lunes, 12 de febrero de 2007

Pañales

Que no, que la verdad, yo no me sorprendo porque una persona intente secuestrar, amedrentar o asesinar a otra a quien considera rival en asuntos pasionales. Que sean astronautas los implicados en dicho triángulo, además de notoriedad, únicamente demostraría lo lejos que tienen la cabeza, no sólo los pies, de la tierra (sí, ese planeta preparándose para su punto de ebullición en el que dicen que vivimos). (...)


Triángulos amorosos de este cariz han alimentado grandes novelas de serie B, películas de género, historias negras como la vida misma. Que la supuesta asesina vaya disfrazada con una peluca y una gabardina sigue manteniendo el cuento dentro de los estrictos cánones del género. Que fuera provista de cuchillos plegables, pistolas de aire comprimido y dispositivos de gas pimienta sólo demuestra que las armas evolucionan con el tiempo.

Que recorra 1.500 kilómetros hasta su objetivo enlaza con las clásicas road movies más sangrientas.

Ah, no, pero que se haga todos esos kilómetros con los pañales puestos, para no tener que hacer ni una sola parada, echa al traste todo lo que de literario pudiera tener la obsesión. Ni los más degenerados creadores negros hubieran imaginado tamaño disparate.

Cargarse a alguien con la meada encima! Ni lluvia dorada ni leches. Eso, no.

Y leo la historia mientras en ese momento suena el bomboncito pop que se marcaron Vic Godard & Subway Sect, Stop that girl. Supieron derretir a luminarias del momento (Clash, McLaren) con su actitud punk espolvoreada con gotitas de puro pop y espíritu soul.

Y es que hay melodías y líneas de bajo que son capaces de derretirme, aún antes que nuestro armaguedon, y sin pañales.

Un respeto.


Suena la corriente: "Stop that girl" - Vic Godard & Subway Sect