miércoles, 21 de octubre de 2015

Dion
Live at The Bitter End 1971 (ACE Records, 2015)
Sonidos armónicos desde el Village


* Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

A decir del desaparecido Lou Reed'la voz de Dion Dimucci podía subir tan alto como para alcanzar el cielo y bailar allí entre las estrellas. Una voz única que se sostenía por sí sola, de marcado acento del Bronx. El tipo de voz que nunca olvidarás y que siempre quedará en tus recuerdos'. (...)

Según el radiofónico Juan De Pablos'de existir justicia en el mundo, Dion debería haber protagonizado West Side Story o en su defecto haber sido nombrado alcalde de honor de la ciudad de Nueva York'.

Muchos son los rendidos admiradores del italoamericano y seguramente por ello ahora estés leyendo una reseña de un disco grabado en directo en el año 1971. Para entonces, los años de gloria y Doo Woop habían pasado para Dion, así como su adicción a la heroína y el lado salvaje. Un torbellino había pasado por el Greenwich Village neoyorquino justo en el momento en que Dion mutaba musicalmente hablando y sus últimos esfuerzos con el Doo Woop (Ruby Baby, Drip Drop, Donna the Prima Donna) se codeaban con sus incursiones en el blues en revisiones de Willie Dixon (Spoonful o Seventh Son) y por lo que se ve le cogió de frente. Así con Wonder where I’m Bound (Columbia 69), Dion recoge las enseñanzas de Dylan y el folk, que cristalizarían y se materializarían en sus posteriores Sanctuary y Suite for Late Summer (Warner 71 y 72).

El concierto que recoge esta grabación se realizó en el legendario Bitter End de la escena folk del Greenwich neoyorquino, con un Dion acompañado únicamente por una guitarra acústica y su prodigiosa voz. Conviene aclarar que tal y como demuestra esta grabación y su más reciente obra (de nuevo enfocada al blues), Dion domina este instrumento de manera prodigiosa. De hecho cabe destacar la utilización de afinaciones alternativas en boga en la escena en aquellos años, lo que da pie a uno de los chistes de la noche, 'os juro que estaba afinada cuando la compré'

El repertorio mezcla revisiones como el Coheniano Sisters of Mercy y no tan evidentes piezas dylanianas (espectacular la apertura con) Mama you have been on my mind, One Too Many Mornings. En todas ellas las afinaciones mencionadas y la voz de Dion llevan estas canciones a otra dimensión. 

Cuando ataca el Too Much Monkey Business lo hace a ritmo cortante de Blues y no solo se olvida del rock & roll de Berry, sino que reinventa la letra y aterriza por la entonces candente guerra de Vietnam.  

También hay temas propios como Sunshine Lady, Sunny land o ese conmovedor Abraham, Martin and John, la canción de Dick Holler, que con su reflexión sobre la muerte del Presidente Kennedy y Martin Luther King le había devuelto a lo alto de las listas en el 68, no nos extraña ya que pone los pelos de punta aún tantos años después.  

El Blues inunda el ambiente con You Better Watch Yourself y Don't Start Me Talkin', como hemos dicho Dion se mueve con soltura y maestría en ese registro. Como contaría años después en su vecindario del Bronx, los vecinos más morenos de su edificio escuchaban el blues eléctrico que venía de Chicago y él quedó atrapado por la música del diablo desde joven.
  
El desarrollo vocal en Willigo nos recuerda que aquellos chavales que se reunían debajo de las farolas y juntaban sus voces en armonía, el único instrumento que se podían permitir, incluían en sus desarrollos las partes solistas que necesitaban mediante el mero uso de sus cuerdas vocales, aquí los bajos de un saxofón, allí los desarrollos de una guitarra. 

Por supuesto no nos deja sin paladear dos de sus joyas de la era Doo Woop, su cumbre The Wanderer y Ruby Baby en revisiones propias del uniforme musical que vestía entonces, escoradas al folk blues, jugando con la letra en su boca. 

La despedida con Harmony Sound resulta arrebatadora y evocadora hoy, tantos años después de una época y un sonido que había pasado de los callejones bajo las farolas a los sótanos humeantes del Greenwich Village. Solo un artista como Dion pudo recorrer ese camino sin fracasar en el intento.

Suena la corriente: "Mama, You've been on my mind" - Dion


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