viernes, 23 de octubre de 2015

Ghost Number & His Tipsy Gypsies / Baywaves / Diana Lagarto
Concurso Villa de Bilbao, Bilborock (22/10/2015)
Baile, vuelos y furia


Penúltima jornada de las semifinales de la categoría de Pop-Rock del concurso Villa de Bilbao y, acercándonos al final, hemos escuchado sonidos de ayer y de hoy, y está por ver si de mañana. Del baile a la contemplación en volandas pasando por la furia, todo en la misma noche. (...)


Y uno comienza por la curiosidad de un nombre reconocidamente complicado como el de los donostiarras Ghost Number & His Tipsy Gypsies: “viene un poco por la historia de la que van las canciones, que transcurren en un lugar inventado y los que tocan esas canciones digamos que son los Tipsy Gypsies, y Ghost Number es una parte importante de la historia. Así tratamos de definir, desde el nombre, de dónde vienen esas canciones”. Nos encontramos pues con un cierto componente conceptual en parte del repertorio, “exacto, es como si fueran canciones folklóricas de un lugar en concreto inventado”. Y estos Tipsy Gypsies uniformados, en línea, acústicos acompañados de contrabajo, guitarra, banjo, trompeta, violín y media batería bailan en directo más al compás del ragtime americano con gotas de bluegrass y atisbos de rock & roll que de la música de bodas y funerales de los gitanos del este europeo que se hubiera intuido por su propuesta: “buscamos la música tradicional de América en toda su extensión, aunque quizá en esta fase es más de Estados Unidos en concreto. Europa nos influye, y por supuesto nombres como Kusturica o Goran Bregovic, pero no desdeñamos nada. México nos interesa mucho o incluso el calypso de Trinidad y Tobago. Al final, es toda la música folklórica del siglo pasado”. Reconocen que nombres como Frank, The Young Wait o Howdy, junto a ellos, alzan la bandera de la música americana en Donosti, si bien cada uno con características propias, y se encuentran ahora inmersos en el proceso de grabación de su disco, que seguramente editarán ellos mismos, aunque aún pendiente de confirmar. Cuidan la imagen, “vivimos en la cultura pop y en ella influye todo, desde la música a la imagen, es un pack, y nos gusta cuidarlo”, y cuando viajan no pelean por la música a escuchar. “Iñaki (el contrabajo) dicta y los demás obedecen” (risas). “Sí, yo consumo mucha música, básicamente de finales de los 60 hacia atrás. Nos encantan todas esas investigaciones de Alan Lomax, así que entre nosotros nos vamos educando o reeducando”. Lomax estaría feliz, pardiez.

Por su parte, los jovencísimos madrileños Baywaves sorprenden al negar los efluvios de la bahía de Frisco intuidos por el cronista en su denominación: “el nombre es porque inicialmente el proyecto nació en Santander, de donde somos dos de nosotros. Era un guiño a las olas de la bahía de allí y pegaba bastante con nuestras primeras canciones”. Formados hace año y medio, traen procedencia antigua de otras bandas e incluso la comparten actualmente y tienen la suerte de estar tocando bastante últimamente, defendiendo una psicodelia pop con cuya etiqueta se sienten encantados: “tal cual, es lo que hacemos. Es pop con piel psicodélica”. Y disfrutan como auténticos fans entendidos hablando de nombres e influencias: “nos gusta la neopsicodelia de los 90, pero el grupo realmente no va por ese lado ruidoso, cada uno tiene su propio gusto, Boards of Canada, electrónica ambiental, ruidismo de los 90, Allah-Las, Burger Records, psicodelia castiza más tipo Triana… escuchamos muchas cosas que tal vez no se representan en la música. Ésta tiende más a Pond, Deerhunter, Unknown Mortal Orchestra, King Gizzard, Tame Impala y la escena de Perth…”. Con una demo y dos singles editados en digital, presentan su inminente nuevo ep, aunque la edición física la consideran muy complicada, y en directo demuestran que muchas de esas influencias no caen en saco roto, derivando a una lisergia entre el baile, la contemplación y los desarrollos largos de lo más apetitosa. Respecto a la escena nacional, tienen claro que de aquí en adelante se “verá un relevo generacional, hay bandas muy jóvenes que están poniendo las bases, porque en general, la escena de Madrid era gente mayor. Ha habido una explosión de garage, y gracias a ellos ha habido un quiebro, se ha roto con lo anterior, pero los grupos más jóvenes están ampliando un poco el abanico. Este último Monkey Week ha sido un perfecto ejemplo de esto, aunque todavía está naciendo. Los grandes festivales aún tiene que salir de los nombres de siempre y los carteles clónicos”. Gente con ideas, con forma, con fondo. Otro ojo a tener en cuenta.

Más claro resultaría el significado de la banda de Deusto-Bilbao Diana Lagarto, aunque afirman que “fue una locura llegar a ese nombre, hicimos listas con cantidad de alternativas pero somos cuatro y nunca llegábamos a un acuerdo, al final Diana Lagarto nos pareció original y que tenía que ver con nosotros, y con el humor absurdo recordando alguna serie también absurda. Y porque somos fans de Jane Badler, qué coño!”. Y todos aportan su buena experiencia, “sí, en este grupo hay pasado, tres venimos de Inserta. Cuando lo paramos, empezamos a ensayar y pensar en meter a alguien que cantase y optamos por Caba, nos conocíamos de bandas con las que tocábamos, 5000 rpm, Neila, alguno ha hecho colaboraciones con Munlet, con Capsula, de todo”. Vamos, el incesto habitual de una escena que tiene en Diana Lagarto un componente atronador pero con sentido, desbordando furia pero dirigida y procesada, yendo mucho más allá de simples etiquetas como hardcore, post-punk, ruidismo o la vacua experimentación (“improvisamos mucho, aunque no en directo, en la composición”), una especie de punta de lanza de un underground que Bilbao necesitaba. “Realmente ha estado ahí siempre y lleva mil años, aunque ahora igual se habla más de ello. Pero ha habido bandas como Ximel, Loan, Killerkume, que es una banda muy arriesgada… Ahora igual se les presta más atención. Pero también parece que cuesta un montón encontrar un colectivo social que te pueda seguir. Aunque para nosotros este estilo es muy habitual, aquí somos cuatro gatos. En Francia, por ejemplo, el underground es más activo”. Y sin embargo parecen ir a la contra, “buscamos un sonido fresco, algo distinto, pero con la edad, en vez de a más mayor más suave, a mí cada vez me pide el cuerpo más caña”. Así que el cruce de fronteras, que ya probaron con Inserta, espera aún con Diana Lagarto, “aunque hemos tocado por toda España, también ha sido la estrategia, el grupo lleva menos de dos años”, y surgen en la conversación nombres gustosos como Fabuloso Combo Espectro, Miraflores, Viva Belgrado… Tienen ya un excelente disco editado en vinilo por una unión de seis sellos, reivindican locales donde poder explorar esta música y se integran en el colectivo Deustchester HOME, que pretende hacer de Deusto un nuevo polo musicalmente valiente, junto a La Hora del Primate, Villapellejos, Los Plomos… Fuerza, ganas, aptitud y actitud no les faltan. Jugosos y furiosos.





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