
Qué cinco malas bestias. Y qué tres discos bestias. Y qué ramillete de pelotazos musicales. Que no son otra cosa que puritito rock’n’roll. Porque por eso, por ser rock’n’roll del puro, influenciaron mucho, o todo, lo que vino después. El hard rock, el punk, el pop-rock más carnoso y la contestación, política, social o simplemente nihilista, que mucho de las tres cosas tenían The Motor City Five. (...)