lunes, 17 de marzo de 2014

Angel Stanich
Crazy Horse, Bilbao (14/03/2014)
Marcando la diferencia


La diferencia. Ese concepto tan escurridizo, abstracto, poco delimitado y sin embargo, perseguido por cualquier tipo de creador. Algo a la vez inasible y deseado, elemento discriminador entre quien tiene algo especial que entregar y quien es uno más. Pero un elemento diferenciador, una singularidad, que queda en mera postura cuando no va acompañado de sustancia sobre la que descansar. Muchos de estos conceptos rodean a Ángel Stanich, un músico a quien se aplica como norma el carácter de diferente. Y que se lo gana a pulso. (...)


Y esa diferencia queda sustentada, y a la vez engrandecida, en sus propias canciones, entendidas como un todo. El músico nacido en Santander pero desarrollado en Valladolid, está considerado una de las últimas perlas del panorama nacional, y razones no faltan. Además ha logrado acceder al sector más joven que puebla la escena indie, estando como está su base musical en la profanación emocional del blues del Mississippi, del folk desarrollado en el Greenwich Village neoyorquino, moteado por el embriagador aroma a melodía pop de los suburbios psicodélicos de la costa oeste. No en vano, todo Arizona Baby, gente que a todas esas influencias une el abrasador calor del desierto, acude a su llamamiento como banda de apoyo.

Sin embargo, es en su presentación solitaria con acústica y continuo acompañamiento percusivo de los tacones de sus botas camperas sobre el tablado de madera del Crazy Horse bilbaíno, donde uno puede interiorizar adecuadamente esa diferencia. Ha jugado Stanich perfectamente la carta de su aparición casi como por ensalmo, haciendo crecer su imagen enigmática, su enclaustrada vivencia como eremita musical, un misterio que queda desarmado cuando te topas en camerinos con un tipo sencillo y tímido, agradecido ante cualquier alabanza que puedas hacer de su reciente debut en larga duración, Camino Ácido.

Es tal vez en este Camino Ácido, disco y canción, donde reside la clave oculta de su extraño magnetismo, una visión del lado ácido de la vida que descansa en la propia historia de la música americana, trufadas como están todas sus canciones de referencias que captarán aquéllos que comulgan con la imaginería del sur profundo y el cruce de caminos. Por ahí aparecen desde Robert Johnson al Delta (Mississippi ha venido y quiso acostarse contigo), comenzando el setlist con una hipnótica Amanecer Caníbal que hacia el final queda transfigurada en un Love will tear us apart de Joy Division llevada a sus puros huesos, como si Ian Curtis hubiera desaparecido en pleno desierto. Canciones como la preciosa balada Miss Trueno ’89, El Cruce, con ese toque de tacones con sabor a cadenas, La noche del Coyote con una armónica de lúgubre lamento, o El Outsider, son perfecto condimento para una versión que dice mucho más de su apuesta que cualquier descripción, un Bleeding Muddy Water de Mark Lanegan que contrasta la voz grave de éste con el tono alto y ácido de Stanich, mucho más cercano a la locura general de Daniel Johnston que a la de otros cantautores del lado abisal patrio con quienes tanto se le compara. 

Y por encima de todo, unas letras capaces de captar toda la atención de un espectáculo minimalista musicalmente y desbordante en el apartado lírico, una manera de contar auténticas historias llenas de referencias musicales, de contrastes poéticos, como en la deliciosa Si tú eres (es tu cremallera la que estoy bajando mientras nuestra aldea se está quemando), de discapacidades e indignaciones emocionales, Amanecer Caníbal o Metralleta Joe, demostrando su inmersión en el mundo de Dylan y todo lo que supuso su cambio a la hora de editar el alma de la letra de una canción.
Y encima, Stanich tiene los santos bemoles de versionar un clásico de nuestro subconsciente como El Río de Fernando Arbex popularizado por Miguel Ríos.

Más allá del enigma, un tipo que merece todos y cada uno de los elogios que está recibiendo. Porque está destinado a demostrar que la diferencia es algo difícil de encontrar, y de olvidar una vez lo haces.

Suena la corriente: "Metralleta Joe" - Ángel Stanich



9 comentarios:

  1. Anónimo5:42 p. m.

    Hola;
    Sin querer ofender a nadie,pero no estoy nada de acuerdo con tu crónica , este tío es en mi opinión la más pura representación de lo que YA (desde hace tiempo )apesta en la cultura musical de este país.Dar rienda suelta por parte de-sobretodo- la crítica musical a un" cantante" y "compositor"de este tipo, me parece apostar por lo efectista y la fachada sin más que ofrecer que un postureo conceptual y un tema respondón (Metralleta Joe)que de primeras ya se ve venir que es falso,hueco,y sin nada que ofrecer.He visto a Stanich ya tres veces(también he escuchado el disco) y no puedo por más que comentar que en ningún momento he oído ninguna referencia en su música(que no sea verbal como bien has nombrado)al blues,ni a la Psicodelia,ni al folk,y menos de Bob Dylan(que toque con una guitarra acústica y esboce un ritmo deslavazado no significa que eso sea folk)me parece un guitarrista muy muy limitado,de ritmos especialmente limitados y repetitivos ,dotado con una voz que ,a priori ,podría parecer interesante, pero que se ahoga en su misma salsa y empalaga al querer intencionadamente ser "una voz distinta"a la de los demás.y al no crear melodías de distinto calado.En definitiva,me parece un muñeco que se saca para exhibir,sin más que ofrecer que su halo misterioso y su estética eremita.Un saludo.y perdón.

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    1. Antes de nada, ni tienes que pedir perdón ni ofendes a nadie, por supuesto. Tu opinión es, cuando menos, igual de válida que la mía o la de todos los que se pasan por aquí.
      Asisto al fenómeno (tampoco sé si se le puede llamar así, desconozco su penetración real) de Stanich algo sorprendido. No le había visto en directo nunca, pero he de reconocer que su actuación en solitario, en el lugar en que lo hizo, resultó más que satisfactoria. No solemos albergar por Río Rojo demasiados fenómenos de masas, nos movemos por otros derroteros que son más bien, y desgraciadamente, minoritarios. Y sin embargo hay un algo en Stanich que hace que nos sintamos (al menos yo) atraído, sí, por ese minimalismo repetitivo en melodías, por unas letras que tiene un componente surrealista que me parece excede en calidad la media de lo que se suele cantar en castellano. Evidentemente, dices bien, no se le puede comparar con Dylan, la verdad, no se me ocurriría. Hablo de la inmersión que, al parecer, él ha hecho en su carrera, y tratará de buscar sus caminos en base a ello o no. Las otras referencias tal vez estén más presentes en las letras, pero se sintieron mucho más en el directo acústico que lo que lo hacen en el disco.

      La voz, ay, eso es algo muy particular, y en este caso, reconozco que me resulta atractiva. Sí coincido en que Metralleta Joe no es su mejor tema, su elección en este post es simplemente porque él lo ha seleccionado como single... y ya que yo lo cuelgo en un streaming particular, tratamos de aceptarlo así.

      Por lo demás, creo que es aún muy pronto para encumbrar a alguien con tan poco bagaje. Lo mejor es que me resulta interesante, y lo duro será para él responder a las expectativas.
      Además, tal y como está el patio, sabemos de sobra que éxito no es lo mismo que calidad. De él va a depender.

      Por lo demás, es seguro que tú, que le has visto más veces en directo que yo, tengas más elementos de juicio. Así que muchas gracias por compartirlos.

      Un saludo

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  2. Anónimo6:34 p. m.

    dudo mucho que le hayas ecuchado de verdad en directo. Y si es así´estarias charlando en la barra en vez de prestale atencion. Si simplemente le hubieras visto una sola vez en directo no podrias pensar eso.Es justamente todo lo contraio. Es un crio de 25 años que ni pretende ser nadie ni nada.Odia como tu el postureo. Tiene la voz que dios le ha dado . A mucha gente le horripila,por cierto..Hace sus canciones y de prepente a todo el mundo parece que le gusta. El no tiene nada que ver con todo esto. Ni siquiera da entrevistas y pasa de todo. Si la gente le gusta bien y si no ( como a tí) pues tambien. Precisamente lo único que tienen es lo que tu no le pillas. Es auténtico. Otra vez será....

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    1. No encuentro contradicción entre lo que dices y lo que yo he dicho en el post y en el comentario (salvo lo de que no me gusta y lo de que estaría en la barra, apreciaciones tuyas...). Aquí no nos interesa si las cosas venden o no, interesan a mucha gente o no. Sólo si nos gustan a nosotros o no, si nos los creemos o no. Seguramente por eso somos muy pequeños. Y seguiremos escuchando a Stanich en disco y en directo.

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    2. Anónimo7:31 p. m.

      Red river ha habido una confusión,la contestación del anónimo estaba dirigida al primer anónimo,osea yo,jeje,creo.

      Contestaré pues;soy músico y yo no veo conciertos desde la barra y menos hablando.

      A lo segundo te diré que quizá no me hallas entendido bien,no lo juzgo como persona,lo juzgó como músico,así es;composición,puesta en escena,líricos,instrumentación ,etc....a mi su voz no me horripila,no he dicho eso,es más,he dicho que a priori es interesante su voz,pero que en mi opinión ese interés deriva en desidia,y no por su textura vocal.Un saludo.

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  3. Ok, primer Anónimo, sí, creo que el segundo Anónimo te contestaba a ti. Me había dejado sorprendido lo que pensaba que era un cambio de opinión tan radical que no lo entendía.

    Un saludo (y gracias por la aclaración)

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  4. Anónimo10:29 a. m.

    Ahora soy el primer anónimo,y me dirijo a Red River para terminar.

    Tu crítica no es que me parezca mala y que no esté ajustada a la realidad de lo que viste,lo que creo es que es demasiado entusiasta para lo que este hombre ofrece.En los últimos tiempos hay una constante entre los críticos en alabar lo que ellos entienden como una característica "especial" o a un "Outsider" ,encontrando en ello el paradigma de la originalidad o del carisma ,simplemente porque el artista en cuestión explota más el concepto de lo "raro",de lo estéticamente de moda,los líricos no hacen al músico,el ser un verborreico no te convierte en un buen letrista y menos si no tienes nada con qué defenderlo (una buena canción ,una buena melodía,unos buenos arreglos).Construir atonalmente una canción diciendo miles de cosas sin un rumbo fijo estirando un tema hasta los casi 6 minutos es algo muy difícil de hacer, eso sólo lo han conseguido los de nivel 1,pero parece que en los tiempos que corren éstos de nivel 1 salen hasta debajo de las piedras,y esa no es la realidad a la que me enfrento escuchando música cada día de mi vida.

    Por eso, repito;que no es que me parezca mala la crítica,y menos, la réplica que me has dado a mi primer comentario que me parece muy coherente,ojo,,el problema es que me parece desacerbadamente entusiasta,una cosa es tachar a un artista de interesante y otra muy distinta es dejar caer que tiene un mojo enorme,aún así te felicito por la página,me seguiré pasando,un saludo.

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    1. Jajaja, gracias, a ver si no vuelvo a liar las respuestas según a quien vayan dirigidas.

      Sabes, lo más acertado y de agradecer de tus comentarios (que me parecen hechos desde la objetividad y el conocimiento) es que atemperan en cierto modo ese entusiasmo a que puede dar lugar el escrito. Siempre he reconocido que peco de ello, aun cuando el espíritu que me guiaba era el recalcar que aún le queda mucho por demostrar, cosa que reconozco que no he conseguido.
      También reconozco que tu eres músico y yo junto letras, bien o mal. Tal vez por ello doy mucho valor al elemento lírico, y en este caso, hay construcciones, imágenes, metáforas, que me resultan muy sabrosas.

      En cualquier caso, es evidente que a mí sí ha conseguido interesarme y engancharme. Ya sabemos que los gustos toman a veces derroteros insospechados.

      En lo que tienes más razón que un santo es que a veces usamos los nombres de los de nivel 1, aunque sea comparativamente y con intención de posicionar, demasiado a la ligera. Éstos se pueden contar con los dedos de la mano, por algo son nivel 1.

      Por último, sólo apuntar que yo no me considero "crítico", o al menos no más "crítico" que tú, que tienes la capacidad de escuchar, reflexionar y argumentar en contrario pero demostrando algo más que base.
      Digamos que somos dos tipos discutiendo y hablando sobre música.
      Mejor lo haríamos con una cerveza de por medio, pero de momento, lo hacemos virtualmente.

      Un saludo.

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  5. Anónimo11:17 a. m.

    Así es,encantado de haber hablado contigo de lo que nos gusta Red River,un saludo.

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