lunes, 20 de enero de 2014

Malcolm Scarpa
Martini Sessions, Residence Café, Bilbao (19/01/2014)
Sabiéndote diana


Hay momentos en que uno no debería escribir nada nuevo, sino echar mano de hemeroteca, aunque ésta sea la personal y el hecho no cumpla en sí mismo ninguna regla de cortesía o humildad. Pero es que uno queda desarmado de nuevo precisamente por eso mismo, la humildad del músico desnudo frente a sus propias canciones. Con su guitarra y su cascada voz frente a quien le quiera escuchar, sin parecer buscar nada más. (...)


Y digo sin parecer, porque lo que busca, evidentemente, es la esencia de las canciones que lleva toda una vida sintiendo. Más allá de cantarlas, más allá de grabarlas, es un sentimiento el que recibe de ellas y el que él mismo ofrece. Y es esa hemeroteca personal la que cuenta que hace años, en el mismo lugar recogido de ayer, pero aquella vez con nocturnidad, Malcolm Scarpa ejerció de lo que uno se atrevió a llamar francotirador, aquel que dispara canciones no sin ton ni son, sino con la seguridad de que darán en la diana. Gusta, relaja y escuece, todo a la vez. Lo apabullante es que todavía quede gente así. 

Que Malcolm Scarpa siga en este oficio tras tantos años, es una bendición. Que lo haga ante la misma indiferencia que casi siempre le ha rodeado, una maldición. Pero cada vez que te pones frente a él, cada vez que te conviertes en su diana, entiendes el porqué, ya hace mucho tiempo, una música te atrapó, cambió tu vida, y, estás convencido de ello, cambió la percepción que tienes del mundo. Cada vez que te enfrentas a una persona como Scarpa, sus canciones son capaces de hacerte sentir una persona mejor de lo que realmente eres. 

Y sus canciones son las de siempre, y da igual que sean composiciones propias o clásicos de aquéllos que te cambiaron. Están ahí, y pueden saber a noche, que lo hacen, pero igualmente saben a vida cuando las escuchas a mediodía, saben a dulce cuando las acompañas de un Martini, saben a placer cuando son sentidas. Dan igual los nombres, dan igual que sean una You belong to me inacabada, Turn your radio on, How deep is the ocean (how high is the sky), Mind your own business, Can’t help falling in love, da igual que sean cantadas en inglés, en castellano, en italiano, que sean desechadas cuando no sabe dónde apoyar la hoja con la letra… Da igual, porque estamos hablando de dardos que dan en la diana. Porque ellas lo valen, y porque el que las regala lo hace a conciencia.

Bucear por la carrera, la discografía, la voz y la guitarra de Malcolm Scarpa es hacerlo por entre los nervios de Hank Williams, de Johnny Cash, de los Kinks, de los Beatles, de cualquier negro que paseó su lamento y su guitarra por este valle.
Escucharle es sentirte diana.
*Puedes comprar sus discos vía Hall of Fame Records
Suena la corriente: "Turn your radio on" - Malcolm Scarpa



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