martes, 8 de febrero de 2005

Sin remite

Hoy he estado preparando unas cajas con catálogos para enviar a un país lejano. Ordenando los papeles nuevos y con ese fantástico olor de salida reciente de imprenta. Prensando las cajas para que aguanten los ajetreos del viaje (no dudo que será por avión, pero ellos se lo pierden, nada como el barco).

Y por un momento he querido ser extraplano. Para doblarme como uno más, meterme en la caja bien escondidito, pegado a una foto de Ella, y a ser posible envuelto en una partitura musical.

No solo me hubiera permitido viajar de incógnito.
También (y esto es lo mejor), me hubiera permitido desaparecer de incógnito.
Sin dar señales.

Jodía vida.



Suena la corriente: "Five guys walk into a bar..." - The Faces