lunes, 24 de mayo de 2004

Treintaynueve

Alguna vez ya he escrito por aquí que no soy muy amigo de pasados y futuros. Que sí, que está claro que lo que somos tiene un ayer, pero no me gusta regodearme en él. Y desde luego, no siempre lo consigo (a mi Capitán me remito).

Y está claro también que lo que somos tiene un mañana, pero tampoco quiero que marque el ahora. Porque es este ahora, es este presente, lo que más me interesa, a lo que quiero agarrarme, en el que quiero clavar mis uñas.

Supongo que eso puede querer decir dos cosas (una buena y otra mala, como casi siempre que hay dos cosas): que el presente que vivo en estos momentos me gusta, y que puedo querer huir del pasado y/o tengo miedo al futuro. Con la primera parte, la buena, estoy de acuerdo (gracias a Ella). No tanto con la segunda, pero vamos, mis auto-análisis nunca dan en el clavo.

Claro, que cuando uno se pone a filosofar, casi siempre hay razones. Mañana día 25 cumplo años. Y la verdad, dado el dígito a cumplir, más me vale que me aferre al presente (con uñas, dientes, escarpias o lo que tenga a mano).

Aunque este es mi río particular, muchas veces me ha dado pudor decir según qué cosas. Pero qué coño, si es mío, es mío, y no me importa si a alguien se le estremece la tierna imagen que se haya hecho de mí (suponiendo que alguien se haya hecho una imagen de mí, que es mucho suponer).

Así que hoy me doy un pequeño homenaje "bitacoril", aprovechando dos elementos típicos de estos escritos: el ego que cada uno nos alimentamos a nuestra manera, y la inmediatez de este formato (presente, presente y presente). Mañana esto quedará ya obsoleto. Mañana, el título de este post, mi edad, estará ya obsoleta.

Y me regalo el texto de una deliciosa canción del argentino Ricardo Soulé, que grabó junto a su grupo Vox Dei, y que yo descubrí en la versión de aquélla película de nombre "Tango Feroz":



Todo concluye al fin, nada puede escapar
Todo tiene un final, todo termina
Tengo que comprender, no es eterna la vida
El llanto en la risa, allí termina

Creía que el amor no tenía medida
O dejas de querer, tal vez otra mujer
Y olvidé aquello que una vez pensaba que nunca acabaría
Nunca acabaría, pero sin embargo terminó
Todo me demuestra que al final de cuentas termino cada día
Empiezo cada día, creyendo en mañana fracaso hoy

No puedo yo entender si es así la verdad
De qué vale ganar si después perderé
Inútil es pelear, no puedo detenerlo
Lo que hoy empecé, no será eterno

Cuánta verdad hay en vivir solamente el momento en que estás
Sí, el presente, el presente y nada más


Suena la corriente: "B.S.O." - Tango Feroz