martes, 2 de marzo de 2004

¿Hipocondría?

Si estás leyendo en la cama (pero qué malvado es usted, Sr. Humbert Humbert) y te empieza a doler el hombro derecho (más que un dolor, una molestia intensa). Si este dolor se extiende por el cuello y llega a la nuca. Si veinte páginas más allá empiezas a notar molestias similares en el brazo derecho. Si a media noche ya es la pierna la que también se une al jolgorio. Y si al despertarte de sopetón a las seis y media eres consciente de que es todo tu lado derecho el que está sufriendo inusuales descargas de origen desconocido, lo normal es que te incorpores en la cama y te digas:

"Ya está aquí el marichalazo (Sabina copyright)".

En fin, que ante las posibles consecuencias auditivas (y de toda índole) que pudieran llegar a tener semejantes síntomas, decides dejar a un lado la hipocondría que acecha bajo la cama, y degustar un café con tu última joya descubierta, el "From Every Sphere" de Ed Harcourt. Una perfecta combinación de buen gusto, que bebe del intimismo, del White Album, de los enormes Waits y Cave e incluso se atreve con alguna entonación al más puro estilo Bono. Unas letras que engatusan y unos pianos que atrapan hacen que el placer de ese café sea como el del último (lo que habida cuenta de los alaridos que pegaba el monstruo bajo la cama, no era nada descabellado). Y deseas que la religiosa a la que canta una oda de amor un enfermo de hospital en Sister Reneé estuviera a tu lado.

Pero el día empieza, jode y muere, y tu cuerpo aguanta, así que decides olvidar tus sabinianos temores.

Por la noche, en un ataque de impudor, se lo comentas a tu padre, que desde el otro lado del teléfono contesta:

"Eso no es nada, lo peligroso es el lado izquierdo".

Frase que no deja de hacerte pensar si tu procreador no ha aprovechado la ocasión para hacer algo de proselitismo político.



Suena la corriente: "From every sphere" - Ed Harcourt