jueves, 15 de noviembre de 2012

The Mastersons
Birds Fly South (New West Records, 2012)
Colegio de Abogados, Bilbao (13/11/2012)
Canciones de amanecer


Chris Masterson y Eleanor Whitmore son pareja musical y sentimental residente en Brooklyn, aunque originarios de Texas. Y como ellos mismos dijeron en su set acústico, no es su culpa. Por eso es de agradecer que no olviden ni su origen ni su actual lugar de residencia, y sepan trasladar a sonidos ambas pulsiones, en canciones que reflejan los cielos infinitos y los recovecos de las calles estrechas. (...)


Hay demasiadas señales que parecieran confirmar la posible cesantía que el trono que hasta ahora han ocupado The Jayhawks luce actualmente. Y hay una serie de nombres dispuestos a ocupar ese lugar que aúna raíces americanas con tracción actual, sonidos country hermanados con las más bellas melodías pop, la emoción y sensibilidad de unos músicos capaces de hablar del amor y sus diferentes estados, positivos o negativos, sin caer en lo sentimentaloide. En definitiva, capaces de acariciar aquellas composiciones que un día legaran para su disfrute Gram Parsons y Emmylou Harris, y que The Jayhawks supieron engrandecer como nadie.

Y entre esos nombres atentos al momento, The Mastersons han ocupado con el bellísimo Birds fly south uno de los primeros puestos de la posible lista de candidatos. Pero algo nos dice que lo suyo no es una apuesta coyuntural, algo indica que podía haber surgido hace veinte años o dentro de veinte años. Tienen asumida una música desde que comenzaron a tener sensibilidad, a pesar de los diferentes derroteros artísticos a los que se enfrentaron de críos. Y eso se nota en su primer disco, donde canción tras canción son capaces de ayudar a alcanzar la ensoñación de un paisaje de horizontes sin fin.

Porque el hecho de que Crash Test o Would it really be a sin? pudieran entrar sin problemas en el setlist de cualquiera de los mejores discos de The Jayhawks no realza su eventual carácter mimético, sino su excelencia a la hora de combinar emoción pop sobre sonidos de la América eterna. Y las guitarras de You don’t know, The other shoe, One word more o Fool pueden emparentar con las que desde el clasicismo te llevan a la nostalgia. Pero cuando te encuentras arropado por los violines de Tell me it’s alright, es cuando te dejas mecer entre el placer del algodón fresco y el calor frío del sol de una mañana de invierno. The Mastersons saben más a mañana que a atardecer, a sol que a luna.

Sin duda su pertenencia a The Dukes and Duchesses, la banda de acompañamiento de Steve Earle, les ha abierto puertas. Como lo habrá hecho el bagaje como músicos de fondo de gente como Regina Spektor, Kelly Willis, Son Volt o Jack Ingram. Pero más allá de esa ayuda, están sus canciones.

Como demostraron en el set acústico que ambos ofrecieron en el Colegio de Abogados de Bilbao. Canciones desnudas de acompañamiento rítmico pero que no pierden su esencia, por guitarras, por violines y por voces. Porque posiblemente son canciones de fogata, de la que calienta el despertar. Fueron a grabar el disco a Texas porque, como los pájaros, ellos buscan el sur, el calor. E incluso se atreven con una Shake some action raquítica de instrumentación y espléndida como siempre en alma pop. Prometiendo próxima visita con banda, alabando las excelencias de nuestra comida y acompañando como una pareja a la que conoces de siempre.

Con esas canciones, ya podrán.

Suena la corriente: "Tell me it's alright" - The Mastersons



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