lunes, 3 de junio de 2013

José Ignacio Lapido
Caracol y Radio City, Madrid (31/05-01/06-2013)
El refugio emocional del rock


Un fin de semana madrileño, por diferentes motivos, se convierte de forma insospechada en un recorrido emocional por el mundo propio de José Ignacio Lapido. Concierto puesta de largo de su último disco, Formas de matar el tiempo, en la Sala Caracol y charla distentida y amena con Fernando Navarro en esa preservation society del buen gusto vinílico que es Radio City. (...)


Lo que no es poco teniendo en cuenta que Lapido es, hoy por hoy, un seguro refugio emocional del rock, una música que tal vez no tenga más misterio que el saber llegar a captar la sensibilidad del que la escucha interpretada por la sensibilidad del que la crea. Un refugio que lleva calentando desde hace mucho tiempo, tanto como cuando 091 lanzaron aquel Fuego en mi oficina, descaro punk, rock’n’roll en esencia y el pop de una melodía contagiosa. No otra cosa es una canción, unos acordes y unos versos capaces de convertirse en la cuna a la que volver una y otra vez.

Y José Ignacio Lapido lleva haciendo eso desde entonces. Él mismo llega a aceptar que hace lo que sabe, dentro de los parámetros en que se mueve. Pero la evolución de un autor mayúsculo no es sembrar sus canciones de ritmos diferentes o sonoridades externas a su esencia. El riesgo está en crear en cada disco un núcleo de canciones pletóricas de emociones, tanto líricas como melódicas. Y esa es la diana que alcanza en su justo centro, convirtiendo cada obra en un puerto de refugio.

Y en directo, amparado por unos músicos que llevan ya mucho tiempo defendiendo su misma visión, con el sabor eterno que otorga el sonido de un piano o un órgano, se presenta recordando Nadie supo decirme la verdad y Algo falla para entrar en cuestión, de lleno en el meollo de Formas de matar el tiempo (solo Al azar quedará fuera del set). Da igual que sea con eléctrica o acústica, las guitarras brotan seguras entre ese manantial de rock’n’roll en el que se desgranan versos y armonías que suenan ya a clásicos en su cancionero y fuera de él, porque mantienen la rabia y la emoción marca de la casa. Porque Un día de perros, Muy lejos de aquí, 40 días en el desierto o cualquiera de las que las acompañan, te hacen sentir esos momentos de punzada eléctrica, de emoción, capaz de sangrar cuando en Desvaríos termina el verso con el lapidario equivocándome una vez más.

Y si defendido Formas de matar el tiempo uno piensa que lo que queda del concierto es a beneficio de inventario, no puede estar más lejos de la esencia. El paseo por su discografía en solitario alcanza cotas sublimes en Luz de ciudades en llamas, Cuando el ángel decida volver y Lo creas o no, con parada en cada uno de sus discos. Y viniendo de donde viene, Zapatos de piel de caimán o Un cielo color vino sólo pueden hacer que este cronista siga buscando refugio en una música capaz de desbordar.

Algo que Lapido parece hacer de manera fácil, pero que como reconocería en la charla mantenida junto a Fernando Navarro la mañana del sábado frente a una veintena de felices oyentes, no lo es tanto. Entre recuerdos nostálgicos, paseos por la independencia, las multinacionales o la autoedición, pasión por el blues, el humilde reconocimiento de que la inspiración es un simple concepto que se inventaron los poetas románticos y que cuesta mucho escribir una letra y más trabajo aún tratar de explicarla.

Simplemente un último apunte que, éste sí, explica mucho. Casi todos los allí presentes, en un momento u otro de la conversación, dijimos la palabra gracias. Y revisando la reseña de su último disco que Álvaro Fierro hizo para este Río Rojo, la despedida era un sincero De nuevo, gracias, Lapido.

Ahí está todo.
El refugio.
*Lapido estará actuando este viernes, día 7 de junio, en la Sala Azkena de Bilbao 
*Compra el disco en Pentatonia 
Suena la corriente: "Muy lejos de aquí" - José Ignacio Lapido


6 comentarios:

  1. No pensaba ir al concierto porque me reservo para el de Sevilla, pero la charla sí que me dio rabia perdérmela. Qué pena no poderme desdoblar, río rojo, tenía ganas de saludaros a ti y a Fernando y de conocer a Lapido, pero la exposición de Dalí me tuvo embelesada más de dos horas y ya se me hizo tarde...
    Otra vez será. Al menos a ti te veo prontito en Frías.
    Besos!

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    1. Sí, nos veremos, Lu. Yo también, entre alguna reunión y amigos, tuve el tiempo ajustado, pero no hubiera estado mal compartir algún trago... En Frías, en Frías!

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  2. Me estaba reservando para encontrar tiempo y leer con calma tu crónica del concierto de Lapido. Como sabes palabras mayores para el que te suscribe. A Lapido hay que estar agradecido, todo son emociones y grandeza. Un abrazo.

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    1. Exacto, Johnny, tiene esa varita de la emoción, directamente.

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  3. muerto de envidia...ni siquiera puedo ir a Bilbao a escucharle. Me reservaba ese dia para comprar el disco e intentar una firma, pero....Nos vemos en Frias

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    1. Pues en Bilbao ha estado igual de emocionante. Pero seguro que pronto tienes una nueva oportunidad. Y sí, nos veremos en Frías, muchas ganas...

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