miércoles, 14 de mayo de 2014

Woods
With light and with love (Woodsist, 2014)
Más que una temporada


Esa deliciosa sensación de comenzar la escucha de un disco y quedar varado en la primera canción. No porque se te quiten las ganas de continuar, sino por no querer abandonar el ambiente creado, por regodearte en la dulzura de unas notas que tamborilean entre la gozosa melodía pop a ritmo de country, entre slides y pianos juguetones. El aroma conseguido en Shepherd es de los que impregnan sabor a campo abierto. (...)


Pero avanzas un paso más allá, y caes en la luminosidad, sí, de nuevo puro pop, de Shining, anclada en la imperceptible sensación (se puede sentir sin percibir?) de melodías creadas en los 70 pero nacidas con la esencia de la década anterior. Woods, aquel proyecto paralelo que comenzara Jeremy Earl en 2007 de manera autónoma, que ha ido creciendo hasta conformar una banda estable, vuelven a poner su extremada personalidad al servicio de unas canciones evocadoras pero de sabor actual. Son prolíficos, pero en este caso han esperado dos años desde aquel excelente Bend Beyond. Son nostálgicos, pero sus canciones encajan a la perfección en los días que vivimos. Son actuales, como demuestra el clamor que disco a disco encuentran en la huestes más modernas, pero también en los amantes de las raíces más americanas. Son conservadores, pero saben avanzar, dejando en parte de lado sus primerizas tendencias lo-fi pero sin abandonar sus valores. Son, en definitiva, creadores de canciones que valen su peso en pop y rock.

Habituados a ese falsete tan característico de Earl, que lo mismo enlaza con la aguda voz de Neil Young que con la sustancia infantil de Justin Vernon, se introducen en la psicodelia descacharrada de los nueve minutos de With light and with love para a continuación entregar la canción más asequible de su producción, Moving to the left, que a la primera crees haber escuchado en numerosas ocasiones, sin saber discernir si es por su esencia atemporal o por haberlo hecho efectivamente en más de un garito de dios. Pero es que todo el disco exuda la emoción contenida de las canciones más bellas que no eluden complejidades aún con su apariencia de sencillez. Con esa brizna de The Byrds en New Light o en el órgano que encauza Twin Steps, el  toque de guitarra inicial de Full Moon que tan directamente apunta a la California hacia la que vuelven los ojos desde su óptica neoyorquina, la emoción del pop americano de Leaves like glass, con aires de himno, o la melancolía impregnada en Only the lonely.

Y es que lo que han hecho Woods es un disco de esos que por aquí alegran algo más que una temporada. De los que pellizcan la emoción y no invitan a hablar de él, ni a buscarle antecedentes. Sino a escucharlo. De nuevo. Y mucho intuimos que no va a ser su última astilla.

Suena la corriente: "Leaves like glass" - Woods



2 comentarios:

  1. Le he dado un par de escuchas, y sin ser nada nuevo, resultan sorprendentes. He notado un cierto deje de glam setentero que me ha gustado, también me han recordado en ciertos temas a The Auteurs... e inconfundible esa brizna Byrds. También me ha gustado que no carguen las tintas con la psicodelia, sólo lo justo y necesario. De entrada muy prometedor.
    Saludos

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    1. Evocan muchas cosas, pero hechas con personalidad. Y este es el disco de ellos que más rápido me ha enganchado. Merece mucho la pena.
      Abrazos.

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