miércoles, 12 de diciembre de 2012

Graham Parker & The Rumour
Three Chords Good (Primary Wave, 2012)
De vuelta al bar, sentados


Las barras de bar, esos lugares que tantas veces nos han acompañado a la mayoría a lo largo de muchos (o pocos) años. Siempre buscando que fueran ambientadas por los sonidos que juguetearan con las neuras que tuviéramos en cada momento. Sí, ya sé, lugar común y poco original hablar del sitio donde hemos dejado fluir penas y alegrías. (...)


Pero ya hace unas semanas repasábamos los cinco discos que había grabado Graham Parker con su gente agrupada bajo el nombre de The Rumour, y, cómo no, las palabras humo y bar tenían que aparecer. Porque en parte tomaban la tradición del pub-rock y la mezclaban con pop eterno, con rock puramente americano, con el sudor del soul. Sí, Graham Parker y los señores Brinsley Schwarz, Bob Andrews, Martin Belmont, Steve Goulding y Andrew Bodnar acompañaron en más de una ocasión esos sueños húmedos, sueños de deseo y decepción, de angustia y de explosión vital y hormonal. Tenían el calor que uno buscaba, marcaban la ecuación entre una música sexual y sensual, fueron parte de esas barras de bar.

Por eso, enfrentarse a esos mismos señores treinta y dos años después, produce cierto vértigo. Para qué vamos a negarlo, ninguno, ni ellos ni nosotros, somos los mismos. Ellos ya no son aquellos chicos malencarados y enfadados, por mucho que en sus letras aún pueda entenderse el disgusto con este mundo que tenemos que sufrir. Y nosotros igual, ahora sí somos más de estar sentados en esas barras que explorando los lugares oscuros del pub. Pero nos sigue gustando el caracoleo del humo y las gotas de sudor.

Three Chords Good nace con una horrorosa portada que en principio no auguraría mucho bueno. Pero la fachada, por patética que sea, puede albergar distinto espíritu interior. A ver, seamos sinceros, no es una obra de las que perdurará por siempre en nuestro imaginario, como sí lo son otras de esta gente. Pero supera la media de muchos otros discos que nos metemos para el gaznate. Es trabajo relajado, más Van Morrison época reciente que Exile on main St., más el Dylan tranquilo que los angry boys de antaño. En el fondo, lo sabíamos.

Y sin embargo, no habrá rabia, pero hay melodía. Y tal y como la entona la voz de Parker, que sigue siendo puro soul, tal y como acompaña el teclado de Bob Andrews, que sigue ayudándote a llegar al punto de ebullición, uno encuentra satisfacción. Puntual, pero satisfacción. Y la felicidad no es más que la sucesión de simples momentos que van y vienen. Cierto que las guitarras de Belmont y Schwarz sólo se arrancan en Coathangers, pero el reggae de Snake Oil Capital of the World tiene el sabor de aquellos tiempos pasados y el soul que impregna todo Long emotional ride, con ese órgano capaz de producirte un respingo, es de los que tienen la marca de la casa. El rhythm & blues arrastrado de Last bookstore in town tal vez sea demasiado Dylan, pero uno tiene derecho a glosar a sus padres, con That moon was low no tengo el más mínimo problema en arrancarme a bailar, porque es de esas canciones para estar pegado, muy pegado, con Three chords good me regodeo en la melodía que juguetea con ese tiempo medio, y con Old soul me empapo bien en otro trago. Incluso me siento acariciado con ese rock americano de She rocks me, que perfectamente hubiera podido incluirse en el Backless de Eric Clapton. Sí, ya sé, me dirás pues vaya, pero yo le tengo ley.

Son treinta y dos años. Y aquí es donde estamos. Y me alegro de volver a compartir barra con estos viejos amigos. Y así hablamos de nuestros achaques.

Suena la corriente: "Long emotional ride" - Graham Parker & The Rumour


4 comentarios:

  1. Aun no lo tengo muy escuchado, pero es una gran noticia que Graham este con sus Rumour otra vez.Este hombre merece un gran respeto.Cierto que la portada es horrorosa, pero la de Van y Bob tambien lo son , y a mi me parecen grandes discos de este año.Aunque el de Van , un poco repetitivo!
    A+

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    1. Cierto, una gran noticia tenerle de nuevo con los míticos Rumour. El disco no alcanza aquellas cotas, pero lo estoy disfrutando!

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  2. Yo le dado un par de audiciones y me parce muy digno, claro que no es Howlin Wind, Stick to me, Up the escalator... pero es que aquello es muy difícil de repetir y que coño teníamos 35 años menos.

    Salud amigo

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    1. Efectivamente, no es uno de sus clásicos, pero es un buen trabajo. Es que superar o igualar su pasado se antoja imposible...

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