viernes, 25 de mayo de 2007

Sin efusiones

Durante el concierto de los Who (no es que no tenga otros temas de conversación, pero prefiero éste ante la ebriedad permanente), Daltrey nos comunicó que ese mismo día estaba cumpliendo años, 62, el Sr. Townshend. El concierto estaba siendo grabado para la posterior edición de un DVD comercial con los momentos más álgidos de su actual gira. (...)



Supongo que los chicos esperaban que en ese momento toda la concurrencia prorrumpiera en un cántico general con el consabido happy birthday to you, dear Pete…

Pero no tuvieron en cuenta que por aquí somos de natural sobrio y poco efusivo (o bien que la peña no tiene ni idea de inglés, posibilidad a tener en cuenta). El caso es que nadie hizo siquiera el más mínimo amago de felicitación.

Tres días después tocaban en Birmingham, y me gusta imaginar que volvieron a decir lo del cumpleaños (al fin y al cabo, estas efemérides se pueden estirar cuanto se quieran), porque un DVD que se precie tiene que tener su momento happy birthday, faltaría más.

62 añitos. Y yo, de natural envidioso (además de sobrio y poco efusivo), no voy a ser menos, así que un día como hoy (sólo un día después que el padre Dylan), me permito volver a redondear la diferencia que he mantenido toda mi vida respecto al bueno de Pete. Si es que 20 años no es nada (de diferencia, de diferencia…).

Pues eso, sean ustedes igual de sobrios que nosotros, y déjense de milongas.
Regálense una canción, sólo una, disfrútenla y yo ya iré servido.

Por mi parte, como todos los años, estoy en ello. Lo de regalarme la misma canción.
Con Ella.
Mi regalo.
Mi milagro.


Suena la corriente: "Happy bithday to me" - Cracker