lunes, 23 de noviembre de 2015

Zodiacs
Bilborock, Bilbao (20/11/2015)
Oiga, esto es rock'n'roll!


Poco o nada habrá que contar a quienes vieron allá por principios de siglo a los getxotarras Zodiacs. Fuerza bruta dotada de riffs y melodías de pura vitamina potenciada con esteroides era lo que uno podía echarse a la cara y a los oídos al pillarlos sobre un escenario, además de litros de sudor. Y todo ello anticipaba su aventura madrileña, pero antes, como si fuera necesario salvaguardar aquellas esencias de puro salvajismo, dejaron dos discos que acreditan el fragor de la batalla.(...)


Pinball Rock, editado en 2001 por Animal Records y Discos Crudos, suponía un debut de esos que quienes se dedican a los sopapos sueñan soltar algún día. Sí, crudo y directo, sin pasar por fagocitadores limpiadores de cara.

Y el viernes pasado, sin motivo alguno especial, ni reediciones ni fechas redondas, salvo la presencia en escena acompañando al actual trío de Borja, guitarrista fundacional que participó en Pinball Rock, Ignacio Garbayo y compañía, en formato cuarteto, dieron rienda suelta a aquella espléndida colección de bofetadas. Comenzando con el piñón fijo de Pinball Rock y Chicos Cardíacos, donde el muro de guitarras arrebujaba un punk’n’roll que todavía tiene esa fuerza y veneno de las grandes canciones. Cleopatra y las Zodicas vuelve a cabalgar trotona, Diablo, oscura y gutural y en Que no salga el sol son capaces de imponer la melodía sobre la fuerza, con un Garbayo puro nervio, sudor y brincos. Esa era su apuesta primigenia, los muros de Detroit derribados a golpe de melodías como las de Ha Ha!, que revivida ahora no deja de sonar brutal, imparable y melancólicamente juvenil. Y esa es su esencia, hacer la transustanciación del punk en power-pop a los sones de Wild Time para encumbrar ese alma en algo arrastrado y deslumbrante como Cinco Segundos, perfecta canción pop. 

No cabe duda de que Pinball Rock es uno de esos discos que siguen vivos, que mantienen su fuerza, su raigambre nerviosa década y media después, y que Zodiacs siguen sabiendo defenderlo con la energía del que lleva el pecado original marcado a fuego. Así que en Bilborock sólo quedaba como final de fiesta el bañarse en canciones de su último trabajo hasta la fecha, Radiaciones Luminosas, de 2011. Como bien dijo Garbayo al presentar una canción como Satanás (recordando al satanás que había muerto en esa fecha cuarenta años antes, y que nunca hubiera merecido tamaña melodía), pasamos del punk-rock al power-pop, montados en canciones capaces de enjuagar melodías nacidas en California, cuando Carreteras del norte demuestra el nervio vivo de los Nerves, quiénes si no, o voladas a Escocia, cuando una coral Maniobras de control, llega a tener guiños a Teenage Fanclub, o sin tiempo ni espacio, con una Chica Normal arrebatadora, como suena cuando lo hace sucio, como en su segundo trabajo, Golpe de calor, antes de limpiezas varias.

Y oiga, es que esto es rock’n’roll. Ni más ni menos.

Suena la corriente: "Pinball Rock" - Zodiacs


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