miércoles, 11 de julio de 2012

Sonidos en Rojo (VII)
El padre Dylan canta hoy en el Río Rojo


En un ya lejano 2008 hablaba el Río sobre regalar canciones. Porque las canciones no son de nadie, y son de todos. Quien las compone nos las regala, nosotros las regalamos, y quien las recibe las regala. Para eso está la música. Para esparcirse como esa enfermedad que, incongruentemente, nos quita la vida, y nos la da. (...)


Y ayer Joserra, sin quererlo o queriendo, hacía lo mismo. Me la regalaba. Y yo la cojo, de nuevo, me abrazo a Ella, y la bailamos. A la orilla del Río Rojo, mientras el padre Dylan nos la canta, mientras el padre Dylan nos la susurra.

Y al padre Dylan siempre le llamaré padre. Porque esa es mi única religión. Porque resulta sorprendente, pero alguien tan descreído como yo sigue creyendo en algunas cosas. En Ella, en las canciones, en las emociones, en los amigos, en los padres. Los de aquí y los de allá.

En apenas unas horas, a la orilla de la ría de Bilbao, el padre Dylan nos hablará. Y yo pensaré que está en la orilla de la ría de mi ciudad, y sabré que está paseando por la orilla del Río Rojo.

Y sería un sueño, de esos que luego no te dejan dormir, de esos que vencen a cualquier pesadilla, de esos que impiden que cierres los ojos por miedo a perder la magia, que nos regalara Red River Shore.
Pero ya nos la dio hace años. Él también se hizo con ella, y la entregó.

Y aunque no os lo creáis, os puedo asegurar que esta canción es nuestra. Es mía.
Firme quien firme la versión.
Y suene lo que suene esta noche.

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Suena la corriente: "Red River Shore" - Bob Dylan


3 comentarios:

  1. Esa imagen del padre Dylan (te robo el apelativo por esta vez), cantando, regalando canciones a la orilla de nuestra ría es hermosa camarada, una gran imagen que se hará real en unas pocas horas.
    Bonita entrada tío.
    Un abrazo.

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  2. Chulo! Pero... Cuidado! que igual SGAE y el FBI, que no tienen sensibilidad poetico-musical, entienden que haces apologia de Pirate Bay!

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    1. Jajaja, la SGAE y yo no somos buenos amigos (y eso que como compositor, de pacotilla, esos sí, pertenezco, o alguna vez pertenecí, a ella).
      Pero descuida, regalar canciones es para gente sensible.

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