lunes, 18 de enero de 2016

El Twanguero
Satélite T, Bilbao (17/01/2016)
Mambo, electricidad y chachachá


* Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

La expectación creada ante la primera visita del guitarrista Diego García, más conocido como El Twanguero, se saldó con el cartel de No Hay Entradas en las cada vez mas imprescindibles sesiones Rabba Rabba Hey del Satélite T. ¿Quién lo hubiera dicho hace unos años, domingo mediodía y rock&roll? 

Presentaba el Twanguero su último trabajo, Pachuco, en formato de vertiginoso trío eléctrico y con prodigio también a la batería, el veterano Jose "Niño" Bruno. Y es que más allá de la omnipresente guitarra, el batería comandaría varias de las partes más interesantes del concierto. (...)


Abrieron y cerraron el concierto a ritmo de mambo acelerado con Speedy García espoleados por la batería del Niño y la guitarra twang de García a todo volumen. 

Navegaron entre boleros pachucos de lineas melódicas y escalas imposibles. A veces mas cercanos a los mambos de Ribot y sus cubanos postizos, otras a Manuel Galván, seguro bebiendo de las mismas fuentes que aquéllos. Pero también atreviéndose con rockabilly impregnado de sabores latinos y western swing anfetamínico, como cuando atacaron Rockabilly Mambo mezclando las progresiones de Brian Setzer con Pérez Prado. O recordando al maestro Atahualpa Yupanqui en Guitarra dímelo tú, con la voz solista de García en la única incursión en su anterior trabajo, Argentinian Songbook. Llevando el Cubanchero a otra galaxia paralela. Haciendo sonar el cha cha chá de Lupita veloz y eléctrico tanto como cuando revisaron el tipo de swing preferido por los pachucos angelinos en Coco Zuit Suit

Tras semejante descarga de desbordante y eléctrica latinidad, vino un interludio acústico con guitarra española, quedando El Twanguero solo en las tablas. Abrió con Minor rag/ Spanish rag, con ecos de Django Reinhardt, sonido brillante arpegiado y percutido haciendo sonar bajos y punteos agudos a la vez en, si se puede elegir, una de las cimas del concierto. Cerró la parada acústica con Carreteras secundarias, en la que recoge su particular viaje por América Latina en busca de la herencia de la guitarra española  al otro lado del charco. 

La vuelta a la electricidad vía un Hound Dog remedo del Black Magic Woman santanero resultó quizás innecesaria. Tomaron aire con la preciosa balada Frida Love song antes de la traca final de Bailando con El Twanguero para animar al baile vespertino dominical y  el afilado rockabilly garagero  Calavera Cream, antes de volver al inicio con Speedy García. Las caras de satisfacción del público general y las de sorpresa del más veterano por lo presenciado eran el mejor termómetro con el que medir el impresionante concierto visto.

Suena la corriente: "Speedy García" - El Twanguero


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