martes, 25 de noviembre de 2014

Walter Salas-Humara
Curve and Shake (Sonic Pyramid, 2014)
El disco refugio


De verdad, que Curve and Shake fuera presentado rondando los meses de verano nada debe influir en que lo reseñemos ahora en el Río. Desde esta barcaza es cierto que, más o menos, vamos cubriendo la actualidad, pero es que la de un disco nunca debería amoldarse a lo establecido como tal. Venga, hombre, no me irás a decir, por mucho que el mercado así lo mande, que comenzar escuchando Counting on you puede tener algún tiempo marcado. (...)

No, un disco es por definición, atemporal. Para la medida del momento ya tenemos los directos, que, esos sí, nos ofrecen el pulso del artista para con su grabación de temporada. Pero ésta, será solo de temporada en cuanto a su publicación. Repetimos. Counting on you no tiene tiempo, tiene melodía, no tiene final, tiene nacimiento, no tiene desarrollo, está ahí y tú eres el que caes en su pozo. Uno lleno de melancolía, de cierta nostalgia triste, apuntada por la voz con cierto regusto desgarrado, y una melodía de puro pop, un estribillo que demuestra que las canciones que enganchan a la primera no lo hacen, o no siempre lo hacen, a base de urgencia guitarrera cabalgando a lomos de estribillos imbatibles. No, en la contención puede residir la misma fortaleza, la misma urgencia eléctrica y, por supuesto, mayor rasguño emocional. Sí, como en esa canción.

Y como, por otro lado, en toda la obra de Walter Salas-Humara. Un tipo que al frente de The Silos nos ha legado una carrera, nacida allá por 1985, con buena docena larga de discos refugio. Porque en ellos siempre encontrarás la caricia y la cosquilla, el susurro y la carcajada, y, como mínimo, un ramillete de canciones con el alma llena de armonía. No vamos a repasar ahora sus logros, con obras cumbre como aquellas Hasta la victoria! (1993) o Susan across the ocean (1994), totalmente necesarias, aunque llegará el momento en que lo hagamos. Al igual que los primeros tiempos en los que nació The Vulgar Boatmen, a los que luego produjo y siempre siguió de cerca. O aquellos efímeros The Setters junto a Michael Hall y Alejandro Escovedo. O en los cien proyectos en que anda metido, además de su carrera como pintor. Pero sí diremos que este Curve and Shake está imbuido por ese mismo espíritu que siempre ha abrazado a The Silos. La música no necesita excesos, lo justo es lo necesario, la casi desnudez es más que suficiente para soportar una canción si ésta tiene los mimbres necesarios en el ADN de su composición.

Y vaya si los tienen las suyas. De nuevo con un sonido contenido, no todas las canciones con banda, pero sí dotadas del látigo de la emoción. En ocasiones de la mano de Jerry Joseph & The Jackmormons, en otras de GroveSession, a veces casi en solitario y en otras con gente como Jason Victor, parte incluso de The Silos y brazo derecho de Steve Wynn en Miracle 3 y los actuales The Dream Syndicate. No hay más que escuchar los juegos de guitarra que enlazan Humara, Victor y Joseph en What we can bring para saber que estamos en casa.

Un disco refugio, de esos a los que acudir porque sabes que encontrarás caricia, pop, rock, soul, atisbos de rudeza y certezas de suavidad, canciones enlazadas como esas Satellite, What we can bring y Hoping for a comeback, las tres ejemplo de estribillo perfecto para dar entrada a una belleza capaz de poner los pelos de punta como la balada sentida I love that girl.

Sí, disco refugio. No lo dudes.

(Walter Salas-Humara estará visitándonos en febrero de 2015. Consulta las fechas)

Suena la corriente: "Counting on you" - Walter Salas-Humara



4 comentarios:

  1. No sabia del disco y me hace ilusion que alguien se acuerde de él y de THE VULGAR BOATMEN , con unos discos sobresalientes

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    1. Y a mí que seamos varios los que respondemos por The Vulgar Boatmen, a quienes habrá que reivindicar lo antes posible...

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  2. También desconocía este disco. El tema que has puesto es un lujo, refugio puro y duro. Saludos.

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    1. Así es Johnny, refugio... Un gran disco, cátalo!

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