
Las bandas de culto son una especie de lo más habitual entre aficionados a la música. Y generalmente, dichas bandas soñarían con no entrar en esa categoría. Pero nosotros las guardamos, las escondemos, y raramente hacemos partícipes a nuestros cercanos de nuestro descubrimiento, de nuestro secreto. Somos vanidosos, y tal vez busquemos epatar, o sentirnos elitistas. O tal vez sea el miedo a que pudieran convertirse en un hype y perdieran su esencia. De todo un poco. Y muchas veces pienso que muchos hemos caído en estos males respecto a Cotton Mather. Una auténtica joya.