jueves, 13 de noviembre de 2014

Chuck Prophet
Night Surfer (Yep Roc Records)
Algo más que gracia


Estado de gracia ilustraba el titular de la revisión que hicimos hace más de dos años y medio del anterior trabajo de Chuck Prophet, Temple Beautiful. Porque realmente, escuchando aquellas notas no había muchas dudas sobre ello. Y la cosa venía de antes. Es fácil suponer, como así hacíamos, que el repaso que el propio Prophet realizó junto a sus Spanish Bombs del London Calling clashiano, había rejuvenecido al viejo amigo desde los tiempos de Green on Red. (...)

Pero uno recuerda aún la breve, pero real, decepción que le supuso la visita de un Prophet en solitario a un pequeño garito de Amorebieta en 2006. Cierto que Age of Miracles contaba con su habitual puñado de excelentes canciones, pero tal vez no estaban perfectamente trasladadas a la sencillez del solitario. Pero a lo que vamos. El supuesto estado de gracia, de forma, que pareciera haber nacido a raíz de su aventura Clash tiene su origen realmente mucho antes. Si raramente ha realizado un disco flojo bajo su nombre, y este Night Surfer no lo es y ya hace el número trece en su discografía, lo emprendido desde su llegada a Yep Roc Records con Soap and Water en 2007 es de quitarse el sombrero y saludar a la noche. Incluida aquella pequeña gran joya particular, Dreaming Waylon’s Dream, revisando pieza a pieza el Dreaming my dreams de Waylong Jennings, y que solo hemos podido escuchar en digital ante la imposibilidad de conseguir una de las 500 únicas copias numeradas que de él se hicieron. Pobres de nosotros si aspiramos a algo con esa sustancia…

Night Surfer dice el propio Prophet que da una vuelta más por las ansiedades que produce la vida actual. Miren, puede ser, pero si uno escucha estas doce canciones con la continuidad que necesitan, sabe que saltan de emoción en emoción, de guitarra en guitarra, de cuerda en cuerda, buscando lo que en principio parece tan insignificante pero está en el centro de todo: un simple motivo para seguir adelante con simple música. Esos aires garageros, esos toques souleros, esos saltos y cabriolas de puro rock’n’roll, no son otra cosa más que ello. Desde ese inicio con Countrified Inner-City Technological Man, con ese riff inicial que te lleva al Start me up stoniano en más de una ocasión, la única intención es avanzar. Si sigues por los caminos Stones llenos de chulería de Felony Glamour, por el rock de puro sabor Petty de Ford Econoline (y su guiño a Talking Heads), el palmeo glam de la verdad como un templo que es Love is the only thing o por los vientos llenos de negritud que empapan cortes como Guilty as a Saint, entre sonidos y aromas, subyace el propio espíritu Prophet. Y si no, cómo vamos a evitar refugiarnos en alguna de esas canciones capaces del abrazo eterno. Si Tell me anything (Turn to Gold) no deja de mecerte en ese juego de pregunta-respuesta, en They don’t know about me and you consigue una de esas melodías que pareciera hacer sin el mayor esfuerzo pero que bien valen toda una carrera. Soberbia. 

Soberbio él.

Suena la corriente: "They don't know about me and you" - Chuck Prophet



2 comentarios:

  1. Estado de gracia. Eso es exactamente. Un abrazo, has ido al grano directamente my Lord of RR.

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    1. Si es que el tío se lo busca... está hecho un toro!

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