miércoles, 21 de febrero de 2007

Sopla el viento, a pesar...

Días ventosos estos últimos. Lo que no voy a entrar es en la medida de últimos. Ayer, antes de ayer, el fin de semana? Ni idea. Sé que se ha quedado en mi cabeza. Y cada vez distingo menos pasados cercanos o lejanos.

Digo que días ventosos, y lo llevo mal. Me gusta la lluvia, la nieve, soporto el calor, me cobijo del frío, me gusta el granizo, disfruto de un cielo gris. Pero calmo. El viento me produce un insoportable dolor de cabeza. (...)


Sé que es el cómplice del marino, y el mar el mío. Pero tal vez porque estas aguas nacieron más pensando en el Mississippi o el Duero, el Paraguay o el Nilo, y más en barcaza que en velero, prefiero la calma.

Pero sopla el viento, fuera y dentro. Me siento empujado de aquí allá, de arriba abajo. Soy más pluma que plomo. Estos días, por yo te digo, yo te cuento, yo sé, yo no sé, vuelo de un lado a otro.

Miro hacia atrás, como siempre en estos casos, y busco sonidos de hace veinte años, porque quiero una sonrisa (además de la de Ella). No me apetece pensar estos días. Porque sé que tengo que hacerlo.

Sí, soy el hombre, soy el hombre, soy el hombre. No te preocupes. Zarandeado, pero el hombre.
No quiero más viento.

Además, no hay quien coño fume a gusto.


Suena la corriente: "I'm the man" - Joe Jackson