viernes, 8 de marzo de 2013

Nick Cave & The Bad Seeds
Push the sky away (Bad Seed Ltd. / Popstock, 2013)
El retorno más esperado


*Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

Hablemos claro: el trabajo desarrollado por Nick Cave en el último lustro no nos había entusiasmado y nos había provocado cierta desafección respecto de uno de nuestros músicos de cabecera.  Desde que en 2007 creara Grinderman, un grupo de estructura reducida donde exorcizar sus no pocos demonios, todo ello basado en un ruidismo deudor de su primera formación Birthday Party, nos tenía bastante despistados. (...)


Experimento que concluiría en 2010 con la segunda entrega de esta aventura. Confusión que tampoco ayudó a resolver su único y menor trabajo de este periodo junto a las Malas Semillas, Dig Lazarus Dig!!! (2008). Nos daba la sensación de que la sombra de Warren Ellis empezaba ser demasiado alargada. Su rasputinesco aspecto no ayudaba, claro, ni tampoco el hecho de que un Bad Seed de tan larga e influyente trayectoria en la banda como Mick Harvey abandonara el barco, quién sabe si después de tantos años aportando ideas para el patrón se viera arrinconado por esta nueva y emergente figura en la banda. Y no me malinterpreten, su excelencia como multi instrumentista y creador de espesos y ambientales pasajes sonoros para Cave está fuera de toda duda. Así además, ha quedado certificado con su trabajo en su propia banda, The Dirty Three, y en las bandas sonoras que ha pergeñado junto al propio Cave en estos últimos años. Si me permiten un símil, Ellis es a Cave lo que Marc Ribot a Waits en cuanto a definición del sonido del cantante.

No es de extrañar por tanto nuestro alboroto al descubrir que el nuevo trabajo junto a los Bad Seeds traía consigo una vuelta a los sonidos más clásicos de la banda. Sin lugar a dudas, y salvando las distancias, este Push the Sky Away nos trae al Cave de sus mejores trabajos, Murder Ballads (1996) y No More Shall We Part (2001), aunque no es ni remotamente tan dramático ni cercanamente tan lírico como los dos discos mencionados respectivamente.  

We No Who U R abre el disco con el acompañamiento del piano y el sosegado arrope de los Bad Seeds, unos coros femeninos sobrevuelan por encima del crooner Cave. En los mismos parámetros se mueve Wide Lovely Eyes, tema en el que sobre el rasgueo continuado de una guitarra Cave recita apoyado en teclados puntuales y los coros omnipresentes en este trabajo.

Y es que los coros juegan un papel muy importante en este disco como en sus mejores obras. Con una versión bastante reducida de los Bad Seeds, con solo cuatro miembros instrumentistas además del propio Cave, y con Warren Ellis como pieza fundamental una vez más, destaca que haya hasta seis coristas, incluyendo al mala semilla Conway Savage limitado a estas labores. Por contra, la presencia de guitarras es testimonial, siendo el encargado de las mismas Ellis, salvo alguna colaboración especial. La nota nostálgica la pone la reaparición en dos temas del Bad Seed original, cuando aún eran un cuarteto, Barry Adamson al bajo.

Con Water's Edge las aguas se tornan ligeramente más turbulentas, especialmente con la entrada de los desasosegantes violines de Ellis, aunque finalmente la intensidad se queda a medio camino y la sangre no llega definitivamente al río. Intensidad controlada que se reduce en el momento del clímax sonoro.

Jubile Street ha sido elegida como single y vídeo de lanzamiento, y con ello la polémica en estos tiempos de libre acceso a imágenes y música. El principal canal de vídeos en la Red  ha censurado unas secuencias del mismo. ¿El problema? Un poco de carne para retratar la historia de Bee, una prostituta de la mencionada calle Jubilee. Apenas dos o tres cortas secuencias en un maravilloso vídeo en el que nos volvemos a encontrar al chulo Nick y sus únicos andares, melena en movimiento, como en los viejos tiempos.

Tema que enlaza temática o conceptualmente con Finishing Jubilee Street, donde Nick nos relata  un sueño experimentado tras la escritura del tema mencionado anteriormente.

Higgs Boson Blues es el tema más extenso del disco y donde Nick desarrolla, en esquema no demasiado purista, un blues con enigmáticos versos: I'm going down to Geneva , baby / Gonna teach to You / Who cares what the future brings o I see Robert Johnson/ with a ten dolar guitar / strapped on his back / lookin' for a tune. O ese en el que rima Hannah Montana con Savannah, maravillosa rima que obviamente no se reproduce en los textos del disco, sólo Nick Cave es capaz de semejante atrevimiento.

Mermaids, We Real Cool y Push the Sky Away siguen los parámetros mencionados, suaves acompañamientos a los recitados de Cave reforzados por numerosos coros. Pequeñas joyas minimalistas en la trayectoria de Cave, más caracterizada por extensas bandas, arreglos intrincados y siempre algo de furia en sus trabajos. Parece haber optado por todo lo contrario esta vez, de una manera totalmente acertada. 

Y para los amantes del Cave más oscuro, el single que acompaña la edición en vinilo y la descarga gratuita  incluye los temas  Needle Boys y Lightnin Bolts. Ambos nos traen más desasosiego y menos lirismo aunque al igual que en Water’s Edge, no acaban de desencauzar las aguas del río. Esta vez, amigo, no tocaba. 

En definitiva este trabajo emparentaría con  otros más afines, como The Boatman’s call o Nocturama. Aunque si aquéllos, en el momento de su publicación, pudimos considerarlos como algo menores frente a antecesores, en este caso creemos que estamos ante un gran trabajo, que nos devuelve al Cave con el que más disfrutamos. 

Ahora solo queda resarcirnos de aquel lejano concierto en el Bravanthal de la ciudad belga de Leuven. Aquella noche cuestiones varias hicieron que no pudiéramos disfrutar de un concierto que intuimos pudo ser uno de los mejores que hemos tenido la oportunidad de asistir. Corría 2001 y presentaban No more Shall We Part. Desgraciadamente no era nuestra noche.
*Autor del texto: Jaime G. López "Desperdicios"
Suena la corriente: "Jubilee Street" - Nick Cave & The Bad Seeds



2 comentarios:

  1. Estupendo análisis de la ultima obra de Cave; a mí me parece también que este es el Nick Cave de siempre y, aunque estoy esperando el vinilo que tiene que sonar del carajo, llevo semanas enganchado. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Magnífico ese "Jubilee Street", tiene un fondo catedralicio y emocionante.
    Tengo muchas ganas de meterle de nuevo mano al amigo Nick con los Bad Seeds. Seguí a Nick en su principio con los Birthday Party y ya con las Semillas llegué hasta el "Henry´s Dream (1992). Hace ya muchos, demasiados años y siento una especie de añoranza por ese viejo rockero aussie. Con Grinderman no le fallé en su primera grabación homónima del 2007 (creo que es la primera...), y me entusiasmó. Tenía una fuerza telúrica. No se andaba con tonterías, es puro rock para adultos con alguna que otra senda de derrotas..., muy muy bueno.
    En fín, es bastante probable que caiga, en vinilo por supuesto.
    Saludos,
    JdG

    ResponderEliminar