lunes, 15 de marzo de 2004

Se va el taimado...

Es una noche contradictoria. El respeto y recuerdo de las personas que fallecieron el 11-M no invita a grandes celebraciones.

Pero hay un adiós del que sí apetece hablar. José María Aznar se iba del Gobierno por voluntad propia. Pero no le han (le hemos) dejado. Se va humillado, disminuido, denostado por una gran mayoría. Lo de hoy más que una derrota de Rajoy, es una bofetada a Aznar.

Uno de los personajes más execrables que ha dado este país, un tipo infame, mezquino, sin escrúpulos, miserable, maquiavélico, autoritario, mesiánico, ególatra... Hay que parar de ponerle epítetos, porque la lista sería interminable.

Un personaje que no tuvo ningún remordimiento en hacerse la foto más cara de la historia. Una foto en las Azores, por la que ha pagado con miles de vidas (aquí y allí). Caigan sobre su conciencia todas y cada una de esas muertes.

Cierto que el PP tiene gran parte de culpa. Pero las cosas pueden cambiar (aunque tienen un sobrehumano trabajo que hacer para salir de la caverna). El simple hecho de ver a los dos candidatos en sus discursos de esta noche electoral ya ha supuesto un soplo de aire no viciado.

En fin, un personaje que ha sufrido una derrota de tal calibre que es de suponer haya dado al traste con cualquier ansia de continuar una carrera política en cargos internacionales.

Siento mucho que este sea un comentario crispado. Tal vez no sea la ocasión. Tal vez yo no esté dando ejemplo. Pero este personaje siempre ha sido capaz de despertar mis demonios más ocultos. Y este es mi espacio. Y creo que tengo derecho a escribir lo que necesito. Y lo necesitaba. Espero que el destino de este personaje sea todo lo lúgubre que merece.

Y que resplandezca la luz de los inocentes.



Suena la corriente: "The Rising" - Bruce Springsteen