jueves, 5 de mayo de 2005

¡Hala, todos calladitos!

Llevo ya un cierto tiempo, cada vez que abro un periódico, buscando la confirmación de aquella noticia.

Mi querido (que yo no sólo quiero a Rouco) Miguel Ríos amenazaba con, incitaba a, pedía una huelga de silencio por parte de los artistas españoles, como método de protesta ante los pocos argumentos legislativos y policiales que cree se aplican en contra de la piratería. Sentí un auténtico aguijón. No sé durante cuánto tiempo podría extenderse dicha medida, pero desde un primer momento, contó con mi más absoluta aprobación.

Ánimo, Miguel, estamos todos contigo. Si tienes que estar calladito durante (pongamos) un mes, podremos aguantarlo. Es más, si esta drástica medida, para que surja el deseado efecto concientizador, te obliga a callar durante un año, no te olvidaremos.

Eso sí, si llevadas las cosas al extremo, crees necesario mantener ese silencio atronador durante el resto de tu impresionante e inaudita carrera musical, estaremos contigo. Saber que igual no podemos volver a escucharte, nos duele, pero somos conscientes de la necesidad de la medida.

Todos sabemos (porque alguna vez lo hemos hecho) que las redes P2P son un auténtico descalabro para tu inmensa creatividad. Son millones de canciones compuestas por tí las que los avezados piratas se intercambian. Dicen algunos estudios, que realizando un recuento mundial, únicamente algunas canciones de esos Beatles alcanzan el mismo número de descargas. Es indudable que esos incontables adolescentes de caras granuladas y pequeños auriculares en los oídos que pasean con expresión extasiada por las redes del transporte público urbano de cualquier ciudad lo hacen escuchando tus prolíficas creaciones.

Además, tu honesto gesto tendría mayor eficacia si se realiza ahora que los nobles compañeros de profesión te han otorgado el merecidísimo galardón de Mejor Album de Rock en los Premios de la Música (de verdad, nunca mejor dicho, hay que joderse). Todos sabemos que estás en tu mejor época, que fuera de tu espacio vital el campo del rock es un terreno yermo. No hay duda.

Desde aquí, apoyamos tu iniciativa, y te pedimos encarecidamente que intentes convencer para que te secunden en tan loable iniciativa a colegas tuyos de la talla de Ramoncín, seres de primera línea, que sufren en carne propia la maldad de los desaprensivos (o tus amiguitos de la SGAE, lee esta enriquecedora anécdota).

Creo Miguel, que podremos resistir un tiempo sin escucharte.
Ahora, ya te digo, si es para siempre, será más efectivo.



Suena la corriente: "Hymns to the silence" - Van Morrison