lunes, 1 de junio de 2015

Doctor Divago
Satélite T, Bilbao (31/05/2015)
Un minuto antes de seguir andando


Instalándonos Un minuto antes de la realidad, cuando el sueño aún es nuestro, cuando somos actores entre nuestras propias brumas. Un minuto antes de perder finales, de sentir llorar a una emoción. Un minuto antes de saber que tal vez seamos pocos, pero somos un mucho agradecidos porque alguien nos regale ese minuto antes de la realidad. Una canción que aúna fuerza, electricidad, armonía, melodía, sentido, lírica, emoción.(...)



Uno más de esos pildorazos que durante 25 años una banda como Doctor Divago lleva disparando a diestro y siniestro. Uno de esos estribillos que llegan y explotan para quedarse.

Pero es que justo un minuto antes de este minuto antes, había sonado La habitación de Charo, esa petición de socorro mirando a unos ojos; y unos minutos antes habían sonado Los tontos buenos tiempos, y habíamos brindado en silencio eléctrico por el recuerdo traidor; y varios minutos antes, La deriva continental nos acercaba a esa Pangea que nos agranda como monstruos, como ciclópeo ser en que nos convertimos cuando estamos solos tú y yo, y que cada uno ponga en esos tú y yo lo que estime oportuno. Pero no se olviden del Doctor. Ese que en esa deriva que daba entrada a estas cuatro canciones inauguraba una retahíla de estribillos monumentales, emocionales, apuntalados con unos juegos de guitarra lacerantes, de los que demuestran de dónde vienen y por qué están aquí tras tan largo viaje.

Sí, son 25 años los que celebran y acaso uno pueda pensar en crecimientos musicales, personales, artísticos… Claro, cómo no. Pero tampoco debe olvidar que ya nacieron con ello, sea ese ello lo que sea, nacieron ya un minuto antes de darse de bruces con una realidad que les iba a dejar claro desde el principio que la cosa no iba a ser fácil. Pero quien comenzaba el parto con Eva, con La clínica del alma en Navidad o con El vertiginoso atleta moral, ya respondía al palmoteo del médico anunciando que no iban a poder con él. Por eso, cuando el Doctor las recuerda en directo, uno se estremece ante semejante repertorio, al que la única pega que puedes poner es la imposibilidad de abarcar todo lo que sería necesario. Doctor Divago son hoy, y lo fueron siempre, un todo impecable, una banda compacta como el asfalto, ceñida como el abrazo, sólida como el mármol, eléctrica como el arañazo, pero también suave como la pluma, melódica como el susurro. Y son los caminos que llevan del rock’n’roll al power-pop, con rebote en el r&b, con el descaro del punk, con la flema del poeta, los que han recorrido Doctor Divago, como antes lo hicieron 091, posiblemente las dos bandas con la espita de la emoción más incrustada en sus canciones, y con la capacidad de abrirla aunque el aire sólo llegue a unos pocos. Salvo que el Doctor aquí sigue. Y que homenajea a su paisano Nino Bravo con un Voy buscando que parece anticipar una declaración de permanencia.

Porque tuve la inmensa fortuna de ver a Doctor Divago en directo en 1991, en aquella Valencia que también fue mía. Y ahora que hago lo propio celebrando con ellos sus 25 años, tanto ellos como yo nos negamos a cerrar el círculo. Nos queda aún, chicos, mucho camino por recorrer.
* Llévate al Doctor a tu casa a través de tu dealer habitual o de su tienda web
Suena la corriente: "Un minuto antes de la realidad" - Doctor Divago


2 comentarios:

  1. Te imagino bien instalado un minuto antes de todo. Demasiadas emociones. Qué gusto leerte, my Lord of RR. Que dure mucho el círculo sin cerrar. Abrazo.

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    1. Más de un minuto pensé en ti, señor. Todo con Doctor Divago es una realidad irreal. Soberbios

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