miércoles, 29 de noviembre de 2006

Polonio

Les he pillado. Esa artera maniobra de ligar el asesino polonio 210 con su presencia en el tabaco no puede por menos que ser una treta más en la lucha contra los que solemos mimar, cuidar y alimentar nuestras toxinas en la semioscuridad de nuestro cuarto. Ah, no, a mí no me engañan. (...)


Y es que uno es perro viejo, y muy maleado por los cientos de conspiraciones que nos acorralan por doquier. Todos buscan su pedacito de gloria, voraces seguidores de la moda del youtube, metidos a cineastas. Unos más estilo Stallone y otros más en la línea Oliver Stone, que aún queda una imagen que mantener. Y la cuna es la cuna.

Al menos siento el aliento comprensivo de la megasuperestrella. Miedo me da la escasa diferencia que debemos tener en nuestros sueldos. Pobrecita, la mal pagá. Por eso, aunque ahora empieza el frío, dejaré de abonar los recibos de mi calefacción para ayudar a una buena causa. Ánimo, belleza culta del reino.

Pues eso, que sin un puto euro, con el video y la tele apagadas, en la semioscuridad de mi cuarto y fumando lo que puedo (y lo que quiero), me dejo mecer por los sonidos de los hermanitos Oliver y Chris, The Wood Brothers.

Con una simple guitarra, un contrabajo y una suave batería en algunas canciones (no muchas), empapan de sencillo folk-blues esta noche. No me fijo mucho en sus espíritus, luces, verdades y ángeles. No perece que los encuentran y transmiten más un halo de amargura y desconcierto que me gusta.

Porque tal como están las cosas, sólo me queda confiar en el polonio.


Suena la corriente: "Ways not to lose" - The Wood Brothers

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