lunes, 23 de enero de 2012

Etta James (25 Enero 1938 - 20 Enero 2012)
La gran Dama

La vieja música cada día es más vieja. Qué gran redundancia, pero qué gran verdad. Hablamos del viejo blues, el viejo jazz, el viejo r&b, el viejo soul, el viejo rock’n’roll, el viejo folk… La gran aportación musical del siglo XX es cada vez más vieja. Y siendo seres finitos como somos, esta edad implica que los que amamos esta música empecemos a estar de permanente luto. (...)



A mediados de la semana pasada saltaba la noticia de la muerte de Johnny Otis. En todas sus semblanzas se hablaba de la multitud de grandes artistas que deben a su perspicaz olfato el salto en su carrera musical. Y entre esos nombres, siempre destellaba con un halo más luminoso el de Etta James. Dos días después, sabíamos de la despedida de Jamesetta Hawkins, la gran Etta James. Era esperado desde hace semanas. El Alzheimer, la leucemia y una vida de continuo maridaje con las drogas hacían su trabajo.

Glosar la carrera de James es incidir en la esencia fundacional de la música moderna de raíz negra, es transcribir una línea de tiempo común para la misma: gospel, coro de iglesia baptista, desestructuración familiar y personal, soul, Otis, blues, Chess, R&B, jazz, amores y desamores, Fame Studios, rock’n’roll, drogas, retiro, vuelta, reconocimiento, enfermedad…
Pero por encima de todo, hablar de Etta James no se puede hacer sin antes haber escuchado su voz, un don tan especial que es capaz de sacar de dentro de uno los más íntimos sentimientos, las más personales emociones. Una voz que te engancha como un anzuelo a una música que nace desde, por y para el corazón. Una voz que rendía pleitesía a sus musas, y que yace en el mismo panteón que las de Bessie Smith o Billie Holiday.

Por eso, porque se nos ha ido Etta James, porque nos queda su voz, porque nosotros cada día somos más viejos pero seguimos teniendo esta vieja música, porque la sección de Despedidas del Río Rojo seguirá creciendo sin atajos al destino, por todo ello, dejamos que aflore nuestro ser íntimo y gozamos de At last, All I could do was cry, Trust in me o Tell Mama. O cualquier otra.
Todas merecen una vida.

Suena la corriente: "I'd rather go blind" - Etta James


2 comentarios:

  1. Una verdadera pena, con Etta se ha marchado un pedazo importante de la música popular. Todos los palos que tocaba lo hacía con maestría, y sobre todo con emoción, una emoción fiel reflejo de su vida, con sus alegrías y sus penas. Lástima que jamás la veamos en directo. Siempre me quedará esa espina.

    un abrazo

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  2. Pepo, tienes razón. Esa pena de no haberla visto en directo... Hay tantas cosas que se nos van.
    Pero queda la voz. Y esa no nos la quitan.

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