lunes, 25 de noviembre de 2013

BIME Live
BEC!, Barakaldo (22-23/11/2013)
En los cuarteles de invierno


*Textos: Jaime G. López "Desperdicios" y Josetxo Río Rojo
*Fotos: MusicSnapper, vía LastTour

Curioso repliegue a los cuarteles de invierno el propuesto por el Festival BIME Live como colofón a una semana de eventos varios en el congreso propiamente dicho y en los diferentes showcases repartidos por la ciudad y de los que nos hemos hecho eco. (...)


Bacanal de conciertos, de guitarras y aparatitos varios, que el ambiente era en general muy indie, de saludos y encuentros con gente venida de fuera y con amigos locales, con los que compartimos noches y escenarios tan a menudo.

Así que uno debe olvidar los festivales veraniegos, con su profusión de pantaloncitos cortos y camisetas de colorines en unos y las eternas botas camperas y vaqueros de otros más aguerridos, y pertrechado con buen abrigo, adentrarse en la frialdad de unos pabellones de feria de muestras habilitados para acoger una buena tanda de conciertos. No vamos aquí a relatar los pormenores estrictos de lo que aconteció musicalmente. Os remitimos más bien a nuestra especie de novela/sábana que hemos redactado para la revista Mondo Sonoro. Vaciado casi todo ya allí, caeríamos en la reiteración. Pero al menos podemos destacar lo más interesante, así como ampliar cobertura con el apoyo que supone el ser cuatro manos y cuatro ojos, al menos para el Río.

Así que si tenemos que destacar un par de nombres de la primera jornada, que sean tres, para comenzar autobombardeando nuestra intención. Por un lado, cuando John Grant deja de lado los ritmos tecno-bailables, o nosotros somos capaces de olvidarlos, la intensidad emocional de sus melodías es arrebatadora. Ya lo supimos en aquel soberbio Queen of Denmark, y volvió a demostrarlo, sobre todo en una primera media hora espléndida. No somos grandes amigos, o no le hemos sido, de los chicos de Manic Street Preachers. Pero habrá que aceptar que el concierto que ofrecieron fue contundente y ellos se mostraron muy por encima de lo esperado. Y en cuanto a Soleá Morente y Los Evangelistas, decir que una vez más son el ejemplo del grupo de artistas que van por libre, fuera de toda norma que no sea la que ellos mismos se impongan.

Si nos atenemos a otros dos nombres convertidos en tres para la jornada del sábado, parece claro. Sondre Lerche era asignatura pendiente y emocionalmente entrañable. Fue Javi Trapi quien nos lo descubrió hace años, y todos los que le conocimos y asistimos al concierto de Lerche no pudimos evitar recordarle. Expeditivo a la guitarra y delicado a las melodías. Una delicia. Jonathan Donahue ejerció de chamán, de gurú, de sacerdote de una secta psicodélica de nombre Mercury Rev. Expansivos, intensos y con la botella de vino a mano. Y de Mark Lanegan, coincidente con Mercury Rev en horario, destacamos las justas palabras de Deperdicios: ignorando el por qué a la organización se le ocurrió anunciar el concierto como un set acústico a un solo guitarrista, cuando al llegar contabilizamos a cinco músicos rodeando a Mark. Guitarra eléctrica, bajo, violín, chelo y saxo, que aportó segunda guitarra en varios temas. Y con ese formato, Lanegan ofreció un concierto mayúsculo frente a una audiencia entregada de antemano. Nos quedamos con los dos momentos revisionistas; un Mac The Knife mano a mano con Duke Garwood a la guitarra, que sonó nuevo y diferente (tarea mayúscula para un estándar tan sobado), con el crooner Lanegan agarrado al micro como si le fuera la vida en ello; y aún más emocionante resultó su revisión del Satellite of love reediano, con las cuerdas marcando esa maravillosa melodía y con un trabajo espectacular en los coros. Nada importó que la voz estuviera justa, pronto se nos olvidó, aunque quizás fuera determinante para que la prevista extensión de este concierto se limitara a la hora justa.

Respecto a los otros cabezas de cartel, unos Gossip muy lejos de aquellos orígenes garageros y punkoides, resultaron algo decepcionantes, ya que se limitaron a su actual versión, mucho más soft y mainstream. Qué duda cabe que el peso de la banda recae en el extraordinario chorro de voz de su líder Beth Ditto. Y podemos asegurar que en el escenario principal lo demostró, y el público seguro disfrutó de su propuesta de soul gritón envuelto en mantos de modernismo musical entre el indie y la pista de baile. Se pudo hacer un pelín repetitivo y excesivo, auqnue no cabe duda que en lo escénico la propuesta es bastante impactante.
*Crónica del BIME Live para Mondo Sonoro
Suena la corriente: "Modern nature" - Sondre Lerche

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