miércoles, 23 de enero de 2013

Dirty Looks
Cuando fuimos jóvenes y pop


No puedes evitar sentir una gran nostalgia cuando recuperas un disco de alguien que te hizo pasar muy buenos momentos en su día, y aquellos momentos se quedaron allí. No sólo para ti, sino también para ellos, esa gente que pasa como un suspiro por la música, que apenas dejan un puñado de canciones, que no encontraron su hueco, y eso a pesar de que cabalgaron la ola correcta, la que barría playas entonces. (...)


En algunos casos es una simple mezcla de mala suerte y falta de pericia para moverse por los entresijos de la industria. En otros, falta de una sólida base musical, de canciones o de ese hit que sirva de banderín de enganche para lo que venga después.

No sé qué pasó con Dirty Looks, pero llegaron, hicieron dos discos, y se fueron. No eran la quintaesencia del power-pop, no iban a cambiar el devenir de la historia musical tal y como estaba desarrollándose a finales de los 70 y primeros 80, pero esa falta de pretensiones era una baza que les hacía absolutamente entrañables. Eran épocas de diversión y juventud, de querer olvidar las calles grises que rodean la vida de un imberbe, y por ello mismo, la turgencia de unos cuantos pelotazos pop era recibida como agua de vida.

Aclaremos antes de nada que no estamos hablando de una banda de igual nombre que procedente de San Francisco sembró su hard-rock a partir de 1985. No, de esos poco sabemos y reconocemos nuestro desinterés. Hablamos de los Dirty Looks de Nueva York, que se pateaban los escenarios clásicos del momento como Max’s Kansas City y el CBGB a golpe de melodías pop y guitarras contundentes. Cuando Stiff Records publicó su primer disco homónimo en 1980, reconozco que en un principio no dudé en considerarles una banda británica. Pero tras unas escuchas, quedaba claramente emparentado el sonido, el ambiente, la intención con lo que unos meses antes había publicado el bueno de Paul Collins bajo el nombre de The Beat (en el que para este Río sea posiblemente uno de los mejores discos de debut, o el que nosotros hubiéramos soñado con publicar en otra vida). Aquello era power-pop directo a la entrepierna, presto para ser bailado y botado en cualquier garito sudoroso. Canciones como They got me covered, las guitarras trotonas de Love crimes y casi garageras de You can’t love me, el pop atemporal de 12 O’Clock high, el almíbar sabroso (de corte más AOR) de Lie to me, el aire rockbilly de Drop that tan o los ritmos entre el reggae y el ska de Desappearing eran aptos para cualquier fiesta congestionada de hormonas quinceañeras. Y luego estaba su primer single, la canción estrella del disco, Let go, que ésta sí podía haber estado incluida en el mencionado The Beat. Porque por seguir las comparaciones, la gran diferencia entre ambos discos de debut era la calidad extrema de las canciones que Paul Collins sí era capaz de alcanzar. Dirty Looks tenían fuerza y garra, aunque es cierto que no llegaban a esas cotas.

Pero Patrick Barnes a las guitarras, Peter Parker a la batería y Marco Sin al bajo habían conseguido desde su Staten Island original poner una pica en Stiff Records y en todo lo que pasaba por Londres sin moverse de casa. Y sin embargo, su segundo disco, Turn it up falló, porque precisamente adoleció de esa urgencia juvenil que habían demostrado ser capaces de crear. Producidos por Nick Garvey (Ducks Deluxe, Motors), cayeron en sonidos más dirigidos a un consumo fácil y a emisión en radios sin muchas complicaciones. Ofrece momentos interesantes, pero no deja poso, y fue machacado a conciencia por Epic en los USA, mientras Stiff miraba para otro lado, con diferentes regrabaciones a espaldas de los músicos.

Llegaron a grabar un tercer disco para Island Records, pero no llegó a publicarse por problemas con la compañía, y supongo por una pérdida de interés de ellos mismos. Y reconozco no haber seguido más pistas hasta hoy, ni si su paso fue tan fugaz como anticipan estas grabaciones.

Pero al menos, queda el recuerdo de los bailes descoyuntados de aquellos años.

Suena la corriente: "Let go" - Dirty Looks



No hay comentarios:

Publicar un comentario