jueves, 17 de marzo de 2005

Rebelión de planos

Hay zonas de mi casa que me resultan territorios inexplorados. Paso sin entrar en ellas (y no, no me refiero a la ducha). Podría haberse asentado un campamento de sintierras, exigiendo la productividad perdida por falta de uso. No me sorprendería.
Hay otras en las que si al entrar encontrara varios cadáveres descuartizados, exclamaría un simple y tranquilo "coño, qué ha pasado!".
En alguna más, mantengo batallas muy cruentas con especímenes indeseables de fauna ciudadana. Sí, voy ganando la guerra. Creo que seré libre.

Paseo por la calle con mi música inyectada directamente en el cerebro. Y confundo canciones. Igual no es así realmente. Escucho lo último de Gov’t Mule. Bien, los ecos de Allman Brothers los tengo yo mismo.
Después los hermanitos Dickinson, los hijos de Jim Dickinson (lo siento, un hijo casi nunca se quita de encima el estigma de su padre, salvo que este sea un simple ciudadano anónimo) me soplan sus ideas a lomos de los North Mississippi Allstars. En algunos momentos los juegos de guitarras son puro Duane Allman. Claro, estos Mule! Pues no, son los NMA. Mis neuronas juegan a los mismos arpegios.

Hablo desde la oficina con Brasil. Luego llamo a la República (Dominicana, pero es que aquella palabra, ella sola, es tan bonita). Más tarde con Ecuador.
Cuando suena la llamada desde Cuenca, suelto un acento latino.

Me voy al estadio, y ni siquiera sé que partido voy a ver. El sábado veré a Wilco, y ya van dos personas a las que hablo de Elvis Costello (que ni siquiera sé si fue telonero de Springsteen, aunque es seguro que no).

Tenía varios planos, varios compartimentos. Se están empezando a comunicar. Entre ellos. Con vías de doble sentido.

Hay que poner coto a esta rebelión.
La semana que viene, me largo con Ella.



Suena la corriente: "51 Phantom" - North Mississippi Allstars