jueves, 22 de enero de 2015

Sofá de lectura:
Eduardo Izquierdo
Bob Dylan. La trilogía del tiempo y el amor (66 rpm Edicions)
Hablando de nosotros


El concepto humano de la encuadernación, de la organización, de la identificación. Analizamos, reflexionamos, teorizamos, practicamos y nos reconfortamos sabiendo que entendemos, o creemos haber captado, esa brisa soplada, apenas sentida, de lo que nos apasiona. Y esa reflexión puede quedar en mero deseo nunca puesto en práctica. Eduardo Izquierdo decidió no dejarlo así. (...)


Porque los deseos que tienen su origen en alguien que ha demostrado ser uno de los pilares fundamentales de aquello que nos da vida, muchas veces pueden abrumar más que consolar, acercar ansiedades más que reconfortar a base de certezas. Y pueden quedarse sólo en deseos. Y luego está quién decide plantarles cara. Quienes conocen o han seguido la trayectoria de hacedor y escriba musical y novelero de Eduardo Chinaski Izquierdo saben del ascendente que la figura del Gran Padre Dylan ha tenido y tiene para él. Y para ti. Y para mí. Y para ellos. Siempre dotando de veracidad a esa denominación. Gran Padre. Claramente, gran parte de nuestra enfermedad, de la música popular del siglo XX y XXI, tiene en él la piedra fundacional. 

Y cada uno tiene una historia de Dylan que contar. La suya propia, la experimentada, vivida y bebida, o soñada y creada. Nos organizamos y encauzamos nuestros pensamientos. Y hablamos de la trilogía mercurial, tres discos que pusieron patas arriba lo habido y conocido, Bringing it all back home, Highway 61 Revisited, Blonde on Blonde, tres discos que por ellos mismos y en solitario hubieran conformado una carrera impresionante. Pero que sólo son una parte. Y habrá más tríos, o cuartetos, o quintetos, y estará la etapa fundacional, o la cristiana, o la del segundo lustro de los 70, o la época perdida. Y luego llegará Time out of mind. Y todo, todo, volverá a cambiar de nuevo. No estaba muerto, ni siquiera de parranda. Estaba y era capaz de entregar una vez más el disco más importante de su carrera. Y de la nuestra. 

E Izquierdo se sumerge en los incuestionables hilos que enlazan Time out of mind, Love and Theft y Modern Times, los piensa y medita, porque vivirlos, ya los ha vivido cientos de veces, y lo seguirá haciendo. Y por ello, es capaz de entregar esa fe de vida al que tampoco se siente tan impelido a rastrear la línea escondida que ata cabos en la obra de Dylan, como bien apunta Carlos Rego en el prólogo. Y Eduardo Izquierdo expone teoría; analiza, saborea, contextualiza, disecciona, ama, besa, reconviene o discute cada uno de los tres discos; entrega una nueva visión y una nueva forma de adentrarse en caminos ya conocidos; visita lugares anexos, de Hollywood a otros cuentos cantados, soñando con lo que podía haber sido aquel inicio de trilogía; vaga y acompaña de escenario en escenario en la gira sin fin; excita necesidades de memorias y programas de radio, de préstamos externos y concesiones; y por encima de todo, ama y comparte. Y lo hace con conocimiento, sensibilidad, pasión, erudición, cercanía y la desgraciadamente tan escasa en otros casos ración de relatividad.
Permitiéndose aceptar que hablamos de trilogías quizás inexistentes.
Pero hablamos de nosotros y nuestra relación con él.
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Suena la corriente: "Not Dark Yet" - Bob Dylan



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