miércoles, 29 de agosto de 2012

Oriol Llopis
La magnitud del desastre (66 rpm Edicions, 2012)
Rock en negro sobre blanco


Hace nueve años, coincidiendo con la publicación del que hacía el número 200 de la revista Ruta 66, publiqué aquí, en el Río Rojo un artículo glosando lo que para mi significó la aparición de esa revista. Artículo que a su vez fue publicado en las cartas al director de  la revista, en un número que físicamente se llevó una riada/inundación que desmanteló la trastienda musical (discos, revistas, libros) que uno va acaparando en su casa a lo largo de los años. Entre aquellas palabras, se intercalaba una pregunta: cuánto echo de menos leerte, ¿dónde estás? (...)


Aquella pregunta iba dirigida a una de esas personas que, desde los tiempos de Vibraciones, había ofrecido textos en los que plasmaba algo más, mucho más, que simples datos, que simples conjeturas, por muy personales que fueran, sobre este grupo o el de más allá. Oriol Llopis, para un simple aficionado a la música como yo, era todo un misterio, sus idas y venidas, sus apariciones y desapariciones. La lástima es que estas letras (las del Río) paridas en elemento digital, tienen también un carácter efímero. Un sistema de comentarios que en su momento se fue al garete borró el que en esa misma entrada, años después, contestaba a la pregunta. Se me redirigía a un canal de Youtube en el que supuestamente Oriol Llopis compartía los videos y canciones que quería. No supe de la veracidad de dicho enlace, firmado aparentemente por él mismo, pero hizo mucha ilusión saber algo de él.

En los últimos tiempos, ha comenzado a reaparecer su firma en el Ruta, y, tras insistentes rumores, hace unos meses estaba confirmado y en la calle. 66 rpm Edicions publicaba La magnitud del desastre, precioso título que antecedía a la anotación Memorias de un rock critic poco fiable.
Y es en esta acotación donde quedan explicadas varias cosas. No es una autobiografía. Son simples recuerdos, anécdotas, historias particulares las que el Llopis, sin ningún orden cronológico, y bajo el título de canciones de Golden Earring, nos presenta. Y la veracidad de las mismas queda al arbitrio de cada uno cuando él mismo apostilla lo de “poco fiable”. Supongo que todos vemos nuestros propios caminos según los recordamos, según la forma que el tiempo y nuestra memoria ha ido moldeando. Para nosotros son nuestra verdad. Y yo así la tomo.

Narrado de una manera ágil y directa (reconoce haber llegado a la conclusión de que lo mejor es escribir tal y como uno habla), supone un recorrido por aquellos años 70 y 80, por aquellas músicas, aquéllas adicciones, aquellos sexos, aquellas drogas, aquellas letras que comenzaron a despertar una curiosidad extrema en los que éramos más jóvenes. Leyendo sus artículos, intuíamos el peligro. Leyendo el libro, resituamos aquellos callejones oscuros y gozamos como si fuera un artículo más, uno muy largo.
Te desternillas con sus aventuras juveniles en el safari, intuyes sus cuitas con otras plumas de las que fácilmente reconoces sus iniciales, disfrutas las estrafalarias aventuras con la polla de Iggy, la señora de Thunders o la misma canción de Burning, viajas con él a Paraguay (un toque muy personal para mí, que también me largué a vivir a aquel país con 28 años, aunque he de reconocer que en circunstancias muy diferentes) y puedes sentir la angustia de la oscuridad de la jeringuilla y la muerte.

Para terminar, como tantos y tantas veces, en la supervivencia por el amor.
Y la gozada de haber leído de nuevo rock.

Lo que más deseo es no tener que volver a hacer aquella pregunta.

Suena la corriente: "I do rock'n'roll" - Golden Earring


5 comentarios:

  1. Redri articulazo "as ussual" si te apetece venirte para el sur, donde serás recibido como te mereces, el jueves que viene presentamos el libro en Algeciras,el gran Oriol y mi pequeña menda con actuación de los briosos Humanimals, rock & roll garantizado aunque en la otra punta del pais.
    http://youtu.be/zayIr43X8AA

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    1. Granpa, está usted en todos los buenos ajos! Cómo se nota quien rockea por esas tierras!
      Ya me gustaría poder compartir tiempo y tragos con vosotros. Más cuando la editorial anda olvidando las presentaciones por Bilbao. Qué bueno sería tener por aquí al Llopis, al Navarro y al Crespo.
      Espero crónica, y diviértanse.

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  2. delsurypunto11:24 a. m.

    Reencontrar al Llopis más Llopis que nunca (Llopis en estado puro) y como tú bien dices. "...resituar aquellos callejones oscuros..." en toda su Magnitud ha sido toda una gozada. ¿Sorpresa?, También. Pero si en algo conozco al Llopis, me hubiera extrañado mucho que hubiese decidido desaparecer languida y definitivamente sin guardarse algunas balas en la recamara. Y puedo asegurar que esta no es más que la primera de la andanada que tiene en mente.

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    1. Pues esperaré ansioso esas balas, y que pasen sonando cerca!
      Un saludo.

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