miércoles, 23 de septiembre de 2015

De Hanky Panky Records, de The Bevis Frond y de pasión


En más de una ocasión uno es capaz de sentir sana envidia. No de algo material, sino de una posición ante la vida, ante aquello que es capaz de movernos, ante una pasión. Como la que siente la gente que lleva, mima y, por qué no, acaricia, un sello como Hanky Panky Records. (...)



Estamos hablando de publicar discos, organizar conciertos, generar actividades relacionadas con el mundo de la música. Sí, cómo no, hablamos de ello. Pero también hablamos de canalizar gustos, deseos, sueños, aspiraciones a ser un poco, aunque sea un poquito, más felices por medio de canciones. Algo tan extraño para tanta gente y tan natural, necesario y adictivo para alguno de nosotros. Ya lo decimos, el rock’n’roll entendido como enfermedad.

Hablamos de Hanky Panky Records y estamos hablando de Pete Dello, Colin Hare, Santiago Delgado, Cosecha Roja, Andrew Sandoval, Alan Tyler, John Howard, Kevin Junior, Band of Outsiders, Bob Dylan, Killigrew, Mabel Joy, P.F. Sloan, Bob Lind…, estamos hablando de amor personal hacia una música y el deseo de devolverle a ella parte de lo recibido.

Estamos hablando de celebrarlo con un grupo de amigos que sentimos cosas parecidas y que sólo aspiramos a vivirlas con la misma pasión. La que les lleva a centrar la celebración del 10º aniversario (hace ya unos días, pero aquí no importa el tiempo) con un concierto de Biscuit y The Bevis Frond. Los primeros, los catalanes, llenos de la fuerza que va del power-pop al garage pasado por la batidora que abrillantaba a los mejores Who. Y los segundos, demostrando que hay otras ligas, en las que los nombres acaso no tengan el relumbrón de las estrellas, pero en las que el sentimiento lo es todo. Otras ligas en las que reina gente como la de Hanky Panky Records o el propio Nick Saloman. Qué más da los discos que tengan a sus espaldas, cuando sobre las tablas reparten melodías y reparten psicodelia, vuelan alto y rasean a la vez jugando con las emociones, hablan las guitarras entre ellas mientras los ojos de Saloman parecen extraviados en busca de su propia nube.

Son The Bevis Frond una máquina en plena conjunción, que abandona sus ramificaciones más psych-folk para centrarse en vetas más duras pero igual de gloriosas, y mezclarlas, remojarlas con baños de pura melodía. Porque todo queda de nuevo bautizado cuando se recibe el frescor de una armonía como He’d be a diamond o el soberbio abrazo pop de Lights are changing, pura maravilla, entremezclados con largos desarrollos que no hacen otra cosa más que demostrar que el secreto de la guitarra no reside en tener los dedos más rápidos, sino los más sentidos, capaces de buscar el puro contenido, la pura esencia.

Sólo un sello como Hanky Panky Records podía soñar con The Bevis Frond para su fiesta más grande.
Ahí está la diferencia.
Gracias, chicos.

Suena la corriente: "He'd be a diamond" - The Bevis Frond



2 comentarios:

  1. Has puesto un tema que me atrapa profundamente, querido. Pero en unas profundidades que... de esas canciones que uno lleva grabadas a fuego lento. Ya sabes a lo que me refiero con la de Bevis Frond. Me habría gustado disfrutar de tan gran fiesta. Abrazo my Lord of RR.

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    1. La hubieras gozado de verdad, como hicimos nosotros

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