miércoles, 19 de abril de 2006

Aquellas viejas canciones

Me encanta dejarme guiar por los títulos. De libros, de películas, de canciones, de discos, de artículos. A veces dan en el clavo, otras distorsionan la realidad. Algunos se convierten en favoritos. Como ese de Pete Seeger llamado Dangerous songs!?. Me parece perfecto para el viejo trovador. Al igual que Woody Guthrie, con una guitarra, un banjo y una vieja canción de folk tradicional americano era capaz de empuñar un perfecto estilete contra la conciencia de la pacata sociedad de los 50 y 60 (y 70, y 80, y 90, y…). (...)


No puedo decir que creciera escuchando música. Hermano mayor en la España de los 60 y 70, fui abriendo mis oídos como podía. Con 15 o 16 años, ya hice cola para comprar el The River de Springsteen. Quién no quería escapar escuchando aquéllas canciones. F. me proponía largarnos por nuestra cuenta, para seguir una gira europea que no pisaba este país. A. me escribía una carta que levantaba ampollas. No seamos cobardes, demos un golpe en la mesa y hagámoslo. La épica de la escapada que proponía Springsteen, la lectura compulsiva de Kerouac, el rasgar de una guitarra eléctrica. No hicimos nada. Niños bonitos que sueñan. Así lo recuerdo. Aunque la memoria es territorio difuso.

El de Nueva Jersey ya me acompañó siempre. Y yo estuve con él en los años del desierto. Desde el mal entendido Born in the USA hasta que el fantasma de Tom Joad nos volvió a congraciar. Pero siempre le he perdonado todo. Al fin y al cabo, creo que a veces me cantaba a mí, sólo a mí. Y además, qué más me da. Las debilidades están para eso. Para quererlas. Para entenderlas. Yo soy igual de mierda. Igual de traidor. Igual de magnífico. Igual de genial. Sol y sombra en los toros. Siempre.

Y ahora me vuelve a cantar, canciones del siglo XIX, del XX, incluso del XVI. De aquéllas peligrosas que cantaba Seeger. Y me gusta. Me suenan a campo, a Nueva Orleáns, a Irlanda, a orquesta callejera, a bluegrass, gospel, blues, a salón siempre con humo, a sexo, a alcohol, a mueve las piernas, jodido niño de ciudad, y suda.

Suda con viejos capitanes del ejército, forajidos convertidos en leyenda, heridos de las guerras napoleónicas, personajes bíblicos, viejos barreneros de la construcción del ferrocarril, granjeros comunistas, luchadores por los derechos civiles, amores de río, estibadores en lucha por su salario, sindicatos de granjeros, canciones para niños, y mueve las piernas con las decenas de artistas que las han cantado y grabado en joyas más o menos oscuras

Y las moveré el 14 de mayo, en Badalona, porque estaré bebiendo la juerga. Y estaré con F. Y espero que con A. Y espero que con nuevos hermanos que he ido haciendo en el camino.

Y, joder, voy a bailar. Y a sudar.


Suena la corriente: "We shall overcome: The Seeger Sessions" - Bruce Springsteen