
Hace ocho meses, enlazábamos dos entradas en este Río y dejábamos la puerta abierta a una tercera y fúnebre. En la primera, Jaime “Desperdicios” trataba de explicar lo sentido tras la primera vez que oyó las canciones de Dr. Feelgood y las guitarras de Wilko Johnson, en un bar (pocos grupos habrá tan unidos al bar), como debe ser en este caso, y de ahí saltado a buscar, a conocer, a sudar y a beber todos esos ritmos, todos esos sudores, todas esas borracheras. (...)