jueves, 14 de noviembre de 2013

Son and The Holy Ghosts en Deezer Monkey Week
Visiones entre canciones y caldos (y II)


*Autores: Xesc Carbonell, Sara G. Piris, Quique Pérez

(... continúa desde el post anterior)
El sábado por la mañana, de camino a las bodegas con Guillem Son Mesquida y Sarita, nos paramos en la única tienda de instrumentos del Puerto. Detrás de nosotros entran dos duendecillos nórdicos con aspecto de haber atravesado el túnel del tiempo directamente desde Woodstock. (...)


La señora de la tienda habla con un acento andaluz tan cerrado, que, adelantándome a los acontecimientos, le pido a los noruegos: Do you speak Spanish? No, English. Me encargo de la traducción andaluz-inglés y todos tan felices. A lo largo del festival los volveremos a encontrar en las situaciones más inverosímiles, incluyendo su showcase vestidos de mujer y una performance en plena calle. Amigos para siempre.

Ya en las bodegas, llegamos a tiempo de ver a Niño y Pistola ganar la batalla de las bandas, lo cual me alegra mucho. Vemos a un coreógrafo, Mopa, realizando un show humorístico más que musical, flipamos con Ken Stringfellow y Jaume Compte en el interior de la bodega. Y por supuesto visitamos a nuestros amigos de Osborne. El Stand de Gibson es el más bullicioso, por allí acabarán pasando Pájaro y Raimundo Amador, liándola gorda.

Nuestro segundo bolo es a las 5 de la tarde en la plaza Alfonso X, el escenario más grande del festival y gratuito. En la prueba de sonido tengo un Vox AC30, un buen amplificador, pero no consigo que suene, el técnico lo coloca en una extraña posición y me dice “no lo toques, zólo zuena azí”, intento ecualizarlo, pero los controles no responden, “zólo tiene un zonido”, dice, “zonido piedra”, pues “zonido piedra pisha” respondo. El de la mesa nos ofrece probar una canción todos juntos. Son nos mira y dice “a la americana”, así que One, two, three, four y vámonos. El “zonido piedra” acaba siendo eficaz, como siempre, y la plaza se llena ¡a las 5 de la tarde!

La conexión con el público es total, final apoteósico con la versión extendida de The Call y tenemos que pedir disculpas por no tocar más, pero hay que cumplir los horarios. Abajo hasta se expiden certificados ante el notario de Monkey Week con la frase : Yo estuve en el concierto de Son and The Holy Ghosts.

Salimos pitando a ver a Niño y Pistola que están empezando en la sala Rodeo. Está petado, suenan genial, para mi lo mejorcito del Monkey Week. Charlamos con ellos, buena gente.

Es la hora de callejear por el Puerto, cañas, vinos, más showcases y acabamos dándonos un homenaje en el Asador, restaurante vasco a precio andaluz, con chuletón de buey a la piedra, Rioja y pacharán. Jon, un amigo de Getxo que nos acompañó al festival con su chica, le dice: “Definitivamente, Marisa, es el mejor festival al que he ido”.

La noche se alarga en el Mucho Teatro. Quique, el bajista, ha sacado entradas para ir al treatro Muñoz Seca, escenario de pago del festival a ver a L.A. y León Benavente. Los primeros son amigos de Mallorca de toda la vida, pero a los segundos, Quique no los había visto. Escribe esta crónica de su concierto para Río Rojo:

"La burbuja mediática en torno a esta banda y la curiosidad que produce es lo que me condujo a asistir la noche del sábado al concierto de León Benavente en el Teatro Muñoz Seca. En principio, escéptico y desconfiado, me dejé llevar por la intensidad de la primera canción, a la que siguió otra igual o más intensa, y así hasta el final. Sonido potente, que fue perfeccionándose durante los primeros temas. Terminaron con la devastadora “Ser Brigada” como punto final y sin oportunidad de bises a pesar de ser aclamados por su público. Un público que se negó a permanecer sentado en las butacas del teatro y que seguro que hubieran preferido verlos en un escenario menos “perfecto”. Dejándome con ganas de más, León Benavente me sedujeron por su actitud impecable, su presencia en el escenario fue como asistir a un inminente desastre natural del que no puedes apartar la mirada. Cada uno de ellos proyecta experiencia y seguridad en lo que están haciendo, hipnotizando a cualquiera que esté a su alcance. Id a verlos, valdrá la pena."

En el Mucho, Lisa & The Lips la lían bien gorda, grupazo, The Damned tiene ese punto tan británico y con los Posies acabo en las primeras filas, esquivando los escupitajos de Stringfellow y flipando con Jon Auer

El domingo se hace largo y la vuelta a casa eterna, pero ha valido la pena, lo hemos pasado genial, dos buenos bolos y el management está contento. El comentario que más se repite es “podríamos volver el próximo año como público”.

*Nota: muchas gracias a los autores, Xesc Carbonell (guitarra) y Quique Pérez (bajo) de Son and The Holy Ghosts. Por supuesto, al resto de la banda. Y a Sarita G. Piris por estar siempre ahí 

Suena la corriente: "The Call" - Son and The Holy Ghosts



No hay comentarios:

Publicar un comentario