martes, 13 de noviembre de 2012

Thee Oh Sees
Putrifiers II (In The Red Records, 2012)
Levitando sobre la razón


Que Thee Oh Sees hayan editado un disco de nombre Putrifiers II no significa que anteriormente se editara un I, o ni siquiera que haya sido grabado. Aunque tampoco a nadie debería sorprender que de buenas a primeras nos encontremos en poco tiempo con esa primera parte. Así las gasta John Dwyer. (...)


Ver y tratar de seguir la lista de proyectos y locuras en las que anda, o ha estado, metido este californiano de adopción, es tarea ardua. Lo suyo no es un listado cronológico al uso de trabajos bajo una marca de referencia. Coachwhips, Pink & Brown, Yikes, Dig that body Up its alive, Swords & Sandals, Burmese, The Hospitals, …, son nombres bajo los que se ha cobijado desde finales de los años 90, siempre con un pie en la experimentación, el garage, la psicodelia, el ruidismo, o la música instrumental. Incluso los actuales Thee Oh Sees han aparecido bajo diversas denominaciones: The Oh Sees, The Ohsees, OCS, Orinoka Crash Suite, Orange County Sound,…, vamos, un tipo de los que no pone fácil la investigación.

Pero más allá de estas fruslerías, bajo el nombre actual se destapó el año pasado con dos (o tres, que uno no alcanza a controlar sus deseos) obras más que interesantes, Castlemania y Carrion Crawler / The Dream EP, en las que jugaba al pop o al desbarre rabioso, según cada caso. En su momento, Castlemania nos pareció obra mayor que demostraba el corazón pop que latía tras esa máscara de locura.

Ahora tenemos este Putrifiers II, y volvemos a sentirnos de enhorabuena. Si bien tiene los elementos habituales de su obra, pareciera que abarca sonoridades menos complejas, más, mmmm, digamos la palabra que queríamos evitar, normales. Piezas de garage-pop de corte clásico como Flood’s new light conviven con los ambientes 60’s de Goodnight baby, las reminiscencias a primitivas baladas de rock’n’roll de Will we be scared? o la psicodelia nostálgica de Wicked park. Y todo ello envuelto junto a cortes más experimentales, como Wax face y sus sonidos a lo Bad Seeds, el glam ambiental de Hang a picture o las idas de olla de So nice, Lupine Dominus o la ruidista Cloud #1 (no, tampoco hay número 2 en este caso).

Pero más allá de lo prolífico del mundo creativo de John Dwyer, que pareciera haberse embarcado en un reto personal contra su amigo y colega Ty Segall, más allá de las líneas melódicas presentes en este Putrifiers II, más allá de su continuo levitar sobre los bordes de la razón, Thee Oh Sees mantienen ese hipnotismo que nace de la sorpresa contundente.

Aún siguen siendo uno de esos grupos a los que nos podemos enfrentar con los ojos del asombro ante lo inesperado.

Suena la corriente: "Flood's new light" - Thee Oh Sees



2 comentarios:

  1. No los conocía y suenan realmante peculiares. In Th Red es uno de esos pocos sellos en los que se puede confiar, casi, a ciegas.

    saludos

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    1. Estoy de acuerdo sobre lo de In The Red. Y respecto a Thee Oh Sees, sí, peculiares son, pero muy interesantes.
      Abrazo.

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