
Lo bueno es que los círculos suelen cerrarse. Y lo mejor es encontrarte en el lugar apropiado en el momento idóneo. He de reconocer que los dos discos firmados en solitario por Julien Elsie me han llegado muy tarde. Más bien, he sido yo el que ha llegado fuera de tiempo. Que no a destiempo. Porque la sobriedad y cuerpo de la música en ellos contenida está más allá de las coordenadas temporales. Porque Dig a grave with bare hands (2010) y sobre todo Deux (2012) son de esos trabajos con el temple de la permanencia. (...)