miércoles, 4 de marzo de 2015

Kitty, Daisy & Lewis
The Third (Sunday Best, 2015)
Los hermanos retornan


*Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

Con The Third los tres hermanos Kitty, Daisy y Lewis siguen ampliando la paleta de su revisión de sonidos vintagistas escorándose más hacia elementos más soul y rnb. Lo hacen con instrumentaciones más amplias que en sus anteriores rodajas y el resultado lo agradece, quizás por ello han decidido contar con el Clash Mick Jones en tareas de producción para dotar de paleta polirítmica a sus nuevos temas. (...)

Ya no son la sorpresa de aquellos imberbes que asombraron con el re-creacionismo de su primer trabajo. Tras pasar un poco inadvertidos con su segunda rodaja, Smoking in heaven, suponemos que vuelven a intentarlo, pero ya se sabe que los caprichos de la prensa de su país quizás no vuelvan a resultar reseñables de manera tan loable una vez pasada la sorpresa inicial.  

Así en este trabajo abren con profusión de vientos con Whenever you see me, un trotón soul con batería marcial. Lewis se encarga con aires jamaicanos de Baby Bye Bye secundado por sus hermanas en coros ad-hoc y con unas simpáticas guitarras latinas redondeando el aire caribeño por encima de los arreglos de cuerdas. Feeling of wonder suena funk apoyado en teclados, quizás las cuerdas juegan aquí un flaco favor desnaturalizando la propuesta. No Action es una balada soul que se transmuta en medio tiempo bailable cantada con rajo al alimón por las hermanas. En similares terrenos se mueve Bitchin’ in the Kitchen (¿quiere decir el título lo que nosotros entendemos?) Vuelven al rhythm & blues trotón con Good Looking Woman cantada por Lewis y secundada por vientos saltarines y con aires de Nueva Orleans. Al igual que It Ain’t your Business, otro blues movido insuflado por armónica que bordan. Turkish Delight vuelve a beber de cortantes ritmos skatalíticos sobre orquestaciones que juegan con ensoñaciones orientales. Incluso se atreven con una suerte de country en Whiskey que antecede la despedida a ritmo de country-blues con Developer’s Disease.

Parece haber una separación clara entre los temas que recuerdan la versión inicial y más acertada de KD&L como Ain’t always better your way y esa otra donde, saliéndose un poco de la fórmula, intentan picar en nuevos géneros y formatos con resultados desiguales, a veces algo lastrados por el exceso de arreglos e instrumentación, parece que son más efectivos cuando ellos se hacen cargo de todo el conjunto. Por ejemplo Never get back comienza perfecta como un lento jazz vocal con el simple acompañamiento de una guitarra para pasar a un almibarado acompañamiento orquestal que pretende engrandecer una canción pequeña que en su planteamiento inicial es donde escondía la gracia y que se pierde con pretenciosos arreglos.
   
Pasado el test de los tres discos la conclusión es clara. Ni se trataba de un hype tan grande como nos lo vendieron ni tampoco se trata de un grupo revisionista sin más. En primer lugar la amplitud de géneros que son capaces de abarcar les aleja de pertenencia a una única subcultura. Por otro lado no hay que negarles su virtuosismo (todos ellos multi-instrumentistas) ni la calidad vocal que atesoran. Por último, aunque practicando géneros pretéritos sus composiciones tienen bastante calidad. Eso sí, deberían hacerse mirar (o ellos o sus productores) lo relacionado con los arreglos y evitar piezas un pelín recargadas por el afán de salirse de su propia instrumentación. A veces menos es más. Y podemos estar equivocados, pero intuimos que las piezas más puras aguantarán mejor las escuchas continuadas.

Suena la corriente: "Baby Bye Bye" - Kitty, Daisy & Lewis



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