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lunes, 10 de noviembre de 2014

Hendrik Röver
Crazy Horse, Bilbao (08/11/2014)
Locos de atar


*Texto: Jaime G. López "Desperdicios"

Lo de Hendrik Röver y su proyecto en solitario de sonidos campestres es una realidad muy sólida desde la publicación en 2013 del doble Norte/ Oeste, quizás lo mejor de la cosecha en castellano de aquel año. Defiende actualmente este proyecto paralelo a sus Del Tonos junto a Los Míticos GT's, en puridad una base rítmica de alta altura con un preciso baterista y un atmosférico contrabajo. Con Uds. Goyo y Toño.(...)

El concierto se torna acústico tras un arranque con tres canciones eléctricas donde se evidencia el insultante dominio de las claves de la guitarra Telecaster con sonido honky tonk. Impresiona ver al otrora blues hero dominar todos los trucos de esa música hermana que es el country, de casta le viene al galgo. Pero no todo es estilismo, así las letras y la prosa de Röver sobresale ya en La Astilla Nunca Cae, donde reflexiona en esa verdad suprema que es cuanto más diferentes nos creamos de nuestros progenitores, la edad nos acabará haciendo caer en sus tics, especialmente aquellos más odiosos.

Su reflexión de Edificio en llamas, ya en acústico, sobre la bajada de la fama, siempre al fondo a la derecha, se intuye dolorosamente personal en la particular ironía de su autor. En Velocidad nos relata la necesidad de la auto-convivencia con el propio cuerpo a medida que pasan los años. Desilusión la dedica a aquellos que quieren que sus hijos tengan un futuro mejor, con connotaciones lógicamente muy actuales. Sobrecoge con Invierno, ese retrato de accidente automovilístico en plena nieve con el que cierra el set acústico.

De vuelta a la electricidad, nos presentan una nueva canción del nuevo disco con los GT's, que anuncian para fechas cercanas. En él, Los hombres son el número 2 relata con ironía la destrucción del liderazgo masculino en la sociedad moderna.

Tras Lunes, esa oda a los tiempos de vacas gordas, los músicos volvían el lunes a casa desde desenfrenados fin de semana, nos regalan la primera versión en ingles para celebrar que el country rock puede hacerse en castellano.

Loco de atar sigue demostrando la maestría de Röver para la temática alcohólica, como el primer Waits, y su fino humor: Y si estoy loco de atar / que me aten de donde no pueda escapar / ...../ que me aten a la barra de este bar. Canción que hermana con otra joya etílica de su más reciente cancionero, nos referimos a Simple, aquella que reza La razón es muy simple, estoy viendo doble porque he bebido el triple.

Con No temáis por mí! y (El último clavo en mi) ataúd, que dedicó al rapsoda local Dani Merino, fue cerrándose la actuación Röver y los GT's.

No sin antes regalarnos, y a servidor hacer subir a los cielos, el All mama's children de aquel maravilloso trabajo de Carl Perkins con NRBQ. Ummm, curioso, en ese espacio del cerebro que tenemos para conservar datos inútiles tengo registrado que el día que compré en la veterana Power Records ese disco, también adquirí el Blue Valentine de Tom Waits... Otra conexión etílica?

En fin, sublime velada donde la maestría musical de Hendrik a la telecaster honky tonk rivaliza con su increíble base rítmica, a la que se le une el disfrute con unos textos de un autor irónico en plena madurez. No todas las noches se ofrecen platos tan exquisitos, esperemos que la próxima el sold out lo protagonice el cántabro y no la shouter sureña. Seria de justicia.

Suena la corriente: "Loco de atar" - Hendrik Röver

1 comentario:

  1. Fabuloso, qué sonido, qué cosa buena! Un abrazo Jaime! Como ver a Rockpile en su momento.

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