viernes, 30 de julio de 2004

¿Hay alguien ahí?

Son estos unos días en los que todo parece ir despacio, muy despacio. Alejados de quienes empaquetan sus prisas y ansias en las maletas que les acompañarán en sus inminentes vacaciones, los que aún tenemos por delante bastantes días de entrañable trabajo observamos el mundo como si estuviera deteniéndose.

Todo parece que aminora su velocidad, las llamadas telefónicas, los viajes profesionales, los contactos, los correos electrónicos. Incluso nos permitimos boutades como pasear con traje y corbata entre descamisados y sonrojados turistas que nos miran como atracciones típicas de la ciudad que visitan.

Pero está bien este lento discurrir del tiempo. A nosotros también nos engancha. Y me doy cuenta que hoy tenía pensado hablar de un fantástico concierto de Israel "Cachao" López que saboreé en Madrid…, pero hace ya seis días. Así que mejor lo dejo.

Y sueño con convertirme en Mehran Karimi Nasseri, un iraní que desde el año 1988 lleva viviendo en la zona de tránsito del aeropuerto Charles de Gaulle de París. O sea, en tierra de nadie. O sea, en un lugar donde el tiempo es un dictador para los miles de viajeros que pasan ante él, pero algo eterno para él mismo.

Vaya, no sé qué tal aguantaré hasta mis vacaciones. Y no creo que importe.
Por cierto, ¿hay alguien ahí?



Suena la corriente: "No man's land" - Syd Barrett

martes, 27 de julio de 2004

¿Verdad o ilusión?

La conoció una noche de juerga, celebrando una despedida de soltero que duró tres días. Estaban en una frontera casi sin ley entre dos países donde aquélla tampoco imperaba mucho. Al principio le hizo gracia que cobrara, al fin y al cabo, es lo que habían ido buscando. Se cayeron bien, y ya se empezaron a ver con asiduidad y sin intercambio pecuniario.

Solían quedar entre sus jornadas laborales. Al finalizar la de él, le llamaba, daban un paseo, cenaban algo, tenían sexo, y luego ella se preparaba para iniciar la suya.

Nunca se echaron en cara nada. Eran dos personas completamente libres, hicieran lo que hicieran con sus vidas y sus trabajos. No podían juzgarse, no podían exigirse.

Meses después, un día ella le comentó que dejaba todo aquello y volvía a su pueblo del interior. Que gracias. Que le recordaría.

Un amigo le comentaba que él había ayudado en ese cambio. Pero él lo único que sentía era que había sido un poco cabrón.

Rewind real.
Rewind virtual.

La conocí.
Estaba.
Me hizo.
Había ido.
Nos caímos.
Nos empezamos.
Solíamos.
Nuestras jornadas.
La mía.
Dábamos.
Cenábamos.
Teníamos.
Nos echamos.
Éramos.
Hiciéramos.
Hiciéramos.
Nuestras.
Nuestros.
Podíamos.
Juzgarnos.
Exigirnos.
Me comentó.
Me recordaría.
Me comentaba.
Yo había.
Yo sentía.
Un poco cabrón.



Suena la corriente: "Viridiana" - Joaquín Sabina

jueves, 22 de julio de 2004

Peligro social

Cuando la boda de la tal Letizia, ellos, muy monos vestidos de negro y púrpura, dijeron que el hecho de que fuera divorciada no era problema porque para la Iglesia Católica los matrimonios civiles simplemente eran como si no existieran.

Muy bien, siempre a su favor, pero lograron aclararme algunos puntos. Y me quedé satisfecho.

Pero coño, ahora ellos, que siguen muy monos vestiditos de negro y púrpura, arremeten contra los matrimonios entre homosexuales porque "son una injusticia, una discriminación y atentan contra el justo orden social". Vamos a ver, doy por hecho que el matrimonio entre estas personas va a ser siempre por lo civil, y si antes no existía este tipo, ¿ahora es tan peligroso?

Y esta gente tan negra y tan púrpura, tan mona ella, avisa del "inminente peligro para todo el sistema económico", así como acusan al parlamento de "excederse en sus atribuciones".

¡Alabado sea el altísimo! No solo quieren salvar nuestras almas, también nuestros dineros. Y encima ya no se erigen únicamente sobre el bien y el mal, sino por encima incluso del propio parlamento. Claro, es que su reino no es de este mundo.

Pues yo, que a veces también visto de negro (aunque sea un hombre tirando a gris) y que soy mono (resultón, decía mi abuela), estoy por hablar seriamente con Ella, pedir una excedencia en mi heterosexualidad, y buscar candidato para contraer uno de esos matrimonios tan peligrosos. Será porque me gusta pasear por el límite, o sólo por tocarles un poco las pelotas.

P.D.: Leo esta mañana que ahora equiparan dichas uniones homosexuales a la posibilidad de que se permitieran uniones de más de tres personas, tres hombres y cinco mujeres, por ejemplo. Vamos, variaciones de dos elementos tomados de varios en varios, o algo así.
Pues mira, igual terminan cayéndome simpáticos, si consiguen tamaña proeza.



Suena la corriente: "Russian roulette" - The Lords of the New Church

martes, 20 de julio de 2004

Cielo Vacío


Desde esta tarde,
miro al cielo
y parece que llueve.

Bye, hermano

.

Suena la corriente: "Empty sky" - Bruce Springsteen

viernes, 16 de julio de 2004

Padre

Pasamos fugazmente por aquí. Ya lo sabemos, pero realmente cuesta adaptarse a ello. Nos creemos el centro de todo, seres en derredor de quienes gira media vida. Pero claro, hablamos de nuestra vida, y eso lo es todo.
 
Y cada vez que ésta nos da un susto, por momentos nos desarbola, nos desorienta, nos hace sentirnos perdidos.
 
Hoy a las tres de la mañana he sentido esa desorientación. Seguir a una ambulancia por calles vacías hiela la sangre. La sala de espera de unas urgencias nocturnas hiela la vida.

Pero ésta sigue. No queda otra. Por esta vez todo ha terminado bien. Y uno se da cuenta de lo mucho que quiere, y lo mucho que necesita ser querido.



Suena la corriente: "My father's house" - Bruce Springsteen

jueves, 15 de julio de 2004

Premios veamos

Leo con sumo respeto todo lo relacionado con la concesión del premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004 a Paco de Lucía. Me suelo acercar al flamenco como el que lo hace a algo que se le escapa, el que es consciente que por mucho que lo intente, le va a costar captar su esencia.

Hace muchos años hice mis pinitos escuchando a Lole y Manuel, después con la leyenda viva, Camarón, y aún hoy dedico cierto tiempo a Enrique Morente, a quien me pusieron en bandeja los chicos de Lagartija Nick en aquella extraña joya llamada "Omega".

Y mi amor por la guitarra, que en mi imaginería particular siempre evocará las curvas femeninas, me llena de respeto hacia Paco de Lucía.

Pero a continuación leo sobre los otros tres candidatos derrotados: Andrew Lloyd Webber, Maurice Bejart y… ¡Bruce Springsteen!

Oh, cielos, después de ver en Asturias a Woody Allen fagocitado por el boato monárquico, ahora sólo me faltaba esto (y ya puedo rascarme el sarpullido que siento al pensar en Patti Scialfa departiendo con la Letizia).

Mi querido Boss, tú a lo tuyo, que es lo nuestro, y deja que nosotros pechemos con los principitos.
¡Dios, jodidas noticias!



Suena la corriente: "The River" - Bruce Springsteen

martes, 13 de julio de 2004

De paso...

Vuelves a casa tras un periplo geográfico impuesto por el trabajo (y al que has podido añadir un pequeño apéndice personal, familiar, que, para no estar de vacaciones, es muy agradecido). La carretera cansa, pero la música (siempre ella), ayuda a devorar kilómetros (que han sido muchos).

Y te apetece estar de nuevo con Ella, que siempre alegra una llegada y esperanza una partida.

Y luego, cuando ya en la cama el cansancio empieza a vencerte, se te ocurre dar un paseíto por esos canales que el infierno nos manda. Y te encuentras con una de esas películas que tocan (tronchan, rasgan, cuartean) tus fibras sensibles. "Lugares comunes" será una obra menor dentro del cine del argentino Adolfo Aristarain (así dicen los críticos), pero tiene esa capacidad de emoción que ya me transmitieron otras delicias, como aquélla joya llamada "Un lugar en el mundo" (cuántas veces he pensado si, por no estar atento a lo que hay que estar, se me pueda haber escapado el mío).

Lugares comunes, otoños climáticos y vitales, cielos nublados, despedirnos como si no hubiéramos siquiera pasado…

Y sí que estamos. Apoyo la mano en su cadera. Duerme. Pero está a mi lado. Y yo.



Suena la corriente: "Pampa del indio" - Varios

jueves, 8 de julio de 2004

Tiros y bombas

Bien. Es duro llegar a un pueblo de la costa levantina con la única intención de mantener unas reuniones de trabajo (mientras el resto de la gente pasea medio en pelotas camino de la playa).

Es duro que el hotel en el que me alojo esté algo más que lejos de dicha playa, y que además tenga tantos años, que sus líneas telefónicas y mi portátil se enfrentan a un abismo tecno-generacional de dificil solución.

Es duro que me tenga que ir a un ciber a enviar correos de trabajo, pero si encima me encuentro que en lugar de uno de esos ciber centrados en la navegación, éste parece una discoteca, llena de jovencitos abducidos por sus juegos en red y con una música chunda-chunda que aturde, ya más que duro, es la hostia.

Pero es durísimo comprobar que, por los inhumanos gritos que están pegando tres pendejos a mi espalda, creo que los tiros y bombas que están recibiendo en sus pantallas deben ser reales.

En fin, me voy a toda leche al coche a acurrucarme con mis sonidos.
Y ya habrá tiempo para volver a casa.
Y ya hay ganas para volver a Ella.



Suena la corriente: "Koniec" - Chucho

viernes, 2 de julio de 2004

Marlon Brando (3 Abril 1924 - 2 Julio 2004)


"He visto horrores. Horrores que tú has visto.
Pero no tienes derecho a llamarme asesino.
Tienes derecho a matarme.
Pero no tienes ningún derecho a juzgarme"
Coronel Kurtz (Marlon Brando)
Apocalypse Now (1979 - F.F. Coppola)



Suena la corriente: "The End" - The Doors

Mi amigo el marino

Hoy he leído un artículo que no me puedo resistir a transcribir, al menos en su esencia. Quien ya lo haya leído, lo habrá disfrutado. Es una historia real descubierta tras la desclasificación de unos documentos secretos de la antigua Unión Soviética.

"Aquel sábado fue el día crucial de la crisis. Un avión espía U-2 había sido derribado sobre Cuba y otro fue atacado por cazas Mig sobre Siberia. El Estado Mayor había ordenado la invasión de Cuba para las 16:00 de esa tarde. Un total de 2.952 dispositivos nucleares en ICBM, submarinos Polaris y bombarderos SAC estaban preparados y en alerta. Robert McNamara recordó más tarde que pensó que no alcanzaría a ver el alba. Y en la reunión del Estado Mayor se supo del incidente.

Al parecer, el algún momento del encuentro de los navíos rusos y americanos cerca de la línea de bloqueo un destructor americano dio el alto a un carguero escoltado por un submarino soviético. El submarino lanzó entonces un disruptor de sónar que el capitán del destructor confundió con un torpedo, y al que respondió lanzando cargas de profundidad sobre el submarino. Fueron escasos minutos, pero tensos. Finalmente, el carguero dio la vuelta, seguido por el submarino. Eso es lo que sabíamos y se narra en cientos de libros y varias películas.

Lo que ni Kennedy, ni ninguno de sus consejeros, ni nadie, sabían en aquel momento es que los tres submarinos soviéticos que acompañaban el convoy estaban provistos de torpedos con cabeza nuclear. Y lo que es peor aún, debido a la dificultad para establecer comunicaciones, disponían de la opción táctica para utilizarlos, es decir, Moscú les había autorizado a hacer uso de esos torpedos sin solicitar autorización: bastaba que los tres primeros oficiales del submarino dieran su visto bueno. De ocurrir tal cosa, el riesgo de conflagración nuclear era inmenso y, este caso, como había señalado Eisenhower, el hemisferio norte desaparecería del mapa humano.

De modo que, mientras descansábamos de nuestras ocupaciones normales aquel sábado de otoño, un submarino soviético B-59 estaba siendo zarandeado a pocos cientos de metros de la superficie por las cargas de profundidad de un destructor americano. Las cargas explotaron justo al lado del casco, recuerda Vladimir Orlov, el oficial de inteligencia del submarino. "Era como estar sentado en un barril de metal que alguien golpea continuamente con un martillo". Según relatan los testigos, en el submarino reinaba el caos, les faltaba el aire, pues llevaban 17 horas sumergidos, los marinos se desmayaban y los oficiales le gritaban al capitán que lanzara sus torpedos y hundiera el destructor americano. El capitán no sabía qué hacer, e incluso se preguntaba si la guerra mundial había estallado ya por encima de sus cabezas.

Pues bien, en ese instante brutal se jugó la suerte del mundo. Se reunieron los tres oficiales para tomar una decisión. El capitán votó a favor de lanzar los torpedos. El segundo oficial secundó la propuesta. Pero el tercero, el comandante adjunto, un marino llamado Vasili Arkhipov, votó que no y consiguió calmar al capitán. Las cargas de profundidad cesaron debido a una llamada urgente de Washington. Quince minutos después de que el embajador soviético Dobrynin saliera de la Casa Blanca llevando un mensaje urgente del presidente Kennedy para Khrushchev, el submarino salió a la superficie. A la mañana siguiente, Khrushchev retiraba los misiles de Cuba a cambio de la retirada de los misiles americanos de Turquía.

… Quizás hoy todos le debamos la vida a un desconocido marino que tuvo la serenidad de decir no."
Emilio Lamo de Espinosa. El País, 2/07/04.

Hubiera soñado escribirlo yo. Y agradezco que en aquélla época, mentecatos como Bush se dedicaran exclusivamente a emborracharse hasta perder el control.



Suena la corriente: "Misiles hacia Cuba" - Derribos Arias

jueves, 1 de julio de 2004

Simetría

Tengo una duda. La simetría (que tiene día propio, lo juro), ¿me preocupa o me es indiferente?
Joder, capi, pero de qué coño vas, qué mierda de pregunta es esa. Pedante, engreído, estúpido lunático.

A ver, vivo en un edificio que tiene dos portales que dan a la calle. El mío es el de la izquierda (menos mal, que las derechas, perdón, los liberales, como se denominan ahora ellos mismos, nunca me han ido). Pero cada vez que paso por el otro, veo que es exactamente igual al mío, aunque simétricamente opuesto. Vamos, que donde en el mío el ascensor está a la izquierda, en este está a la derecha. Donde allá las escaleras a la derecha, en este a la izquierda.

E imagino que todo el resto de la casa será exactamente igual. O sea, que habrá un pequeño apartamento como el mío, pero en el que todo a la vez estará al revés. ¿Todo, todo? ¿Habrá algún extraño tipejo que sea mi versión opuesta? ¿Mi versión zurda? ¿O mi versión derecha?

Así que puedo verle, sentado en la butaca, alto, guapo, elegante, interesante. Bebiendo una bebida isotónica, escuchando cantatas de Bach, con el salón y con toda su vida en orden. Comida verde y light en la nevera. Un ser pulcro. Un ser ejemplar. Un ser envidiable. Vamos, igualito, igualito que yo.

¿Pero qué extraña sustancia tendría el marmitako que me he metido al mediodía?



Suena la corriente: "In Rock" - The Minus 5