miércoles, 28 de agosto de 2013

Radio Days
Get Some Action (Rock Indiana, 2013)
Yo de aquí no quiero salir


Cuando Burning Together comienza con unos golpes de batería, unas palmas y un riff de guitarra y bajo que hemos intuido muchas veces, porque nace de las bases clásicas del pop y el rock’n’roll, sabes inmediatamente que estás en casa, que a nada que la línea melódica sea similar, tienes unos cuantos minutos por delante de placer lúdico y fibroso, onírico por cuanto es capaz de alejarte del día a día real. (...)


Con Girl, girl, girl, la cosa queda meridianamente clara. Aquí lo que hay son pildorazos de power-pop, del que lo mismo se echa un baile a ritmo de doo-wop que se lanza río Mersey arriba. Y cuando los coros de Get some action bailan a ritmo ska, one direction get some action, eres consciente que ya estás dentro. Que si por ti fuera, para qué coño vas a salir de la cáscara, de la mezcla de yema y clara preparada por los italianos Radio Days. La vida está jodida ahí fuera, y a mí, el avestruz siempre me ha parecido animal de lo más atractivo.

Algún día habrá que poner en limpio toda la escena power-pop italiana, de donde es habitual entresacar más de un limón para mezclar acidez con dulzura. Darío Persi, alma de Radio Days lo sabe, y cuando en su primer mini-lp de 2008, Midnight Cemetery Rendezvous, versionaban el Rock’n’Roll Girl del Paul Collins Beat, dejaban bien claro el que pudiera ser su testamento vital presentado como carta de introducción. Tras C’est la vie en 2010, presentan ahora Get some action demostrando que han sabido recorrer el camino que lleva a esa melodía casi perfecta que muchos llevamos anclada en lo profundo de nuestro cerebro y pocos son capaces de poner sobre un pentagrama.

Estamos hablando de canciones cuyo único objetivo pareciera ser el resplandor fugaz de la felicidad. Suenan, emocionan y se van, dejando el regusto que pedirá una nueva escucha. Y todas lo consiguen. Si a las tres citadas les damos el estatus de excelente obertura, el medio tiempo de One thousand miles away está trufado de sensibilidad, Love and fun remite al riff de apertura (hablamos de clasicismo), Everything floats planea sobre psicodelia preciosista, y te enfrentas a una segunda parte del disco ya con la seguridad de que todo va a seguir sin salirse del camino, hasta que con My dreams on the ground demuestran de nuevo que cuando el folk rima con el pop, está la belleza cerca.

Aquí lo que suena es Raspberries en baile agarrado con The Rubinoos, los Barracudas haciendo surf a ritmo de los Groovies con los Spongetones mirando desde la playa, los Beatles de picnic con los Beach Boys. Aquí lo que suena es lo de siempre, porque si ha conseguido esa consideración de eterno, es porque lo necesitamos. Aquí lo que suena es la vida entendida como que se jodan todos, que yo bastante tengo ya con lo mío.

Aquí lo que suenan son canciones. Y punto.
*Compra el disco en Rock Indiana o en Radio Days
Suena la corriente: "Love and fun" - Radio Days



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