
Decíamos en la Píldoras que una vez más, The Cynics volverían a hacernos algo más felices el sábado por la noche. Y no nos equivocábamos. Los que les seguimos desde hace mucho tiempo, y ya vamos teniendo una edad, sabemos que envejecer es un arte, y quien más quien menos vadea el camino como buenamente puede. Ellos parecen empeñados cada noche que se suben a un escenario en ofrecer una nueva lección sobre cómo no envejecer, o hacerlo bien. (...)