viernes, 17 de julio de 2015

Danny & The Champions of the World
What kind of love (Loose Music, 2015)
Con mis zapatos de baile


No hablaremos de tendencias suicidas (aunque todo se puede arreglar y podemos ponernos a ello en cuanto queramos), pero quitando a Ella, tres o cuatro personas más, un puñado de canciones, un montón de discos y un txuletón de kilo y medio muy poco hecho, pocas cosas más nos invitan a levantarnos de la cama cada mañana. Muy pocos impulsos vitales son capaces de alegrarnos una vida que damos ya por amortizada, para bien o para mal. (...)


Y sí, seguramente a muchos les parezca una chorrada. Cómo un grupo de canciones van a ser capaces de conseguir tal milagro. Pero de hecho, lo son. Y podríamos decir que desde siempre, desde Grand Drive, pero sobre todo, disco a disco, concierto a concierto, Danny & The Champions of The World tienen esa capacidad. La de alegrar una vida a golpe de melodías. Y la capacidad de abrir los discos por todo lo alto, como si quisieran engancharte desde el principio, para no darte oportunidad de escape. Desde aquella no tan lejana belleza de Henry The Van o la épica rock implícita en Ghosts in the wire, hasta llegar a la brutalidad emocional de (Never Stop Building) That Old Space Rocket de su aún caliente Stay True (mejor disco internacional 2013 en Río Rojo) o este Clear Water en cuestión. Un catalizador de pasiones capaz de insuflar ánimos y aire, de crear las conexiones que busca el propio Danny Wilson con el oyente y que, al menos en nuestro caso, alcanza la combustión máxima de potencia del motor. Pocas veces, tras un inicio de tal característica, puede defraudar lo que llegue a continuación.

Y basta que eso que llega sea Precious Cargo, con esos saxos y esas slides, ese country-soul, para saber que el inicio no ha sido un espejismo. Danny & The Champs ya comenzaron el giro hacia las carreteras soul en su anterior álbum, pero apuntemos dos cosas. Ya en toda su producción, fuera con mayor base folk o bañada en puro rock americano, siempre ha sobresalido esa pulsión soul. Wilson sabe lo que la negritud históricamente del alma se trae entre manos. Pero en segundo lugar, el baño negro que empapa todo este What kind of love es perfecto para esos amores que trata y retrata. Hay tanta carnalidad voluptuosa en las guitarras, coros, vientos y ambientes de Can I change my mind o Words on the wind, como emoción en la que da nombre al disco o en esa maravilla que es It’ll be alright in the end, además de la deliciosa pátina Stax embadurnándolo todo.

Y sin embargo, si antes la fuerza soul salía por entre sus rocks, ahora la fuerza rock sale por entre sus souls, haciendo soñar con aquellos Graham Parker y aquellos Rumour que tantas joyas blanquinegras crearon. Madre mía, parecen hermanos. Y además con unos The Champions of the World absolutamente soberbios, todos arropando a Wilson, y haciendo también soñar con aquella E Street Band que tantas veces nos emocionó. Hoy por hoy, son sin duda los mejores descendientes de todo lo bueno que tenían los de New Jersey sin todo lo malo que tienen ahora.

Por si quedaban dudas, de nuevo, y no es la primera vez, queda leer la propia presentación de Danny Wilson, que hablando sobre su pasión al subirse a un escenario, concluye: si conoces un poco a los Champs, sabrás que esto es lo que amamos, así que acércate y salúdanos, vente con un amigo, tómate una cerveza… y tráete tus zapatos de baile

Cómo no van a alegrarme la vida.

Suena la corriente: "Clear Water" - Danny & The Champions of The World



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