre de 2004

Sabores (agridulces) vividos

Me acurruco en la cama, y deseo que lleguen ya los días en los que el fresco te reconcilia con una buena manta. Y pienso en los recuperados besos de Ella, preguntándome cómo es posible pasar tantos días sin su sabor. Y pienso en que mañana escribiré algo sobre el Azkena Rock recién vivido, acaso comparándolo con el del año pasado.

Y me duermo con unas guitarras dando vueltas por la cabeza, con el dulce placer que un tipo me ha hecho sentir, con la idea de que Matthew Sweet, él solito, ha merecido todo un fin de semana, que ha sido uno de esos conciertos que son capaces de estremecerme. Y sigo pensando que mañana debo escribir algo sobre ello. Y ya en sueños, se cuelan canciones de Josh Rouse, de Lanegan, de Fun Lovin’ Criminals, de Jonny Kaplan, de Silos (cómo poder olvidar "The Only Love), de Screamin’ Cheetah Wheelies y de Violent Femmes. Y se cuelan las gigantescas imágenes de unos cantantes que se echan de menos, demasiado de menos, en viejas glorias como MC5 y los Groovies. No, ya no pueden ser los mismos.

Y ya avanzada la noche aparecen por esos pasillos oníricos gente, mucha gente a la que he vuelto a ver, con la que he recuperado tiempos perdidos. Gente a la que he conocido, y a la que todavía debo tiempo, mucho más tiempo del otorgado, para disfrutar del Cielo Vacío.

Y casi al despertar, aún en esa duermevela deliciosa, en la cabeza, venga, escribe sobre lo bueno y lo malo, como el año pasado, un comentario para cada uno, reparte tu justicia, juega a crítico.

No, este año no. Ya está vivido. Ya está contado.



Suena la corriente: "In reverse" - Matthew Sweet

jueves, 9 de septiembre de 2004

Aguacero

¿Será que el mundo se ha convertido en un remanso de paz, sin guerras, sin muerte, sin malnacidos? ¿Será que el sol brilla todas las mañanas? ¿Será que el trabajo es maravilloso, distendido, relajado, bien pagado? ¿Será que mi vida ha entrado en un periodo de excitantes actividades sin fin que no me dejan un minuto libre? ¿Será que en vez de sentir el cielo desplomado sobre mi cabeza, levito de gusto en cuanto abro un ojo temprano en la mañana?

¿O será, por el contrario, que mi discutible intelecto aún no ha asumido el fin de las vacaciones y ha decidido estar más perezoso de lo habitual?

Supongo que la explicación al cada vez mayor espaciamiento entre escrito y escrito en este río es más prosaico. Pero al fin y al cabo, como Capitán de la gabarra, tengo el derecho a marcar los nudos.

Así que bueno es sentarse a ver pasar el aguacero.

Tal vez este fin de semana, el Azkena Rock Festival logre despejar los nubarrones que puedo apreciar en el horizonte.



Suena la corriente: "Clouds" - Buffalo Tom

sábado, 4 de septiembre de 2004

Popeye satisfecho

Durante este corto (cortísimo) periodo de vacaciones por fin le he hincado el diente al libro "Rolling Stones. Los viejos dioses nunca mueren" de Stephen Davis que tenía aparcado desde hace tiempo. Y no, no quiero hablar de la deleznable traducción (porque he de suponer que su original inglés tendrá mayor respeto gramatical).

Que a los Stones, empezando por el propio Keith Richards, nunca les gustó "(I can't get no) Satisfaction" es algo que ya era sabido. Pero desconocía los sabotajes internos que ya empezaban a producirse.

El siempre magnético y llorado Brian Jones cada vez estaba más a disgusto con el alejamiento estilístico que se iba imponiendo respecto a su primigenio e incendiario rhythm & blues. Y odiaba esa canción. Cuando cerraban sus conciertos con ella, utilizaba su guitarra o su armónica para atacar con una contramelodía de fondo, que para él era a lo que sonaba Satisfaction: Popeye el marino soy... (siempre he pensado que el ácido de aquella época debía ser gloria bendita). Ver cómo Mick y Keith se subían por las paredes del cabreo debía ser impagable.

Hoy, Ella, desde el exilio que nos separa, me ha mandado al móvil la melodía de Popeye, que ya siempre sonará cuando sea el suyo el que me llame. Teniendo en cuenta que siempre he considerado a las espinacas del marino tuerto como el primer caso de doping publicitado, busco por los altillos de mis armarios mi vieja armónica, para "contramelodear" a labio batido.

Y alguien me grita "abuelo, bájese de la escalera, que se nos va a desgraciar!".

Y que quede constancia que a mi, la versión primitiva, la del 65, me encanta (no, por nada, no sea que el bueno de Kizz se me soliviante y emprenda acciones extrajudiciales).



Suena la corriente: "Singles Collection: The London Years" - Rolling Stones

jueves, 2 de septiembre de 2004

Entradas

Mis entradas siempre son vagas, lentas, ojerosas, irritables, despreciables. Y esta no iba a ser distinta.

El trabajo se empeña en recuperar su perdido estatus de caníbal, devorando todo atisbo de relajación para un inicio prudente. Los periódicos te ofrecen su habitual ración de sangre, muerte y miseria. Tu gente aún trata de desperezarse enfrentándose a demonios no muy distintos a los tuyos. Y para colmo de males, Ella aún no ha entrado y sigue lejos.

Te aferras a imágenes y sensaciones vividas y deseas que la rutina acampe cuanto antes, con la misma intensidad con la que la rehuías hace apenas unos días. Y te marcas objetivos pequeños, estúpidos, pero que ayudan (joder si ayudan): guitarras próximas, encuentros esperados, besos futuros, risas no forzadas...

Vamos, que una piltrafilla es lo que parezco.
Y para terminar de joderlo, mis "adorados" Bush, Blair y Aznar siguen libres.
Venga, calma, calma, que no veas qué invierno me espera.

Y alguien me grita "abuelo, deje usted de murmurar, que ya está la cena!".



Suena la corriente: "Waiting" - The Skeletons

viernes, 13 de agosto de 2004

Me las merezco (creo)

Pues bien, ya que todo el mundo cuenta, alardea y hace gala de sus maravillosas vacaciones, he decidido no ser menos. Ahora me toca a mí. Vais a saber lo que es bueno.

En fin, tampoco es para tanto, seamos sinceros. Quince simples días que espero sean suficientes para desconectar de algunas cosas, y reconectar con otras.

Y mañana me agarro el petate, me agarro a Ella, me agarro al asiento del avión y me voy para Amsterdam. Que me han dicho que hay unos canales muy bonitos. Unos cuadros de pintor sin oreja que quitan el hipo. Unos mercadillos que actualizan el ropero en un instante. Unos conciertillos de lo más amenos (ya tenemos nuestras entradas para ver a Mark Lanegan el martes, así tendré base para opinar de cara a su visita al Azkena Rock). Ah, y también he oído por ahí que hay unas Gutiérrez de lo más sabrosas (nada, nada, que solo me lo han contado).

En fin, una semanita por esa Europa (vieja o nueva) que nos desintoxique de estos fardos que cargamos.

Que ustedes lo pasen bien, y ya veremos si somos capaces de encontrar puertos donde recargar el depósito de este navío.



Suena la corriente: "Amsterdam" - David Bowie (Jacques Brel)

miércoles, 11 de agosto de 2004

Un año de travesía

No tenía mucha idea en qué podía derivar este caudal (aunque me inclinaba porque se convirtiera en un mero afluente). Un año después sigo sin tenerlo muy claro. Pero el tiempo pasa rápido. Y al menos, sigo estando plenamente de acuerdo con el subtítulo. Continúo dando mis paseos por el río que empapa la vida (vale, algo pretencioso, pero uno es así).

Más de 10.500 visitas (un dato no muy fiable, cierto, que yo me visito a menudo), más de 150 escritos (unos mejores, otros peores, algunos olvidables, varios muy queridos), tropecientos comentarios (esos sí que no los tengo contabilizados, al fin y al cabo, son vuestros) y algunas personas a las que ya considero puertos por derecho propio de este río.

No es mal balance. Nada pretendía al integrarme en este festival de vanidades que son las bitácoras, luego no me quejo. Ni idea cuándo desembocará en el mar. Algunas veces he pensado que estaba apunto de hacerlo, pero tras el meandro, el horizonte continuaba lejos.

Así que seguiremos navegando. Solo eso.
Con vosotros, tripulantes.
Y como todo marino que se precie, con Ella de bandera.



Suena la corriente: "Happy birthday to me" - Cracker

jueves, 5 de agosto de 2004

Guitarras dignas

Los neocon norteamericanos enrojecerán de ira. Y lanzarán toda una sarta de improperios. Son expertos. Escondida bajo esa denominación está la extrema derecha de toda la vida, la que entiende la democracia simplemente como una vía más para el beneficio empresarial, la que acepta la vida humana siempre que coincida con su interés, la que no duda en disparar a la sien (metafórica o literalmente hablando) contra quien esté enfrente de ella. Ahora se llaman de otra manera, pero son los mismos.

Los mismos que en España se llaman liberales. Está de moda cambiar el apelativo.

El caso es que un grupo de músicos americanos ha organizado una gira bajo el lema Vote for Change (Vota por el cambio). Y ahí están Bruce Springsteen, R.E.M., Jackson Browne, Dave Matthews, Death Cab for Cutie, John Fogerty, Ben Harper, John Mellencamp, My Morning Jacket, James Taylor, y más gente, todos ellos con altar privilegiado en mi santuario particular. Serán presentados por MoveOn PAC y en apoyo de la organización America Coming Together (ACT).

Todos estos movimientos, más que un apoyo al candidato John Kerry (que de hecho sí que lo es), pretenden hacer ver a miles de americanos que el actual presidente George W. Bush y toda su camarilla son algunos de los infraseres más peligrosos que actualmente campan por el mundo.

Esos neocon, rojos de ira, les llamarán antipatriotas, enemigos de la libertad, conniventes con los terroristas. Les echarán en cara su patria, su religión, su democracia.

Nada que no haya pasado por aquí. Estos liberales también escupen antipatriotismos, antiamericanismos, anticristianismos. Pero yo le escupo a su patria, a su religión, a su democracia. No son las mías.

Releo esos nombres y da gusto, mucho gusto.



Suena la corriente: "R.O.C.K. in the U.S.A." - John Mellencamp

miércoles, 4 de agosto de 2004

Domingo 1 de Agosto: El día en el que cerraron las puertas

Andy, desde Paraguay, me remite este correo. Espero que a su autora no le importe que lo publique. Por y para mi "otra gente"

"Que diferente esta todo.  Las calles de Asunción están mustias y solitarias, pareciera que todo se detuvo por un momento, esperando despertar de una pesadilla. El silencio aturde, ensordece, y el aire que se respira es un aire de agonías. Los rostros ardiendo se apoderaron de los vientos y nos dieron parte en dolor de su muerte.

En el denso silencio, solo se escuchan los gritos de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de la abuela con los regalos, del chico del carrito, del señor de las verduras, de nuestra gente, de nuestro pueblo suplicando por un segundo más, un segundo solamente, para intentar salvar sus vidas de la furiosa llama de la muerte.

Eran familias enteras en un domingo de supermercado preparando el entrañable almuerzo familiar, eran festejos, eran madres y padres llevando con amor el sacrificio de todo un mes a la casa, eran niños eligiendo lápices de colores para las tareas de la escuela, eran madres eligiendo las mejores verduras para sus hijitos, eran niños deseando impactados unos juguetes, eran sueños, eran proyectos, eran vidas.

Creo que se los puede escuchar aún:
- ¿Mamá por qué cerraron las puertas?
- ¡Señor no queremos robarle, es que nos cuesta respirar, es que nos lastima el fuego!
- ¡Cuidado, no pisen a la niña!
- ¡ Abra Señor, mis hijos me esperan!
- ¡Abra Señor mi familia esta adentro!
- ¿Papá?
- ¿Mamá que pasa?
- ¡ Señora siga caminando!
- ¡Abuelo no te mueras!
- ¡Abra por favor!,
gritos que retumban en nuestros oidos y no nos dejaran olvidar el dia que se cerraron las puertas a sus vidas.

Más de trescientos cuerpos presos en una lujosa y moderna trampa de muerte, trampa de colores con olor a pan fresco, caldera con ductos de aire acondicionado, templo mezquino de fieles ingenuos.

Estuvimos con ellos, quisimos defenderlos, quisimos ayudarles a respirar, tiramos piedras contra la trampa y rompimos sus ventanas, abrimos huecos en las paredes de la trampa, pero la trampa era demasiado fuerte y el fuego traicionaba a su favor.

Hoy hay puestos de trabajos vacíos, hoy hay sillas en las guarderías vacías, hoy faltan abrazos de madres, hoy faltan consejos de abuelos, hoy falta alguien que empuje la hamaca, hoy sobra un plato en la mesa, hoy falta una canción, hoy falta uno en el equipo de fútbol, hoy faltan los que cayeron en la trampa.

Familias enteras se enfrentaron al fuego tomados de los brazos, otras personas lo hicieron abolutamente solas, ancianos, jóvenes, niños, pero todos estaban unidos en un solo grito que hizo temblar la tierra y la trascendió, dando testimonio del dolor, la desesperación, la impotencia,
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ABRAN LAS PUERTAS!!!!!!!!!!!!.
Se abrieron las puertas del Cielo."



Suena la corriente: "Door" - Van Der Graaf Generator

lunes, 2 de agosto de 2004

Tristeza guaraní

Soy de esas personas que tratan de identificarse lo máximo posible con el lugar donde se encuentran y las gentes que lo habitan. No, no siempre se consigue, pero cuando lo haces, experimentas una sensación de expansión muy difícil de limitar.

Cinco años de mi vida viví en Paraguay. Llegué solo, sin conocer a casi nadie. Las relaciones que pudiera establecer tenían que suplir la ausencia de mi gente. Y fueron tan intensas, que pasaron a engrosar lo que yo llamo mi "otra gente". Yo no soy de un sitio. Soy de muchos. A ningún sitio le juraré fidelidad, lealtad o sentimiento eterno. Se lo haré a muchos. No tengo raíces, y tengo muchas.

Leer los sucesos de ayer me espanta, me apabulla. Y empieza el goteo casi imperceptible de señales, de correos, de llamadas, de funestos listados, para comprobar que toda mi "otra gente" está bien. Parece que sí.

Pero quién sabe si alguna vez, en algún momento fugaz, estreché una mano, di un abrazo, intercambié alguna conversación, crucé una mirada, dejé un beso, recibí una caricia, compartí un lecho con/a/de alguna de esas personas que ya no están. La vida está hecha de momentos y gentes que perduran, y de otros fugaces, que pasan sin hacer ruido, que se olvidan, para recordarlos entre brumas futuras.



Suena la corriente: "Curuzú Verá (Al natural)" - Paiko

viernes, 30 de julio de 2004

¿Hay alguien ahí?

Son estos unos días en los que todo parece ir despacio, muy despacio. Alejados de quienes empaquetan sus prisas y ansias en las maletas que les acompañarán en sus inminentes vacaciones, los que aún tenemos por delante bastantes días de entrañable trabajo observamos el mundo como si estuviera deteniéndose.

Todo parece que aminora su velocidad, las llamadas telefónicas, los viajes profesionales, los contactos, los correos electrónicos. Incluso nos permitimos boutades como pasear con traje y corbata entre descamisados y sonrojados turistas que nos miran como atracciones típicas de la ciudad que visitan.

Pero está bien este lento discurrir del tiempo. A nosotros también nos engancha. Y me doy cuenta que hoy tenía pensado hablar de un fantástico concierto de Israel "Cachao" López que saboreé en Madrid…, pero hace ya seis días. Así que mejor lo dejo.

Y sueño con convertirme en Mehran Karimi Nasseri, un iraní que desde el año 1988 lleva viviendo en la zona de tránsito del aeropuerto Charles de Gaulle de París. O sea, en tierra de nadie. O sea, en un lugar donde el tiempo es un dictador para los miles de viajeros que pasan ante él, pero algo eterno para él mismo.

Vaya, no sé qué tal aguantaré hasta mis vacaciones. Y no creo que importe.
Por cierto, ¿hay alguien ahí?



Suena la corriente: "No man's land" - Syd Barrett

martes, 27 de julio de 2004

¿Verdad o ilusión?

La conoció una noche de juerga, celebrando una despedida de soltero que duró tres días. Estaban en una frontera casi sin ley entre dos países donde aquélla tampoco imperaba mucho. Al principio le hizo gracia que cobrara, al fin y al cabo, es lo que habían ido buscando. Se cayeron bien, y ya se empezaron a ver con asiduidad y sin intercambio pecuniario.

Solían quedar entre sus jornadas laborales. Al finalizar la de él, le llamaba, daban un paseo, cenaban algo, tenían sexo, y luego ella se preparaba para iniciar la suya.

Nunca se echaron en cara nada. Eran dos personas completamente libres, hicieran lo que hicieran con sus vidas y sus trabajos. No podían juzgarse, no podían exigirse.

Meses después, un día ella le comentó que dejaba todo aquello y volvía a su pueblo del interior. Que gracias. Que le recordaría.

Un amigo le comentaba que él había ayudado en ese cambio. Pero él lo único que sentía era que había sido un poco cabrón.

Rewind real.
Rewind virtual.

La conocí.
Estaba.
Me hizo.
Había ido.
Nos caímos.
Nos empezamos.
Solíamos.
Nuestras jornadas.
La mía.
Dábamos.
Cenábamos.
Teníamos.
Nos echamos.
Éramos.
Hiciéramos.
Hiciéramos.
Nuestras.
Nuestros.
Podíamos.
Juzgarnos.
Exigirnos.
Me comentó.
Me recordaría.
Me comentaba.
Yo había.
Yo sentía.
Un poco cabrón.



Suena la corriente: "Viridiana" - Joaquín Sabina

jueves, 22 de julio de 2004

Peligro social

Cuando la boda de la tal Letizia, ellos, muy monos vestidos de negro y púrpura, dijeron que el hecho de que fuera divorciada no era problema porque para la Iglesia Católica los matrimonios civiles simplemente eran como si no existieran.

Muy bien, siempre a su favor, pero lograron aclararme algunos puntos. Y me quedé satisfecho.

Pero coño, ahora ellos, que siguen muy monos vestiditos de negro y púrpura, arremeten contra los matrimonios entre homosexuales porque "son una injusticia, una discriminación y atentan contra el justo orden social". Vamos a ver, doy por hecho que el matrimonio entre estas personas va a ser siempre por lo civil, y si antes no existía este tipo, ¿ahora es tan peligroso?

Y esta gente tan negra y tan púrpura, tan mona ella, avisa del "inminente peligro para todo el sistema económico", así como acusan al parlamento de "excederse en sus atribuciones".

¡Alabado sea el altísimo! No solo quieren salvar nuestras almas, también nuestros dineros. Y encima ya no se erigen únicamente sobre el bien y el mal, sino por encima incluso del propio parlamento. Claro, es que su reino no es de este mundo.

Pues yo, que a veces también visto de negro (aunque sea un hombre tirando a gris) y que soy mono (resultón, decía mi abuela), estoy por hablar seriamente con Ella, pedir una excedencia en mi heterosexualidad, y buscar candidato para contraer uno de esos matrimonios tan peligrosos. Será porque me gusta pasear por el límite, o sólo por tocarles un poco las pelotas.

P.D.: Leo esta mañana que ahora equiparan dichas uniones homosexuales a la posibilidad de que se permitieran uniones de más de tres personas, tres hombres y cinco mujeres, por ejemplo. Vamos, variaciones de dos elementos tomados de varios en varios, o algo así.
Pues mira, igual terminan cayéndome simpáticos, si consiguen tamaña proeza.



Suena la corriente: "Russian roulette" - The Lords of the New Church

martes, 20 de julio de 2004

Cielo Vacío


Desde esta tarde,
miro al cielo
y parece que llueve.

Bye, hermano

.

Suena la corriente: "Empty sky" - Bruce Springsteen

viernes, 16 de julio de 2004

Padre

Pasamos fugazmente por aquí. Ya lo sabemos, pero realmente cuesta adaptarse a ello. Nos creemos el centro de todo, seres en derredor de quienes gira media vida. Pero claro, hablamos de nuestra vida, y eso lo es todo.
 
Y cada vez que ésta nos da un susto, por momentos nos desarbola, nos desorienta, nos hace sentirnos perdidos.
 
Hoy a las tres de la mañana he sentido esa desorientación. Seguir a una ambulancia por calles vacías hiela la sangre. La sala de espera de unas urgencias nocturnas hiela la vida.

Pero ésta sigue. No queda otra. Por esta vez todo ha terminado bien. Y uno se da cuenta de lo mucho que quiere, y lo mucho que necesita ser querido.



Suena la corriente: "My father's house" - Bruce Springsteen

jueves, 15 de julio de 2004

Premios veamos

Leo con sumo respeto todo lo relacionado con la concesión del premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004 a Paco de Lucía. Me suelo acercar al flamenco como el que lo hace a algo que se le escapa, el que es consciente que por mucho que lo intente, le va a costar captar su esencia.

Hace muchos años hice mis pinitos escuchando a Lole y Manuel, después con la leyenda viva, Camarón, y aún hoy dedico cierto tiempo a Enrique Morente, a quien me pusieron en bandeja los chicos de Lagartija Nick en aquella extraña joya llamada "Omega".

Y mi amor por la guitarra, que en mi imaginería particular siempre evocará las curvas femeninas, me llena de respeto hacia Paco de Lucía.

Pero a continuación leo sobre los otros tres candidatos derrotados: Andrew Lloyd Webber, Maurice Bejart y… ¡Bruce Springsteen!

Oh, cielos, después de ver en Asturias a Woody Allen fagocitado por el boato monárquico, ahora sólo me faltaba esto (y ya puedo rascarme el sarpullido que siento al pensar en Patti Scialfa departiendo con la Letizia).

Mi querido Boss, tú a lo tuyo, que es lo nuestro, y deja que nosotros pechemos con los principitos.
¡Dios, jodidas noticias!



Suena la corriente: "The River" - Bruce Springsteen

martes, 13 de julio de 2004

De paso...

Vuelves a casa tras un periplo geográfico impuesto por el trabajo (y al que has podido añadir un pequeño apéndice personal, familiar, que, para no estar de vacaciones, es muy agradecido). La carretera cansa, pero la música (siempre ella), ayuda a devorar kilómetros (que han sido muchos).

Y te apetece estar de nuevo con Ella, que siempre alegra una llegada y esperanza una partida.

Y luego, cuando ya en la cama el cansancio empieza a vencerte, se te ocurre dar un paseíto por esos canales que el infierno nos manda. Y te encuentras con una de esas películas que tocan (tronchan, rasgan, cuartean) tus fibras sensibles. "Lugares comunes" será una obra menor dentro del cine del argentino Adolfo Aristarain (así dicen los críticos), pero tiene esa capacidad de emoción que ya me transmitieron otras delicias, como aquélla joya llamada "Un lugar en el mundo" (cuántas veces he pensado si, por no estar atento a lo que hay que estar, se me pueda haber escapado el mío).

Lugares comunes, otoños climáticos y vitales, cielos nublados, despedirnos como si no hubiéramos siquiera pasado…

Y sí que estamos. Apoyo la mano en su cadera. Duerme. Pero está a mi lado. Y yo.



Suena la corriente: "Pampa del indio" - Varios

jueves, 8 de julio de 2004

Tiros y bombas

Bien. Es duro llegar a un pueblo de la costa levantina con la única intención de mantener unas reuniones de trabajo (mientras el resto de la gente pasea medio en pelotas camino de la playa).

Es duro que el hotel en el que me alojo esté algo más que lejos de dicha playa, y que además tenga tantos años, que sus líneas telefónicas y mi portátil se enfrentan a un abismo tecno-generacional de dificil solución.

Es duro que me tenga que ir a un ciber a enviar correos de trabajo, pero si encima me encuentro que en lugar de uno de esos ciber centrados en la navegación, éste parece una discoteca, llena de jovencitos abducidos por sus juegos en red y con una música chunda-chunda que aturde, ya más que duro, es la hostia.

Pero es durísimo comprobar que, por los inhumanos gritos que están pegando tres pendejos a mi espalda, creo que los tiros y bombas que están recibiendo en sus pantallas deben ser reales.

En fin, me voy a toda leche al coche a acurrucarme con mis sonidos.
Y ya habrá tiempo para volver a casa.
Y ya hay ganas para volver a Ella.



Suena la corriente: "Koniec" - Chucho

viernes, 2 de julio de 2004

Marlon Brando (3 Abril 1924 - 2 Julio 2004)


"He visto horrores. Horrores que tú has visto.
Pero no tienes derecho a llamarme asesino.
Tienes derecho a matarme.
Pero no tienes ningún derecho a juzgarme"
Coronel Kurtz (Marlon Brando)
Apocalypse Now (1979 - F.F. Coppola)



Suena la corriente: "The End" - The Doors

Mi amigo el marino

Hoy he leído un artículo que no me puedo resistir a transcribir, al menos en su esencia. Quien ya lo haya leído, lo habrá disfrutado. Es una historia real descubierta tras la desclasificación de unos documentos secretos de la antigua Unión Soviética.

"Aquel sábado fue el día crucial de la crisis. Un avión espía U-2 había sido derribado sobre Cuba y otro fue atacado por cazas Mig sobre Siberia. El Estado Mayor había ordenado la invasión de Cuba para las 16:00 de esa tarde. Un total de 2.952 dispositivos nucleares en ICBM, submarinos Polaris y bombarderos SAC estaban preparados y en alerta. Robert McNamara recordó más tarde que pensó que no alcanzaría a ver el alba. Y en la reunión del Estado Mayor se supo del incidente.

Al parecer, el algún momento del encuentro de los navíos rusos y americanos cerca de la línea de bloqueo un destructor americano dio el alto a un carguero escoltado por un submarino soviético. El submarino lanzó entonces un disruptor de sónar que el capitán del destructor confundió con un torpedo, y al que respondió lanzando cargas de profundidad sobre el submarino. Fueron escasos minutos, pero tensos. Finalmente, el carguero dio la vuelta, seguido por el submarino. Eso es lo que sabíamos y se narra en cientos de libros y varias películas.

Lo que ni Kennedy, ni ninguno de sus consejeros, ni nadie, sabían en aquel momento es que los tres submarinos soviéticos que acompañaban el convoy estaban provistos de torpedos con cabeza nuclear. Y lo que es peor aún, debido a la dificultad para establecer comunicaciones, disponían de la opción táctica para utilizarlos, es decir, Moscú les había autorizado a hacer uso de esos torpedos sin solicitar autorización: bastaba que los tres primeros oficiales del submarino dieran su visto bueno. De ocurrir tal cosa, el riesgo de conflagración nuclear era inmenso y, este caso, como había señalado Eisenhower, el hemisferio norte desaparecería del mapa humano.

De modo que, mientras descansábamos de nuestras ocupaciones normales aquel sábado de otoño, un submarino soviético B-59 estaba siendo zarandeado a pocos cientos de metros de la superficie por las cargas de profundidad de un destructor americano. Las cargas explotaron justo al lado del casco, recuerda Vladimir Orlov, el oficial de inteligencia del submarino. "Era como estar sentado en un barril de metal que alguien golpea continuamente con un martillo". Según relatan los testigos, en el submarino reinaba el caos, les faltaba el aire, pues llevaban 17 horas sumergidos, los marinos se desmayaban y los oficiales le gritaban al capitán que lanzara sus torpedos y hundiera el destructor americano. El capitán no sabía qué hacer, e incluso se preguntaba si la guerra mundial había estallado ya por encima de sus cabezas.

Pues bien, en ese instante brutal se jugó la suerte del mundo. Se reunieron los tres oficiales para tomar una decisión. El capitán votó a favor de lanzar los torpedos. El segundo oficial secundó la propuesta. Pero el tercero, el comandante adjunto, un marino llamado Vasili Arkhipov, votó que no y consiguió calmar al capitán. Las cargas de profundidad cesaron debido a una llamada urgente de Washington. Quince minutos después de que el embajador soviético Dobrynin saliera de la Casa Blanca llevando un mensaje urgente del presidente Kennedy para Khrushchev, el submarino salió a la superficie. A la mañana siguiente, Khrushchev retiraba los misiles de Cuba a cambio de la retirada de los misiles americanos de Turquía.

… Quizás hoy todos le debamos la vida a un desconocido marino que tuvo la serenidad de decir no."
Emilio Lamo de Espinosa. El País, 2/07/04.

Hubiera soñado escribirlo yo. Y agradezco que en aquélla época, mentecatos como Bush se dedicaran exclusivamente a emborracharse hasta perder el control.



Suena la corriente: "Misiles hacia Cuba" - Derribos Arias