
Recuerdo la emoción con la que me dirigía a aquella sala a las afueras de Valencia. Tuvo que ser sobre el 91 o 92, la memoria está nublada. Por fin iba a ver en directo a Ian Dury & The Blockheads, y había vuelto a machacar a conciencia su disco de debut, New boots and panties!! (1977). Uno de esos discos que habían marcado mi juventud. (...)
En la habitación de casa de mis padres, años antes, en Madrid, sonaba If I was with a woman. Esos pasajes funk que tan bien le sentaban a su voz, a su banda, a su cuerpo contrahecho. Ese estribillo look at me laughing, para terminar desbarrando, como en tantas de sus canciones, con ese final, casi un minuto de simples laughings, repetidos como un mantra, sin instrumentos, casi desafinados, tan poco ortodoxos… Siempre en ese momento, antes de que comenzara la fuerza y energía de Blockheads, mi madre entraba en el cuarto, y sólo podía intuir que ahí había algo insano, eso no podía ser música. Para un chaval lleno de acné, en la cara y en el espíritu, eso era gloria bendita.


Diez minutos del concierto de Valencia, y ante una sala abarrotada, con tensión musical en el ambiente, tres tipos de seguridad, con sus porras al cinto, se ponen en formación de triángulo en primera fila, ante los pogos que comenzaban a sudarse. Dury, con su eterna chaqueta blanca, sucia y ajustada, detiene la canción al instante y pide
que se retiren de inmediato. No tiene ninguna intención de seguir el concierto con tres tipos armados enfrente de él. Tratan de hacerle ver que es por seguridad y demás milongas, pero él dice que son muchos años ya luchando a brazo partido para que la gente pueda olvidarse, aunque sea una puta noche de un fin de semana, de un sistema que los aliena. Al final ceden, se largan, y Dury grita, ok, todo bajo mi responsabilidad. Y fue su responsabilidad que saliéramos todos con la camiseta, el pantalón y el alma mojados de sudor. Y con una sonrisa en la boca.

Hace unos meses, en diciembre de 2011, veíamos en directo a los actuales Blockheads, aún encabezados por Chaz Jankel y con un Derek Hussey, amigo de correrías nocturnas del propio Dury, a las voces. No podía ser lo mismo, nunca, pero resultó nostálgico.
Este domingo pasado, Ian Dury hubiera cumplido 71 años. Pero hace trece que ya no está.
New boots and panties!! es uno de los mejores discos de debut para quien esto escribe, y aquí queríamos honrarlo. Y recomendar la lectura en dos partes (parte I y parte II) de la historia que le dedicaron en Blogin in the wind.
Imprescindible. Como siempre lo fue Dury.
No hay comentarios:
Publicar un comentario