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viernes, 17 de enero de 2014

Redd Kross
Kafe Antzokia, Bilbao (16/01/2014)
Lo pesado, lo ligero y nada de eso


Hay cosas que se caen por su propio peso. Y otras, que tienen tal ligereza (aunque ésta sea aparente) que no terminan de remontar el vuelo. Así que en la justa medida de ambas, es donde reside la virtud. Y en más de una ocasión comprobamos cómo la contundencia se convierte en la nada y lo banalmente lúdico en lo prescindible. Y en ninguna de estas categorías podemos, ni debemos, incluir a Redd Kross. (...)




Los hermanos McDonald, Jeff y Steve, acompañados de quienes sean (en este caso, al igual que el año pasado en Irún, de Roy McDonald a las baquetas y Jason Shapiro a la guitarra) siempre tienen la medida justa para ofrecer un buen rato de engrudo sónico pletórico de melodías. La contundencia de quienes han bebido en el punk y en el rock de pesados quilates con la sensibilidad de quienes han mamado el mejor pop, el que engrandeció la historia y los cancioneros de Beatles, Kinks, Small Faces… Y todo ese conjunto es sazonado con gotas de glam, de chulería, de pura cultura underground popular, de postureo divertido, de vamos a mover las cabezas y las melenas, vamos a pasar un rato que nos haga olvidar que la mierda está ahí fuera. Aquí dentro, queremos rock, queremos hermandad, queremos sudar, beber y disfrutar.

Por eso su vuelta con el Researching the blues de 2012 era más que necesaria. Por eso no importa que en directo no estén contando con el majara de Robert Hecker, que Jeff ande muy justo de voz, que el concierto sea corto para lo que hubiéramos deseado. Sigue manteniendo la presencia incuestionable del que lo disfruta, Shapiro cumple, Steve y compañía arropan a Jeff y… de verdad alguien puede ir a un show de Redd Kross a escuchar voces prístinas y rasgueos aletargados? No es su medicina. Lo suyo es la contundencia del peso y la pura melodía con apariencia ligera.

Y revisando un cancionero amplio, pican en todos los terrenos que les son propios, y en todas las obras que nos han legado hasta ahora. Adorablemente potentes en Researching the blues, en Uglier, en ese Deuce de Kiss que ya es suyo, en su ya añejo Linda Blair, con el bagaje punk de Frosted Flake. Chulescamente impactantes con ese puritito glam con el que abren el set, un Switchblade Sister que es de otra época y es de ahora, bubblegum del que se pega, como lo hace Blow you a kiss in the wind, como se autodefinen en Cover band. Tremendamente pub-rockers en el himno que revisionaran The Dickies y Redd Kross elevaran a sudor extremo, Pretty Please me, o en Annette’s got the hits, o el aquí estoy yo que supone el sabor a rock clásico de Follow the leader y Crazy world. Y por supuesto, emocionalmente sensibles cuando encaran joyas power-pop del calibre de Mess around, Annie’s gone, Stay away from downtown, la inconmensurable Lady in the front row o el Jimmy’s fantasy.

Por cosas como éstas, merece la pena buscarse unos discos y ver unos conciertos. Los de Redd Kross. Y olvidar el loco mundo de afuera.

Suena la corriente: "Switchblade Sister" - Redd Kross



2 comentarios:

  1. Por fin he podido leerla, se me hace la boca agua, esperemos que mañana no se me tuerza nada y pueda llegar al último de la gira. Un abrazo, crack.

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    1. Ya nos contarás, Jota, pero son un valor seguro. Y tanto...

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