martes, 9 de diciembre de 2003

El bueno, el malo, el mudo y el bocazas


La guerra de Irak está consiguiendo dividir al mundo en muchos aspectos y el mundo de la música popular no se ha librado. Buena prueba de ello se ha visto en las votaciones para la entrega de los premios anuales de la Country Music Association (CMA) celebradas el pasado 15 de noviembre en Nashville.

La política lo invade todo, y algunos artistas se han pronunciado ante las actuaciones llevadas a cabo por la Administración Bush. Por un lado están los más afines al más rancio conservadurismo republicano, los denominados blue collars entre los que se encuentran artistas como Toby Keith, George Strait o Montgomery Gentry, y por otra parte los más pro-demócratas y pacifistas como las Dixie Chicks y, sorprendentemente, Merle Haggard (músico tradicional y red neck donde los haya).

Los blue collars quizás han confundido el tradicionalismo con el conservadurismo y se han dejado llevar por una estética vaquera excesivamente de película western, en la que hay buenos y malos que luchan entre sí a puñetazo y balazo limpio, como bien refleja una de las canciones que sin duda ha tenido mayor éxito este verano -"(Whiskey for my men) Beer for my horses- interpretada a dúo por el arrogante y engreído Toby Keith junto con el veterano y carismático Willie Nelson. Lamentablemente, el listillo de Toby Keith ha querido explotar al máximo el filón patriotero-militarista con un último single titulado "American Soldier" que suena a todas horas en las bases norteamericanas y exhibe una letra que no tiene desperdicio.

En el extremo opuesto están las alegres y vivarachas Dixie Chicks, trío de bombones sureños en edad de merecer, cuya voz cantante –Natalie- declaró en Londres durante su última gira que estaban avergonzadas de que George W. Bush fuese de Texas. Lo cual les ha llevado a la marginación y al boicot por parte de un sector de la prensa y de algunos de sus compañeros músicos, que las han calificado de "punks antipatriotas". A ellas esta situación les ha llegado a afectar hasta el extremo de renegar de la "familia country" para pasar a autoconsiderarse como un grupo de rock con raíces.

Todo este rollo político no le ha gustado nada a la CMA que ha castigado a todos los que han tomado una postura beligerante en este tema, sin darles ningún premio a pesar de sus posibles méritos artísticos. Afortunadamente para la CMA este año ha fallecido Johnny Cash, indiscutible icono y mito americano, y ahí estaba el buenazo de Alan Jackson ("el Príncipe") junto a su buen amigo Jimmy Buffet, que han realizado la perfecta canción del verano "It´s Five O´Clock Somewhere" divertida, pegadiza e intrascendente. Ellos son, sin duda, quienes han salido beneficiados de todo este revuelo político.

La verdad es que no sé por qué siempre tenemos que mezclar la política con el arte. Un artista no debería ser juzgado por sus opiniones personales, sino por su trabajo y sus canciones. Aunque también sería de agradecer que los artistas se esforzaran un poco en hacer letras más sutiles e inteligentes que no proclamen de una forma tan burda, clara y directa sus opiniones políticas personales.

Confieso que a mí me encantan las películas del oeste, pero entiendo que en la vida real no hay ni buenos tan buenos ni malos tan malos, y que la violencia siempre genera más violencia, por lo que contribuye a perpetuar los conflictos más que a resolverlos.

¡Más guitarras y menos pistolas!


Remado junto a Julio Rescuer

Suenala corriente: "Countrysides" - Cracker