sábado, 7 de octubre de 2006

Como siempre

Con los ojos abiertos, como siempre, y no veo nada. Aeropuertos, hoteles, ferias. Con los ojos abiertos recorriendo las arterias de otro monstruo.

Me dejaba enganchar esta mañana, mientras volaba entre Guadalajara y el D.F., por las fronteras rítmicas que marcaron Texas Tornados. La gran banda de estrellas (Sir Douglas Quintet, Freddy Fender, Flaco Jiménez) creadores de sonidos que evocan los lugares donde un monstruo mayor levanta muros. El ciego que no quiere ver. (...)


El gran Flaco Jiménez, mezclado con las letras de Neal Cassady, en quien busco claves de por qué inspiró a tantos de aquéllos. Entremezclo fronteras, porque México parece buscar al hermano brutal que vive al norte.

El tequila y la sangrita destrozan mi estómago, siempre débil. Pero si olvido lo que me gusta, estaré menos sano aún. Comparto algún trago, con el peso del sueño. Y uno habla de la oreja del pintor que se la cortó. Ayer actuaban en Guadalajara. Y dicen qué pena no haber ido, verdad? Y pido otro tequila. Este dolor es mejor que el propuesto. Y otro más allá suelta que con mucho hubiera preferido beber con los Texas Tornados. Y creo que sueño, pero no estoy tan solo. Parece. Diez personas de sus padres y de sus madres, y dos que disfrutamos de brebajes parecidos. Así que sorban los otros las orejas. Que yo me quedo con el sabor del mezcal. Y con el recuerdo de Doug Sahm.

Bebemos escuchando un mariachi. Pero son cubanos. Vestiditos de mariachis, pero de la isla. Y tocan un corrido y tres sones, una ranchera y cuatro montunos.

Mi estómago cruje. Protesta. Y yo, como siempre, pienso en Ella.
Mañana toca seis horas de feria. Y el domingo más.
Y sigo pensando en Ella.


Suena la corriente: "Hangin' on by a thread" - The Texas Tornados

Navegado en México D.F.

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