
*Autor: Jaime G. López "Desperdicios"
Los Cuervos vuelven este año a la carretera. Sin duda, a pesar de su estatus y elevado caché, pueden ser considerados una banda de directo y carretera como sus adorados Grateful Dead. Es en el directo donde desarrollan todo su potencial, por ello han iniciado una nueva gira y retorno de la mano de un nuevo y cuádruple disco en directo, Wiser for The Time, pero antes de glosarlo pongámonos en antecedentes. (...)
Los Cuervos vuelven este año a la carretera. Sin duda, a pesar de su estatus y elevado caché, pueden ser considerados una banda de directo y carretera como sus adorados Grateful Dead. Es en el directo donde desarrollan todo su potencial, por ello han iniciado una nueva gira y retorno de la mano de un nuevo y cuádruple disco en directo, Wiser for The Time, pero antes de glosarlo pongámonos en antecedentes. (...)
Con este contabilizamos el tercer retorno de lo que en cada momento se ha anunciado como disolución definitiva. Seguro que la primera pudo serlo. Los hermanos ya no se aguantaban y decidieron volar en solitario, con resultados irregulares si se comparan con sus discos junto a la banda madre. Cada uno de ellos editó dos discos en solitario durante el periodo 2002-2005, hasta que decidieron volver a juntarse y separarse y juntarse.......

Tras un paréntesis no oficializado, el 2007 trajo bastantes novedades. En primer lugar, la publicación de dos discos perdidos de la banda: The Lost Crowes. Estos discos recogían sesiones grabadas en el 94 justo antes de su tercer disco, Amorica, así como las grabaciones posteriores a Three Snakes and One Charm del 97 de las cuales solo algunas canciones verían la luz oficialmente.
Un disco acustico en directo, Brothers of a Feather: Live at The Roxy (2007), oficializaba el nuevo reencuentro de los hermanísimos Robinson en torno a temas propios y repertorio ajeno de blues o country rock (notable su recreacion del Polly come Home de Gene Clark, que coincidiría en el tiempo con la revisión de Plant y Krauss).
Muy poco tiempo después, los Black Crowes presentaban el irregular Warpaint (2008), su primera novedad discográfica desde el 2001, con con una formación que incluía además de a Chris y Rich, al batería original Steve Gorman (el único capaz de aguantar a los hermanos Robinson), el bajista Sven Pipien y la nueva incorporación del líder de la North Mississippi All Stars Luther Dickinson (hijo mayor del mítico sesionista Jim Dickinson). Y fue esta incorporación la que mayormente marcó el retorno de los Crowes. La maestría de Luther a la guitarra y al slide volvió a elevar sus clásicos en directo a cotas no alcanzadas desde los primeros tiempos junto a Marc Ford.

Y así en 2010 nos entregaron Croweology, un triple disco de nuevo en falso directo acústico donde repasaban su periodo clásico inicial 1990- 2001. En reposadas revisiones que no acaban de alzar vuelo en sus temas mas emblemáticos y originalmente eléctricos, a pesar del apoyo vocal de sus coristas y una gran calidad en el tratamiento acústico. Las baladas y medios tiempos salían mejor paradas. ¿Era necesario este trabajo que revisara su primera y mas exitosa década justo después de un gran disco con un tratamiento sonoro tan similar? A tenor del trabajo que vamos a reseñar a continuación, seguramente la respuesta es no.
Eso sí, no negaremos que verles en directo en aquella época fue todo lo contrario a experimentar ver a una banda acabada y aburrida. En 2009, en el vitoriano Azkena Rock, saldaron una vieja deuda y nos deleitaron con un concierto eléctrico no muy alejado al disco anteriormente reseñado en cuanto a repertorio pero con el plus del acompañamiento eléctrico y la fuerza de su directo. En 2011 en Bilbao, en cambio, optaron por repertorio mas experimental , de largos desarrollos y pocos y contados hits con la que han desconcertado en más de una ocasión a quienes acudían a ver la versión contraria. Un balance por tanto muy equilibrado el mostrado en dos años por estos parajes.

Y como excusa para este enésimo retorno, no se les ha ocurrido mejor idea que publicar un disco en directo cuádruple únicamente en versión en vinilo o descarga digital. Dos discos acústicos y dos eléctricos grabados en directo durante 5 fechas a finales de 2010 en Nueva York.
¿El contenido? Una nueva vuelta de tuerca a todo su repertorio de ambas épocas y unas cuantas versiones, desde su adorado Gram Parsons vía los Flying Burrito Brothers (Hot Burrito #1 & #2), a Dylan, otro de sus artistas recurrentes desde sus inicios (Tonight I'll be staying here with you) o el Willin' de Linda Ronstadt entre otras.
La parte acústica se nos ha atragantado un poco, al coincidir unos cuantos números con lo recogido en Croweology. A pesar de ser un verdadero disco en directo, grabado en vivo con publico y no en estudio, el volver a escuchar Jealous again, Sister Luck o Hotel Illness con similares arreglos, no nos ha entusiasmado. Aunque por suerte la mayoría de las versiones reseñadas pertenecen a este set acústico. Por el contrario la parte eléctrica nos ha traído a la memoria las gratas experiencias vividas en los conciertos antes reseñados. Plenas de fuerza con las guitarras de Rich y Luther, la batería de Gorman, la voz de Chris secundada por las coristas Charity White y Lisa Young.

Un excelente trabajo que quizás se atragante ante la multitud de trabajos anteriores recogidos en directo o falso directo de estudio, vamos, como decíamos ¿por qué no un nuevo trabajo de estudio a la altura del Before The Freeze?.
Parece que vamos a tener que esperar si es que llega a ocurrir... El siempre locuaz, por no decir bocazas, Chris ya ha adelantado que no hay ninguna intención de meterse en un estudio, como si eso fuera algo malo o directamente comercial. Claro que para alguien que define a los Black Keys como rock corporativo, el sentido de la pureza sigue vías bastante difentes que para el resto de los mortales. Lo que debería preguntarse es si la exigua cosecha propia junto a los Black Crowes del periodo 2005- 2013 soporta tantas vueltas a la carretera, donde, no nos engañemos, los cachés y los festivales donde tocar son bastante más lucidos que el dinero y conciertos ofrecidos cuando hay que hacerlo en solitario. Por otro lado, no deja de resultar curioso que ambos hermanos no tengan problemas en sustentar sus paseos al margen de la banda con cuidados trabajos en estudio cada vez que se produce una nueva separación. Quizás lo que necesite la banda es mas foco y puesta en común de esas canciones que parecen parir por separado y dedicarles el tiempo necesario hasta que la colección de canciones merezca una nueva entrega a la altura del legado creado junto a los Cuervos. En vez de tener a la banda madre como un mero recuerdo del pasado, siempre dispuesta a retomar la carretera con nuevos músicos para poder cubrir los gastos y los caprichos de las escapadas y colaboraciones en solitario. Y encima, sustentar estos retornos en costosísimos artefactos para que el fan mas recalcitrante agite la maquina de hacer dinero una vez más. Sinceramente, no se trata más que de una muestra de cuando el integrismo y la pureza acaban convirtiéndose en esnobismo. Esperemos que este junio en el Azkena nos hagan tragar estas palabra y comprobemos que esta banda sigue bien viva y capaz de escribir aun brillantes pasajes. Cierto es que durante un tiempo supieron evolucionar como pocas y seguir dando giros de timón comandados por los dos capitanes Robinson, esperemos que estemos ante uno de esos momentos y no simplemente bajando el brazo de la maquina tragaperras. Veremos.
*Autor del texto: Jaime G. López "Desperdicios"Suena la corriente: "Tonight I'll be staying here with you" - The Black Crowes
¡Qué grandes podrían haber sido estos tipos si no hubieran tenido tantas idas y venidas! Tuve la suerte de verles en el concierto que dieron en Londres la pasada semana y reconozco que siguen manteniendo ese algo que sólo tienen las bandas de puro rock&roll. Cierto es que se limitaron a tocar grandes éxitos, principalmente de sus dos primeros discos. Pero fue una delicia verles. Y el nuevo guitarrista, sin ser nuestro querido Luther Dickinson, aporta fuego sureño a borbotones e incluso deja en evidencia al excesivamente formal Rich Robinson. Apuesta segura del Azkena.
ResponderEliminarGracias Javi por tu comentario. Bueno es saber que siguen en plena forma tras verles en Londres la semana pasada, y nos das cierta envidia sana. Y si efectivamente tanto vaiven y tan poca productividad nos tienen desorientados. Quizas por ello (productividad vs calidad) nos parezcan tan grandes. Ganas de ver al nuevo guitarrista..... estaba claro que a Luther era imposible alcanzarlo. Y sobre Rich siempre consideramos que su fuerte estaba en la composicion y esos riffs antologicos que ha aportado, vamos mas cercano a la labor de Keith Richards que a la de Ron Wood para entendernos.
ResponderEliminarJaime "Desperdicios".
Todo lo que han hecho me gusta sin excepción, originales, "acústicos" y sus distintos directos que conozco. La colaboración con Jimmy Page fue espectacular.
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